tag:blogger.com,1999:blog-41643968440100125452024-03-07T13:14:00.366-08:00EL ARCO DEL TRIUNFOEL ARCO DEL TRIUNFOjesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.comBlogger222125tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-38884321058401023632024-03-05T05:41:00.000-08:002024-03-06T13:16:05.588-08:00LA BÚSQUEDA<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">LA BÚSQUEDA<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">JOSEFA VICTORIA
ALBENTOSA LLOFRÍU<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">EDICIÓN DE AUTOR<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh17Orrec_jJSbwtXnGSwNEIgYs-FOAC9n5szAsAJMfDQLtjayb-wDKQqwhUSevFAM1eLnnM71IC5WH0IMEzUImZUjSIEuE-ASU_zX7VIXMn94gw-5nbHByLonyto8IZDmi-Eqjt8WFWr_XdFRa-G9CvW-cpBiFz99uFuBjaFJBpu2ZjiSmdfZIadlI9YM/s826/JOSEFITA%20CON%20LA%20B%C3%9ASQUEDA.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="826" data-original-width="551" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh17Orrec_jJSbwtXnGSwNEIgYs-FOAC9n5szAsAJMfDQLtjayb-wDKQqwhUSevFAM1eLnnM71IC5WH0IMEzUImZUjSIEuE-ASU_zX7VIXMn94gw-5nbHByLonyto8IZDmi-Eqjt8WFWr_XdFRa-G9CvW-cpBiFz99uFuBjaFJBpu2ZjiSmdfZIadlI9YM/w426-h640/JOSEFITA%20CON%20LA%20B%C3%9ASQUEDA.jpg" width="426" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Conozco a Josefita prácticamente desde el
momento en que fui destinado como profesor de Filosofía al <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">IES Rey Carlos III de Águilas </b>allá por el año 1987, pero no sabía
yo que con el tiempo aquella incipiente amistad se haría más estrecha al
coincidir en muchos intereses y aficiones comunes, la gran mayoría relacionados
con la cultura en general y con la literatura en particular. No me voy a
detener en la calurosa y más que agradable acogida que me dispensó la familia,
así como en las aventuras y guerras literarias (esas batallas casi a bastonazos
que he librado junto a Pedro Javier, su esposo) contra energúmenos de toda
índole que, tantas veces enmascarados de afabilidad pretendían rentabilizar cualquier
acción que se llevara a cabo a favor de sus intereses particulares, y es que el
mal y, como consecuencia, el malvado, como señala Josefita en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
Búsqueda</i></b>, tiene la tendencia de enmascararse de Bien. Los palos en las
ruedas fueron múltiples y también todo tipo de habladurías añadidas, pero, a
pesar de ello no pudieron impedir la creación del <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ateneo Aguileño de las Artes y las Letras</b> con la subsiguiente
validación y puesta en marcha de los numerosos proyectos culturales que
salieron adelante gracias a esta plataforma, de los que solo nombraré, por su
proyección en la Región y fuera de ella, los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Encuentros con la Poesía en Águilas</b> en sus sucesivas ediciones, que
convocaron poetas nacidos o relacionados con Águilas con otros del contexto
Regional y Nacional y convirtieron nuestro querido pueblo marinero en panacea
de la poesía durante unos cuantos años. Águilas se lo merecía, se merecía
continuar con su tradición cultural y allí estuvimos nosotros poniendo nuestro
granito de arena, favoreciendo cualesquiera manifestaciones culturales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">La Búsqueda</span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"> </span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">no es el primer libro de Josefita (o, más bien, cabría
decir <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Josefa Victoria Albentosa Llofríu</b>)
que ve la luz pública, pero sí su primera novela. Previamente aparecieron <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
cuentos de Josefita</i></b> con una gran aceptación por parte de público y
lectores. Son cuentos en sentido tradicional que siguen la estructura de
planteamiento, nudo y desenlace, con la particularidad de que todos ellos hacen
referencia a situaciones de la vida cotidiana, incluso a la biografía de la
autora, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">escritos con una gran agudeza,
con una mirada que ve los trasfondos de los acontecimientos y cala hondamente
en la psicología de los personajes</b>; como nota interesante, en el final de
todos ellos la autora trata de resolver un problema de índole moral.
Sencillamente son relatos deliciosos que harán un gran bien a quien se asome a
ellos por la aquilatada sabiduría de vida de que hacen gala. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Centrémonos en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Búsqueda</i></b>, la novela con
la que nos regala Josefita y hoy presentamos (y dicho sea de paso, la autora me
hace un gran honor al elegirme entre los posibles para tal cometido). El mismo
título, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Búsqueda</i></b>, es una incitación para las preguntas y las fotos
que ilustran la portada dan una pista para su resolución. Sin embargo, antes de
entrar a pormenorizar algunos detalles, diré que en esta novela, Josefita no
pierde el referente de la cotidianeidad tal y como ocurría en los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuentos</i>, aunque diría mejor, de<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">su</b></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> cotidianeidad</b>, pues en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el libro nos va a referir la vida
(novelada, por supuesto) de dos de sus ancestros: de Manuel y de su hijo
Alfonso Llofríu; respectivamente, bisabuelo y abuelo maternos</b>. Son los dos
hombres que aparecen en la portada, y fueron personas eminentes. El primero, el
bisabuelo, Manuel, destacó en el campo de la Química y, el segundo, el abuelo,
Alfonso, en la aplicación práctica de los conocimientos recibidos de su padre
al mundo empresarial de la jabonería y perfumería. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5V_QcIwXlUQfEbYEx7cG6eL6oTiZ3Y8-Pg2nvfiQ45e7e9vRRAglEOb1jOjGdQ-noew5MNeuEmAYFwj54karn6CmfFTrjIPx06wVgoenPgEv62AfNUFVETyRZdleDW4c5DnITuIxGkaTrU-ztWo6lnhGmvyXKF9lxMl-QhxTA1lOK3l64wXBc-O-GA2A/s1600/Portada%20de%20la%20B%C3%BAsqueda.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1542" data-original-width="1600" height="385" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5V_QcIwXlUQfEbYEx7cG6eL6oTiZ3Y8-Pg2nvfiQ45e7e9vRRAglEOb1jOjGdQ-noew5MNeuEmAYFwj54karn6CmfFTrjIPx06wVgoenPgEv62AfNUFVETyRZdleDW4c5DnITuIxGkaTrU-ztWo6lnhGmvyXKF9lxMl-QhxTA1lOK3l64wXBc-O-GA2A/w400-h385/Portada%20de%20la%20B%C3%BAsqueda.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Siempre he sospechado que las modas en el
vestir no son el mero capricho de algún modisto o similar, sino que de alguna
manera expresan la mentalidad o el espíritu de una época (y cambian porque ese
espíritu previamente ha cambiado), así que detengámonos en los retratos de la
portada para mejor desentrañar las páginas que le siguen. Ahí vemos a estos dos
hombres con atuendos diferentes. El de la derecha, según tenemos el libro entre
nuestras manos, Manuel, con chaquetón y pajarita, y la cara adornada con un
bigote inglés, estilo victoriano, junto a unas barbas partidas, ochocentistas,
muy típicas de la segunda mitad de siglo XIX. El de la izquierda, su hijo
Alfonso, cambia el estilo, y se aprecia el cambio de época, el salto al siglo
XX. No lleva pajarita sino corbata y tampoco chaquetón, sino chaqueta sobre la
inmaculada camisa blanca; su cara está rasurada y el labio superior queda
adornado por un clásico bigote <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chevron</i>.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Cuando Josefita hace el retrato de Manuel,
dice lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Aunque
no mediría más de 1,80 centímetros de estatura, sus ademanes refinados y su
distinguida apostura, unidos a unos increíbles ojos verdes de inteligente
mirada y unas largas barbas al estilo ochocentista frente al despejado y oscuro
cabello, representaban las características principales de Manuel. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">La impresión que dan los dos hombres es la de
una gran firmeza de carácter. En ambos se aprecia una mirada inteligente e
incisiva, la frente es despejada y firme el mentón, con un ligero hoyuelo en el
centro; tras ellos, y enmarcándolos, hay una pantalla con fórmulas matemáticas
y químicas debida al genio de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Alejandro
Martínez Albentosa</b>, uno de los hijos de Josefita, a quien se debe la
portada y maquetación de la novela. Dicho esto, si damos la vuelta al libro y
contemplamos la contraportada, nos encontramos con la fábrica de jabones que
Alfonso Llofríu montó en Buenos Aires y, como dato curioso, si aguzamos la
vista, veremos en el centro de la misma a una niña. Es Victoria, una de las
tres hijas de Alfonso y tía de Josefita. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEqr1L0CecHZpKsOKED0oOIYLBmX67wrwNwYXi0laS3Px1pY78yiOPtzLjf4TObygD5MAWbbEtOueDuH665kdFY5hwF0gxetxE4L0atEcVGKg7WDbzUto6d-Y6S00HjTGTk7JqqTmSGayUhBPzMAwqbsDgmbOUsCOHAZIpVExe70hWC7Jcp3hcBsgGsV4/s1600/Presentaci%C3%B3n%20de%20La%20B%C3%BAsqueda.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1131" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEqr1L0CecHZpKsOKED0oOIYLBmX67wrwNwYXi0laS3Px1pY78yiOPtzLjf4TObygD5MAWbbEtOueDuH665kdFY5hwF0gxetxE4L0atEcVGKg7WDbzUto6d-Y6S00HjTGTk7JqqTmSGayUhBPzMAwqbsDgmbOUsCOHAZIpVExe70hWC7Jcp3hcBsgGsV4/w283-h400/Presentaci%C3%B3n%20de%20La%20B%C3%BAsqueda.jpg" width="283" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Pero hemos dejado sin responder la pregunta
que hacíamos: ¿por qué el título de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Búsqueda</i></b> cuando podía haber sido otro
diferente? No creo contradecir las opiniones de Josefita si digo que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el ser humano tiene algo de prometeico que
le hace no estar satisfecho con nada, que porta en su interior un fuego que lo
abrasa por el que busca la inteligencia de las cosas y por el que aspira a la
eternidad</b>. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Este fuego es sublime y
peligroso a la vez, es un don que lo incita a una constante búsqueda: a la
búsqueda de su esencia, de lo que realmente es, esto es, a la búsqueda de
aquello que lo asemeja a Dios</b>. El protohombre, la pareja Adán-Eva, fue
expulsado del Paraíso, pero aun así sus descendientes insistentemente buscan su
retorno al mismo, a veces por caminos demasiado tortuosos como quizá puedan ser
los de la Química… ¿Qué importante descubrimiento ha hecho Manuel Llofríu
trabajando en la soledad de su laboratorio? ¿En qué fórmula se condensa el
culmen de sus investigaciones, muy en consonancia con esta actitud prometeica
de la que hablamos? <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Es algo que excede
al mero conocimiento químico e involucra tanto al cuerpo biológico como al
espiritual y en manos que no fueran las adecuadas tendría un gran poder de
destrucción</b>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">El tema, desde luego, da de sí y a la par que
nos sumerge en interesantes cuestiones teológicas y filosóficas, me hace pensar
en aquellos investigadores solitarios del siglo XIX, encerrados en sus
laboratorios, buscando los secretos de la vida. ¿A qué descubrimientos no
llegarían y qué nos trasmitieron de aquello a lo que llegaron? ¿Lo fue todo? Es
el caso de Manuel, prototipo de aquel hombre de ciencia, de ese investigador
solitario que muchas veces mantenía en secreto algunos de sus descubrimientos
o, a lo sumo, hacía partícipes de ellos a un pequeño grupo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“iniciados</b>” (llamémoslos así), y, en el
caso que refiere la novela a aquellos que estaban agrupados en una sociedad
secreta cuyo nombre “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Los nuevos
alquimistas</b>” ya nos revela los propósitos que perseguían. Pero yo no voy a
revelar más de lo que debo, lógicamente, porque sería un mal presentador si
hiciera de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">espolier</i>. Tal
eventualidad, por consiguiente, la dejo para que la descubra el lector, aunque
sí diré que esta, la búsqueda de nuestra propia esencia, es el eje principal
sobre el cual se vertebra la novela. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiORjlZoeC1w92Ti-E3CrvLDt2Uhicjs1IKq81iMxGcT9PHvqpOjUlbBietLt56q4dk-RIbtLn9PIU9fyRX5WleMtlDjMynUHTq2qafeCqg9vyvoei4bnTSpob7RBZcaWOmE0rUtMyn1dql3n0H_jb20954WdNhIBgLuLNS4PO6NhezCKth_nsEf9JZFso/s1600/En%20la%20mesa.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiORjlZoeC1w92Ti-E3CrvLDt2Uhicjs1IKq81iMxGcT9PHvqpOjUlbBietLt56q4dk-RIbtLn9PIU9fyRX5WleMtlDjMynUHTq2qafeCqg9vyvoei4bnTSpob7RBZcaWOmE0rUtMyn1dql3n0H_jb20954WdNhIBgLuLNS4PO6NhezCKth_nsEf9JZFso/w400-h300/En%20la%20mesa.jpg" width="400" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">La
Búsqueda</span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">,
con estos prenotandos, se sitúa en la plataforma de salida, y Josefita le da el
primer impulso, en un alarde de buena literatura, de esta manera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Los
finos visillos del ventanal de la estancia parecían palomas blancas a punto de
levantar el vuelo, empujados por la leve brisa que se colaba por uno de los
ventanales entreabierto del salón.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Está a punto de romperse un jarrón e
inculparán al pequeño Alfonset de su rotura; nos situamos en Elche, en la
propiedad de los Llofríu. Del matrimonio de Manuel con Antonia Coquillat han
nacido dos varones; el primero Gumersindo que estudiará Farmacia y llevará una
vida relativamente despreocupada y sin relieve y, con cinco años de diferencia,
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el menor, Alfonso, un poco rabo de
lagartija, travieso, inquieto, valiente, con una enorme curiosidad por aprender
y una gran admiración por su padre</b>. Por eso el ama le cuenta historias de
su progenitor con las que lo entretiene. De este modo, utilizando esta técnica
narrativa, Josefita descubre al lector las personalidades de sus dos ancestros.
Nos enteramos de las peripecias de Manuel, su bisabuelo, cuando hizo el viaje
que le cambiaría la vida, parte de él, en diligencias de caballos de postas, y,
otra parte, en el recién estrenado ferrocarril, cuyas líneas se tendían a gran
velocidad por toda Europa. Manuel con su primo Mario Coquillat <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hizo casi un viaje épico, pues fue a
estudiar Química Orgánica y Taxidermia, ya que en España no había Universidad
que ofreciera estos estudios, a la Universidad alemana de Bonn con el profesor
Klaus Wiscutterman, uno de los más eminentes químicos de la época</b>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Manuel
estudia Química en un momento crucial, ya que se está produciendo un revolucionario
cambio de paradigma en dicha disciplina. Está naciendo la Química Orgánica y
molecular</span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">
que sintetiza sustancias orgánicas en cuya composición se encuentran las
moléculas del carbono y del hidrógeno, en contraposición a las concepciones que
sostenían que se necesitaba una “fuerza vital” para producir dichas sustancias.
L<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">a Universidad de Bonn es el centro
donde prominentes químicos asisten ese cambio</b>, en la que, aparte del
mencionado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Klaus Wiscutterman</b>, por
la época en que Manuel estudia imparte sus clases ni más ni menos que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">August Kekulé</b>, descubridor de la
molécula del benzeno y uno de los padres de esta disciplina. También cabría
decir que gran parte de los primeros premios Nobel de Química recayeron en
compañeros de Manuel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRpKzQc7NZg19jXJidJcWDuABFXmapsDdF79KOKD0zOmhVU9QeiOs-IOZl-nJp2ej2S0MKVHTsngvzKw-qs0kUBH1Q5axWTBPaKT92d40zt1jK-xnkPzd4BB_UWhRuE8MAEv78dlY7bBv98gOnKE-h6TscR9NLZSnUbku5qX3NtJOjTJ-lUUGSOVcP4N8/s2000/Pedro%20y%20Josefita.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2000" data-original-width="1500" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRpKzQc7NZg19jXJidJcWDuABFXmapsDdF79KOKD0zOmhVU9QeiOs-IOZl-nJp2ej2S0MKVHTsngvzKw-qs0kUBH1Q5axWTBPaKT92d40zt1jK-xnkPzd4BB_UWhRuE8MAEv78dlY7bBv98gOnKE-h6TscR9NLZSnUbku5qX3NtJOjTJ-lUUGSOVcP4N8/w300-h400/Pedro%20y%20Josefita.jpg" width="300" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Tras sus estudios, Manuel vuelve a España, y
a la par que sigue sus investigaciones químicas y la aplicación de estas al
mundo de la jabonería y perfumería (por las que más tarde será galardonado,
dicho sea de paso, con una medalla de oro impuesta por el ministro del momento
al mejor fabricante perfumista del siglo XIX), intenta rentabilizarlas con el
proyecto de una fábrica de jabones, primero en Madrid, y más tarde en Sevilla<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. Son peripecias agridulces, pues la
fábrica de jabones de Sevilla se la lleva la gran riada del año 1882</b>.
Josefita describe este luctuoso episodio, aun siendo grave, con una gracia
especial cuando Manuel cuenta este incidente a su hijo Alfonso:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">La
fábrica de jabones, como otras muchas industrias, fue anegada por las aguas;
pero en el caso nuestro, con la mala suerte de que arrasó con todos los perfumes
y colorantes que teníamos almacenados. El penetrante perfume se expandió en el
ambiente manteniéndose durante varios días y los sevillanos comentaban que, a
pesar de las desgracias tan grandes ocurridas durante la riada, nunca en la
vida iba a oler Sevilla de aquella manera tan maravillosa. También el Guadalquivir
llevaba en sus aguas, como si de un arco iris se tratase, mezclas de los
colores vivos arrastrados: añiles, rojos, amarillos, todos ellos en una extraña
mescolanza. Fue un espectáculo difícilmente repetible. Muchas personas se
quedaban atónitas viendo pasar aquel rebosante río multicolor. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">A esta
desgracia que acaba con muchas esperanzas de Manuel, se suman otras como el
acoso que sufre por colegas envidiosos o la ruptura pacífica de su matrimonio
y, por descontado, la quiebra de sus finanzas en la turbulenta e incierta
España que le tocó vivir</span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">. Y es que esa España del siglo XIX dejaba mucho que
desear en cuanto a estabilidad política se refiere. Este es un siglo convulso
en que abundan las Revoluciones y acontecimientos sociales. Tras la guerra de
la Independencia y la sublevación de las colonias de ultramar, se suceden
hechos tan importantes como las guerras carlistas, la coronación y el
subsiguiente derrocamiento de la reina Isabel II debido a la Gloriosa del 68,
la instauración de la I República, las guerras cantonales y la de Cuba, para
llegar en 1875 la Restauración borbónica con Alfonso XII y la instauración de
la alternancia en el parlamento entre liberales, liderados por Sagasta, y
conservadores, liderados por Cánovas, que sigue dejando sin solución los
problemas sociales. Este es un siglo donde se agitan grandes inquietudes y
chocan múltiples intereses, un siglo de agitación en las calles y la
Universidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrc-g-c5JeZpiLTMxgMyULqyZCQsLVZCltCf9imrEA2skwZ3QejvCvw6psmK262bVfn9w2a-8PIwSNeHVt-YSPCt5f7qgWBbQ49nBIFOyiDbur7W1hI15nWd93HaBhnrEmiTM1w8KyAOJDNLhbWXZIX5GcviZDTFBFBewEsvrnAlYM59OcrFcGew_ynD4/s1600/Casa%20de%20Cultura%20Francisco%20Rabal.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrc-g-c5JeZpiLTMxgMyULqyZCQsLVZCltCf9imrEA2skwZ3QejvCvw6psmK262bVfn9w2a-8PIwSNeHVt-YSPCt5f7qgWBbQ49nBIFOyiDbur7W1hI15nWd93HaBhnrEmiTM1w8KyAOJDNLhbWXZIX5GcviZDTFBFBewEsvrnAlYM59OcrFcGew_ynD4/w400-h300/Casa%20de%20Cultura%20Francisco%20Rabal.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Para evitar la ruina del padre, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">con diecisiete años Alfonso se embarca para
Argentina, la tierra prometida de aquella época, y lo hace en la cubierta de un
barco ya que no tenía dinero suficiente para pagar un camarote</b>. Llegado al puerto de La Plata, no tiene callos en las manos para emplearse de
estibador. Pero no voy a contar los pormenores de esta interesante novela, por
lo que solo daré pinceladas sobre la misma. Al cabo de un año, Alfonso regresa
a España para asistir al padre, pero <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tras
la repentina muerte de Manuel, de forma misteriosa, tal que podría pensarse en un
asesinato operado con artes oscuras, retomará y pondrá en solfa los negocios
familiares</b>. Buscando el mejor lugar que pueda afrontar una precaria
economía, monta una fábrica de jabones en la localidad cacereña de Navalmoral
de la Mata; para ello habilitará una antigua iglesia desacralizada recorrida
por los fantasmas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Como en España las cosas no le van del todo
bien, Alfonso Llofríu volverá a Argentina, donde armará una floreciente empresa
de jabones y perfumes que exportará a diversos destinos en Europa. Sus viajes
de Argentina a España, y viceversa, serán frecuentes, hasta que decide, una vez
muerta su primera mujer, Magdalena (una aguileña, dicho sea de paso), y
sufridos una serie de descalabros familiares como el óbito de su hija Carmen,
al igual que Magdalena por la tisis, o la prohibición taxativa de ver a su
único nieto, casarse en segundas nupcias con la prima hermana de Magdalena, su
cuñada Victoria. A instancias de esta última decidirá regresar a España y, aun
cansado y bastante abatido, seguirá haciendo lo que sabe hacer: montará una fábrica
de jabonería. Esta vez en Águilas, la pequeña patria de Magdalena y Victoria,
concretamente en El Rubial. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Un buen día, Alfonso se siente mal. Una
punzada en el pecho le avisa de que algo no va bien. Entonces se le aparece su
ángel de la guardia a quien, siguiendo el ejemplo de su padre Manuel, reza todas
las noches y al que ha sentido como un amigo protector a lo largo de toda su
vida:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">—¡Alfonso,
despierta! ¡Alfonso, tranquilo; todo irá bien! ¡Despierta! Alfonso, soy tu
ángel de la guarda, al que te has encomendado toda tu vida.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Alfonso
abrió sus ojos a la luz, lanzó un largo y sonoro suspiro y se derrumbó sobre la
mesa, abandonando su paso por este caprichoso e inestable mundo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Y ahí termina la novela, no sin recordar la
autora que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">mientras estamos en la tierra
los ojos se mantienen cerrados y se abren cuando la abandonamos</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlnMjxtCme42kiLec9fFUv6AbXW9GqtZpK4yRVtlvmjqyru7d2ngdnHi9779sKM_nA21wmMxHhCkh3MvSriFCg1DKS_lt8tU7rN0n49qqGPDJlwGw4PZDj-yWh8Imwq4nyziKDa957eYWcNCli2IHk9wzOI8iSIClBYhNn5CnSkLp21No6eepLXXmwSfs/s1600/Con%20la%20familia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlnMjxtCme42kiLec9fFUv6AbXW9GqtZpK4yRVtlvmjqyru7d2ngdnHi9779sKM_nA21wmMxHhCkh3MvSriFCg1DKS_lt8tU7rN0n49qqGPDJlwGw4PZDj-yWh8Imwq4nyziKDa957eYWcNCli2IHk9wzOI8iSIClBYhNn5CnSkLp21No6eepLXXmwSfs/w400-h300/Con%20la%20familia.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Para concluir quiero resaltar algo ya
mencionado. En <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Búsqueda</i></b> aparecen dos prototipos de hombre: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel, el intelectual y erudito, el
investigador, y, Alfonso, el hombre de acción, el emprendedor, el ejecutor, y,
diría, el batallador</b>. El resto de la constelación de personajes que irán
apareciendo en la trama gravitarán entorno a las biografías de estas dos
personalidades, con sus luces y sus sombras, sus afectos y desafectos. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
Búsqueda</i></b> se convierte, de esta manera, en el tributo y sentido homenaje
que la nieta y bisnieta de ambos personajes, Josefita, les rinde transcurridos
los años. Pero hay algo más, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">al hilo la
autora mostrará un trasfondo, a veces sugestivo, a veces inquietante, del poder
de la ciencia, en este caso, del poder de la química como heredera de la
alquimia medieval y de la búsqueda que esta hacía de la piedra filosofal, que
no era otra cosa sino la trasformación del hombre externo, sacudido por los
diversos avatares y circunstancias, en hombre verdadero, hombre esencial,
incólume, trasformación que operaban los misterios menores a que se sometían
los iniciados</b>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Por otro lado, si nos fijamos ahora no en el
fondo sino en la forma, la novela roza el realismo, pero no se ciñe
exclusivamente a él, puesto que da un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">salto
al realismo mágico y airea el trasfondo de intrigas y fuerzas ocultas que hay
detrás de una realidad meramente aparente</b>. Es una novela dinámica, de lectura
agradable con una gran musicalidad y cadencia en las frases, un ritmo de las
palabras en descripciones diamantinas que Josefita sabe conjugar con unos
diálogos reveladores. La técnica que utiliza la autora para darle rapidez y
agilidad a la lectura es la de salpicar la narración con numerosos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">flasch-back</i>; con esto consigue, aparte
de la agilización de la lectura, involucrar de forma velada al lector en la
construcción de la propia narración. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;">Pertrechémonos para la lectura de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La Búsqueda</b>, puesto que las calles de
Madrid, o de cualquier ciudad donde nos encontremos, quizá Murcia o Águilas,
parafraseando a Josefita, a ciertas horas de la noche, húmedas y neblinosas,
con el suelo empedrado y resbaladizo por el relente y el chasquido permanente
de los caballos tirando penosamente de los carruajes, parecen una sinfonía
bulliciosa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Jesús Cánovas
Martínez©<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Filósofo y poeta<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 16pt;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ad astra per aspera.<o:p></o:p></i></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-46543820950959053912023-02-17T12:45:00.005-08:002023-02-17T12:45:51.007-08:00RELACIONES IMPOSIBLES<p> </p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">RELACIONES
IMPOSIBLES<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">PEDRO
DIEGO GIL LÓPEZ<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">MURCIALIBRO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinyHbY1IeOvWeGxjy9TPVuG5Cn4kXdrv99Y2mtGBXVFfE4Nvvx1jRMDy1iVMIDH3BWqj-L-XmhPa_PGxD2rbkL9amUiCQNgsTCFvM0uFf6f2T9MPPFM6j1V7gxfmPcJPjIWEzq59cGYBfofga233MkPKoQr1_C5NFAybdy9O8__t6S7W-By28SUOnv/s257/PEDRO%20DIEGO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="196" data-original-width="257" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinyHbY1IeOvWeGxjy9TPVuG5Cn4kXdrv99Y2mtGBXVFfE4Nvvx1jRMDy1iVMIDH3BWqj-L-XmhPa_PGxD2rbkL9amUiCQNgsTCFvM0uFf6f2T9MPPFM6j1V7gxfmPcJPjIWEzq59cGYBfofga233MkPKoQr1_C5NFAybdy9O8__t6S7W-By28SUOnv/s1600/PEDRO%20DIEGO.jpg" width="257" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Leer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Relaciones
Imposibles</i> de Pedro Diego Gil López ha sido un auténtico disfrute, tanto
por su estilo narrativo como por el tema que aborda. Con una prosa segura,
firme, vigorosa, medida y trabajada, en el mejor de los sentidos, el autor
encara, con una gran profundidad de la mirada, el tema del amor. Y, al hilo,
nos propone el tema del sentido. ¿Qué sentido podría tener una vida si es ajena
al amor? Ahora bien, para abordar este tema, Pedro Diego hace una pirueta y los
personajes que nos propondrá, aquellos en los cuales brotará el amor del
certero pero ciego dardo del travieso Cupido, compondrán parejas radicalmente
disímiles por lo que sus relaciones rayarán lo imposible. ¿Lo imposible? Quizá
no, porque el amor allana caminos y hace converger lo imposible.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Son ocho narraciones diferentes, anunciadas
con las mayúsculas de las letras del abecedario. El amor puede surgir entre una
mujer policía y un conocido delincuente. También puede que surja entre un
sacerdote y una prostituta. O, ¿por qué no?, entre la cajera de un supermercado
y un pedigüeño que proviene del África negra y apenas conoce unas palabras del
idioma del país inhóspito que le ha acogido. No se rizaría ningún rizo si
pudiera aflorar entre las gentes del circo, pero sí lo sería si surgiera entre
una mujer enana y el Adonis que ejerce de trapecista. ¿Y si nos encontráramos
que florece entre una mujer solitaria y de fuerte carácter que realiza trabajos
tradicionalmente masculinos como pilotar el tractor con el que araña la tierra
y el capataz, dado a ensueños eróticos, encargado de supervisar su trabajo? Una
mujer dura, exquisita y de feminidad cortante como un cuchillo, ¿se podría
enamorar de un bala que después de estudiar Derecho a lo único que ha llegado
es a repartidor de pizzas? Un policía en el escenario de un reciente crimen, ¿a
raíz de una uña pintada de color rosa del dedo gordo de un pie podrá sumar
indicios hasta descubrir una sorprendente y aterradora realidad que involucra a
su mujer y a él? La última historia se desarrolla en la cafetería de un
supermercado de los extrarradios de una ciudad, y lo interesante de ella no es
solo la relación que se establece entre una camarera, mujer derrotada por la
vida (y hasta se podría decir <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chuleada</i>),
con el compañero que en secreto está enamorado de ella, sino también el hecho
de que las siete parejas disímiles que el autor nos ha presentado anteriormente
quedan convocadas en su pequeña trama, ajenas todas a la orquestación que el autor
está realizando. ¿Son títeres del destino? ¿Sus vidas se acomodan a un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fatum</i> que no pueden evitar? ¿Hasta qué
punto son libres para elegir el amor o la soledad? Las preguntas se amontonan
en la mente del lector, pero mientras esto sucede los personajes cobran vida y
el lector mismo tiene la impresión de que es uno más, hasta el punto de que
puede interactuar con ellos, preguntarles, entablar conversación si fuera el
caso para que estos le abran su intimidad. Cogiendo la alegoría del circo y
pensando en una de las historias más conmovedoras, la de la enana y el
trapecista, es la última pirueta con que el autor sorprende al lector. Pedro
Diego ha utilizado este poliédrico recurso para indagar en el amor y en el
concomitante sentido que con su vivencia puede adquirir la existencia humana. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwSSKxrVtgwRDGUZf1_spGTChfzZ7UXJTvvtGL1gOGs4n3rvPl-PMW5WlqBu6DJCh7-mCq-EFjrzYT3OzDwurm7eSzmyaJeoASz_wk-etJzl4IpsxSpFOB4donOEtvBUr6U_dx_mQK71W6s10JESwSSJgStE5FNFI7EUM3eN3A8nhfAcwqjGx0Lr6g/s360/RELA%20CIONES.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="242" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwSSKxrVtgwRDGUZf1_spGTChfzZ7UXJTvvtGL1gOGs4n3rvPl-PMW5WlqBu6DJCh7-mCq-EFjrzYT3OzDwurm7eSzmyaJeoASz_wk-etJzl4IpsxSpFOB4donOEtvBUr6U_dx_mQK71W6s10JESwSSJgStE5FNFI7EUM3eN3A8nhfAcwqjGx0Lr6g/s320/RELA%20CIONES.webp" width="215" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Las historias quedan hiladas con unas
reflexiones al inicio de ellas. Reflexiones que son tan interesantes como
necesarias porque revelan los propósitos del autor a la hora de escribirlas y
conducirlas hacia un final feliz o trágico. Cualquiera de ellas supone una
indagación en la naturaleza humana, y muestran todas lo frágiles que somos y
que tras una capa de aparente indiferencia o sobriedad habita en nosotros la
pasión, la inclinación al sexo y la renuncia a la soledad por la búsqueda del
amor. Un amor que cimbrea en el interior de cualquier personaje, pronto a
saltar como tigre agazapado. Un amor humano, tremendamente humano, que surge
como una extraña y exótica flor entre lo inverosímil de unas vidas que poco
tienen en común y busca trascenderlas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;">No
importa qué personas son las que están predestinadas a amarse. No hay ningún
estudio previo de </span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;">matching<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
genético. Es como si existiera una gran bóveda dentro de un enorme recinto,
donde reina una gran oscuridad; un edificio insospechadamente grande que
alberga en lo más alto de su construcción millones y millones de bombillas,
todas apagadas, cada una representando a una persona, que gracias a un
desconocido interruptor hace posible que solo dos de ellas se enciendan,<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">nos dice Pedro Diego al inicio de una de
estas historias. Y es así, ¿por qué surge el amor entre dos seres? No lo
sabemos, aunque pueden confluir varios factores, el más elemental quizá sea el
instinto, la atracción física, el deseo carnal:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;">Luchamos
con todas nuestras fuerzas, desesperados por darnos un gozo continuo, algo que
iba a ser definitivo, que nos iba a unir para siempre como si dos animales de
la misma especie se hubieran encontrado en medio del desierto, después de vagar
en solitario mucho tiempo en celo, el uno sin ser capaz de encontrar un macho y
el otro sin haber podido jamás encontrar una hembra.</span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Pero hay otros: la curiosidad, la lástima, la
benevolencia, el afán protector, la soledad excesiva, un choque de frescura…
Difícil enumerarlos todos, pues cada persona es diferente y vive en
circunstancias diferentes. Lo cierto es que según el autor <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el amor no es un experimento, la atracción no es una prueba física ni
el magnetismo entre dos personas es un desafío. El amor es el sentido de la
vida, la certeza de las certezas y el porqué de vivir. Antes del amor está el
vacío, la nada, la incertidumbre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPGjjRMoq2w5aB0fm8wpIYPa_J57QH3GBcvNSpQeyp6O3u53LZt_CbtSXzF62b07GPVAeppXWjZ9lp8VTf9t2vMRQ3pNh1EMbySIcJzXFV5U2yCiqrdp0dqKBfBwBPc-pM4ZDh4AqX9O-u3Pbq9fMzLV2dXX1_VdUxXL7wEg1hOgm_OT8ap9ZEq6RP/s1600/1676650050166.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="901" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPGjjRMoq2w5aB0fm8wpIYPa_J57QH3GBcvNSpQeyp6O3u53LZt_CbtSXzF62b07GPVAeppXWjZ9lp8VTf9t2vMRQ3pNh1EMbySIcJzXFV5U2yCiqrdp0dqKBfBwBPc-pM4ZDh4AqX9O-u3Pbq9fMzLV2dXX1_VdUxXL7wEg1hOgm_OT8ap9ZEq6RP/s320/1676650050166.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Los escenarios que enmarcan las historias
varían desde un tórrido verano a un inclemente invierno, desde el asfalto de la
ciudad hasta una campiña no necesariamente bucólica; los caracteres de los
enamorados entrechocan, y lo que vivían y creían que era el sentido de sus vidas,
si es que lo tenían, se les ha venido abajo. Nada perdura en su ilusión, todo
se desvanece como un sueño, tan solo el amor es permanente o su recuerdo. Así
toma también cuerpo el amor que se vivió o que podría haber sido si no lo
hubiera truncado la muerte, porque la muerte tristemente también entra en el
juego que Pedro Diego Gil López nos propone, como la misma esperanza; una
ventana abierta a cualquier posibilidad. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Relaciones imposibles de Pedro Diego Gil
López supone en última instancia un tratado del amor y suministra los ejemplos
oportunos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>Todos
los derechos reservados<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>Filósofo
y poeta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"> </span><i><span style="font-size: x-large;">Ad astra per aspera.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-26434743060144162782022-11-29T13:01:00.000-08:002022-11-29T13:01:27.534-08:00DIARIO DE UNA CINCUENTAÑERA<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">DIARIO
DE UNA CINCUENTAÑERA <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">MARIÁNGELES
IBERNÓN VALERO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">LA
ROSA DE PAPEL<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2QyBJKIAwm07p9gHt78gwGBsSovs4UJaGWcuTiY9-YMxLXdwt893nLRSr2nK53uISIhceOz9AViSug00pVG0wmx7hM_YCT7dGAIgFL18LCKj9d9hEcqdK_BB7ofarFAx5bhux9thKTJx-hXVst4s1NIVDN1izVG-U6yUSXsjdCPrvAix2c27TQfeo/s1280/Diario%20de%20una%20cincuenta%C3%B1era.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="852" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2QyBJKIAwm07p9gHt78gwGBsSovs4UJaGWcuTiY9-YMxLXdwt893nLRSr2nK53uISIhceOz9AViSug00pVG0wmx7hM_YCT7dGAIgFL18LCKj9d9hEcqdK_BB7ofarFAx5bhux9thKTJx-hXVst4s1NIVDN1izVG-U6yUSXsjdCPrvAix2c27TQfeo/w426-h640/Diario%20de%20una%20cincuenta%C3%B1era.jpg" width="426" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Una mala caída, un porrazo tonto con rotura
de rótula, llevan a la autora, Mariángeles Ibernón Valero, a replantearse
problemas vitales y a escribir este diario durante el período de convalecencia.
Lo constituyen veintiocho reflexiones que se suceden como latidos de un corazón
que quiere derramarse, como martillazos del alma de la autora con los que
quiere imprecar al lector y hacerlo partícipe de su propio itinerario de
curación. Los textos irán apareciendo, durante su convalecencia y
rehabilitación, en el Facebook y con ellos, al despertar del sol con cada
amanecer, sorprenderá a lo largo de los sucesivos días de un caluroso verano a
los amigos que la seguimos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";">Diario
de una cincuentañera</span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif";">
destila verdad, generosidad, empatía, amor: alegría de vivir la vida, en
definitiva, pues lo que prima en él es una concepción vitalista de la
existencia. Y este aspecto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">práxico</i> y
vital se subraya continuamente, casi machaconamente a lo largo de sus páginas. Cuando
se piensa, en el sentido de reflexión, se atrae el pasado, y los recuerdos pueden
hacer aflorar la nostalgia; pero si se actúa, se actúa de cara al futuro, hacia
la consecución de objetivos marcados, hacia lo porvenir, y tal resolución lleva
implícita la esperanza. Sin embargo, pasado y futuro, convergen en el presente,
único punto, tan real como fugitivo, donde se comprende la propia existencia;
así que, pensar y actuar, se resuelven en el espectar, contemplar, y contemplar
es entender en un golpe de luz el “yo soy”, intuir de repente lo que se es en
el aquí y ahora. Ni cualquier tiempo pasado fue mejor, ni cualquier tiempo
futuro será peor; ni mejor ni peor, el tiempo de la vida es el tiempo del
ahora. Y el ahora, un ahora núbil, grácil, renovado, siempre punto de partida,
alegre como la mañana, es en el que pivota la autora y nos lo ofrece con una
soberana carga de inocencia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Cierto es que tal punto vitalista no se puede
racionalizar propiamente; no hay argumentos contundentes para esclarecer tan
meridiana verdad. La vida, por el contrario, está para vivirla y la razón es
uno de sus añadidos. Cualquier acontecimiento puede esconder una revelación,
cualquier accidente traumático catapulta hacia una catarsis. De esta forma la
crisis se resuelve en su doble sentido de “juicio” y “oportunidad”.
Oportunidad, ¿de qué? De renovación. En su primer golpe de luz dice
Mariángeles:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Los cambios
asustan. Bloquean. Pero cuando amaneces sabiendo que tu vida ya no palpita de
la misma manera, puedes hacer muchas cosas. Mirar hacia otro lado o comenzar
una nueva aventura. Yo he elegido cambiar el chip. Porque esta vida que tenemos
es una y, al margen de lo que algunos crean, no espera a nadie. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfLxhZnU3mRWRJyhOVC6Qj6NaWWBfaAOD9XE8ZRd1f8h6Mhpre0Ho-NpLHki7A_UdvqUFovs4To0QarzXtmHM2RdF9PWZP0FmqHO2RgzM1aiONg2G3AcXfSmWWv13TJ-_bkpQ-G248lnuitocDK3dE874gxk-ALMlmy7DFuQPc2U-XInwPbgHYSnJu/s622/125175548--624x936-kzg-U502043582552sEB-624x385@La%20Verdad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="385" data-original-width="622" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfLxhZnU3mRWRJyhOVC6Qj6NaWWBfaAOD9XE8ZRd1f8h6Mhpre0Ho-NpLHki7A_UdvqUFovs4To0QarzXtmHM2RdF9PWZP0FmqHO2RgzM1aiONg2G3AcXfSmWWv13TJ-_bkpQ-G248lnuitocDK3dE874gxk-ALMlmy7DFuQPc2U-XInwPbgHYSnJu/w400-h248/125175548--624x936-kzg-U502043582552sEB-624x385@La%20Verdad.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Ahí está el programa, por tanto, el proyecto:
en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el comienzo de una nueva aventura</i>,
en el no arredrarse y echar hacia adelante con coraje y ganas de vivir, porque
no hay que dejarse hundir, o dejarse morir, que viene a ser lo mismo, tal como
el viejo Sancho aconsejaba a Quijote cuando se hallaba en sus postrimerías. Esa
sería la mayor de las locuras, y Mariángeles, sabedora de que lo es, la conjura
desde el inicio de su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario</i>: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">A pesar
de haber estado tan expuesta, tan rota, tan hundida, me he sabido agarrar de la
mano, mantenerme a flote. Recoger mis pedazos.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">El aspecto de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">praxis</i> vital se subraya con insistencia en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario</i>, el trabajo del día a día por conquistar la plenitud, el ser
de lo que somos, la realización:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Yo elijo
trabajar eso que algunos llaman buena suerte y no, nunca debemos sentarnos a
esperar. Pase lo que pase, jamás hay que sentarse a esperar… Los sueños conquistan
el imaginario de los valientes, los cobardes están ocupados buscando excusas y
culpables.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">En otro momento, sabedora de la existencia de
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Kairós</i>, del tiempo de la oportunidad,
que llega pero rápido pasa; sabedora también de que nadie se lo regalará sino
su propio trabajo, expresa con meridiana certidumbre el aserto:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Exigir
nuestro sitio es un error. Los lugares le pertenecen a uno cuando el destino y
el momento perfecto se unen al esfuerzo de nuestro trabajo.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Quien llega a tal conclusión ha alcanzado,
por así decirlo, la sabiduría. Cuando el trabajo y el destino y el momento
perfecto, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Kairós</i>, se aúnan,
incitan a una revolución en nuestra vida. Ahora bien, el expectante del tiempo
de la oportunidad es uno mismo, y uno mismo es el que ha trabajado para ver ese
momento acondicionando su mirada. Sí, en uno mismo está la llave de su propia
conquista y, por consiguiente, de la conquista de sus sueños y felicidad. Y el
golpe de luz nº 6, espero que Mariángeles me permita hablar de esta manera, es
especialmente esclarecedor en este sentido ya que ofrece el ideario de vida de
la autora. Dejo al lector que lo descubra por sí mismo, aunque no me resisto a
reproducir su inicio, de por sí muy revelador:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">NO SOY
UNA SUPERMUJER,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">ni
falta que me hace, conozco mis límites.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Y es que la aventura, la nueva y verdadera
aventura, la conquista de sí, el “serse”, comienza poniendo los pies en la
tierra. Ahora bien, sin dejar nunca de lado la alegría y la aspiración suprema
a la felicidad. Y sin arredrarse, sin hacer caso al qué dirán e invitando a la
aventura a todos aquellos que estén en la misma honda. La autora raya la
genialidad (genial por sincera), cuando declara:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">A VECES
DICES QUE ERES FELIZ<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">y te
miran con sospecha, como si la mentira fuera la única explicación, como si no
pudiera compartirlo.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">El sentido de la vida, pues, es el trabajo
diario, y la felicidad consiste en el camino diario que hay que realizar para
ser feliz; ese esfuerzo que hacemos, y debemos hacer, para vivir la vida en
plenitud. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Cuando hago la reseña de un libro siempre me
dejo muchas cosas en el tintero que me gustaría decir pero no digo. Y no digo
porque es el lector quien tiene la última palabra, o, por lo menos, su palabra,
que bien puede contrastar con la mía. Por mi parte, lo que pretendo es incitar
a la lectura, correr las cortinas para que el que quiera vea la función. Nada
más. Y nada menos. Porque como nadie me obliga soy libre para decir lo que
quiero y pienso. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario de una cincuentañera</i>
de Mariángeles Ibernón es algo más que un Diario, algo más que un libro de
autoayuda, aunque así podría parecer; es directamente una gozada. Es un libro ideal
para quienes buscan la autenticidad. La autora se sincera hasta los tuétanos y
se nos muestra tal y como es, sin cortapisas, con valentía. Y nos recuerda su
gran pretensión, que nos la ofrece hasta el punto de que también la hace
nuestra:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Pero
como me encanta llevarme la contraria, he decidido encontrarme y embarcarme con
mi presente, que me recuerda días felices por llegar. Así soy feliz cada día…<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">El punto y final no está puesto. Queda la
invitación al lector.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Todos
los derechos reservados<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Filósofo
y poeta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;"> </span><i><span style="font-size: large;">Ad astra per aspera.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-83282164982954739912022-11-20T11:54:00.001-08:002022-11-20T11:57:12.101-08:00"CUENTOS COMPLETOS" DE FRANCISCO JAVIER ILLÁN VIVAS<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">CUENTOS
COMPLETOS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">FRANCISCO
JAVIER ILLÁN VIVAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">PRÓLOGO
DE LUIS ALBERTO DE CUENCA<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">M.A.R.
EDITOR<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif""><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5_o-6Vt08XmvulAFlt89v2VKRpX7HDFp9JLjePx08rNSrih6ML_4zmIdch9RlZj8jzYkdiWwPwg5rr5s-sshwwTmL4uK4D5jvi1pe7dBrIqB8DvKPXlWvoBYYzxurWEebABMCnEcaDg5xLkHqluCrG9Z-ZPxXA1-E5xtO2bC-L3nRP1piZxxQ8Ayf/s1008/illan%20cuentos%20completos%20web.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="924" data-original-width="1008" height="366" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5_o-6Vt08XmvulAFlt89v2VKRpX7HDFp9JLjePx08rNSrih6ML_4zmIdch9RlZj8jzYkdiWwPwg5rr5s-sshwwTmL4uK4D5jvi1pe7dBrIqB8DvKPXlWvoBYYzxurWEebABMCnEcaDg5xLkHqluCrG9Z-ZPxXA1-E5xtO2bC-L3nRP1piZxxQ8Ayf/w400-h366/illan%20cuentos%20completos%20web.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Me va a permitir el autor, antes de nada, una
pequeña enmienda a la totalidad; esta hace mención al título del libro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuentos completos</i>. A mi modo de ver le
falta una apostilla, que sería: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hasta la
fecha</i>, pues Francisco Javier Illán Vivas está en la plenitud del vigor <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>creativo, y es de esperar que por mucho
tiempo. Así que no debemos pensar que ha cerrado algún ciclo de producción,
como puede ser el de la narrativa breve (la publicación de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Obras Completas</i> suelen hacerlas los
herederos); es más, estoy seguro de que a más no tardar nos sorprenderá
gratamente con nuevos relatos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Son sesenta cuentos los que componen el
volumen, escritos a lo largo del dilatado período de tiempo de cuarenta años:
cuarenta y siete de ellos aparecidos en diversos medios y debido a diversos
motivos, sea en el volumen de 2013<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> La
Isla y otros relatos</i>, o en revistas y antologías e, incluso, en programas
radiofónicos; los otros diecisiete hasta este momento eran inéditos. El orden
de secuenciación de los mismos obedece a los arcanos de la mente del autor que
yo ni siquiera trataré de desvelar. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">La primera impresión que he recibido de estos
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuentos completos </i>es la comunicabilidad
que mantienen los relatos, como si estuvieran dotados de puertas y ventanas, y
pasadizos secretos que los conectaran con el resto de la obra del autor y
consigo mismos; algo que quizá responda a la intención consciente por parte de
F. J. Illán Vivas de crear laberintos, puentes de conectividad e incluso pozos
ciegos sin posible salida. Otra imagen que me viene a la cabeza para
caracterizar el libro, aparte de la del laberinto, es la de un castillo
interminable con dependencias, pasillos, salones, cámaras y fosos donde aguarda
la sorpresa. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Al respecto de la interconexión que mantienen
los textos traigo un par de ejemplos. Salta a la vista que el protagonista de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mi tiempo</i> (relato publicado en 1982 en
la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guía del Sureste</i>) es el
mismo que el del relato <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Condenado a una
muerte efectiva</i> (aparecido en 2012 en la antología <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los mejores terrores en relatos</i> después de treinta años de que
apareciera el primero). El mismo despacho, el mismo orden de los objetos, la
misma impoluta atmósfera casi decadente, la misma parsimonia del protagonista y
los mismos actores secundarios…, y como música de fondo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carmen</i> de Bizet; de repente, un estallido de vidrios que conducirá
a dos posibles desenlaces. Otro ejemplo podría ser la concatenación que
mantiene el cuento <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El gran secreto</i>
(aparecido en la revista LML en 2006) con los impecables inéditos que le
siguen: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El jardín</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tarde de lluvia en Nueva York</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La primavera se negó</i>. En los cuatro el
protagonista es una mujer que habla en primera persona y los cuatro están
traspasados por un especial lirismo con sabor a cartas, a misivas que nunca
serán contestadas; a los cuatro recorre la sensación de derrota y de muerte, y
los cuatro están dotados de una floral melancolía. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El gran secreto</i> una mujer triunfadora, diplomática para más señas,
recorre por las noches los bajos fondos de las ciudades a las que le lleva el
destino, así pasea su vacío interior; ha triunfado profesionalmente, pero ha
fracasado en el amor. Los siguientes relatos inciden en la sensación de fracaso
amoroso, de muerte y renacimiento; un jardín otoñal que renace cuando los
enamorados dicen al unísono “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">te quiero</i>”;
un banco del Central Park de Nueva York bajo la triste lluvia del atardecer
precipita el recuerdo y la emoción; cuando el espíritu escapa, quedan las
cenizas, pero cenizas impregnadas de un germen que nuevamente puede hacer
brotar la vida (Una bellota contiene la creación de mil bosques, recuerda el
autor citando a Emerson). El lector, si así le place, puede buscar otras
correspondencias entre los cuentos que integran el volumen, y seguro que las
encontrará.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7_vwgqEblG2kJ21J_rZn5CwRugYkfaqumqUX4Qq_QUoivVMZhDia4loEIXO6VT6pJzlZlNzTH2-R3tKAY8glqfQqX0bg-t9Xm3RfVvp1W1oNpU7qxh0FvpVTNRBPvJCNr6rHA8yWhLwrp_OdqtS8qBl1zYQN1c4a95YuSQCWecA4kcdW_kPEI1H_P/s619/illan%20vivas%20foto%20web%20cuentos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="619" data-original-width="566" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7_vwgqEblG2kJ21J_rZn5CwRugYkfaqumqUX4Qq_QUoivVMZhDia4loEIXO6VT6pJzlZlNzTH2-R3tKAY8glqfQqX0bg-t9Xm3RfVvp1W1oNpU7qxh0FvpVTNRBPvJCNr6rHA8yWhLwrp_OdqtS8qBl1zYQN1c4a95YuSQCWecA4kcdW_kPEI1H_P/w366-h400/illan%20vivas%20foto%20web%20cuentos.jpg" width="366" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Pero estos cuentos no solo están conectados
entre sí, sino que muchas veces mantienen un vínculo con el resto de la
producción literaria de F.J. Illán Vivas, especialmente la fantástica
concerniente a la saga de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La cólera de
Nébulos</i>. Vengo al caso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La espada</i>.
Dos parejas mantienen una amigable velada cuando el protagonista se aparta de
sus invitados y de alguna manera es llamado por la espada que cuelga de una
pared. La compró “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">en una rancia tienda en
Toledo, a precio casi de saldo</i>” y hasta ese momento la tenía olvidada. La
espada le atrae de tal manera que termina por cogerla entre sus manos y al
tiempo se le despiertan varias neuras, pero el hilo del relato no corre hacia
el desenlace que el lector supuestamente prevé. El protagonista recuerda el
nombre de la espada<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Dragonia</i>, y esta
le transporta, allende el tiempo y el espacio, a un lugar o dimensión paralela,
donde la magia es posible. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Judit</i>
aparece en el relato <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pesadilla</i>
(publicado en 2004, con motivo de un homenaje a Robert E. Howard, en la revista
universitaria <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El chino del maletín</i>) y
sabemos del carácter infernal de esta engañosa belleza que despierta las
desenfrenadas pasiones, la concupiscencia más atroz y vampírica, por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El retorno de la espada</i> (2021).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Una característica de gran parte de los
cuentos que integran el volumen es la técnica utilizada al escribirlos.
Generalmente los abre un párrafo brillante que capta la atención del lector;
acontece luego un relato que comienza a ser previsible, pero el autor, en un
momento dado, de manera imprevista da un giro de tuerca al hilo conductor, a
veces dos, o tres, con el que cambia el sentido de la narración. El lector
queda confundido hasta que encuentra el nuevo hilo (ahora onírico o quizá
fantástico, diferente en cualquier caso); finalmente, el cuento se cierra de
modo también sorpresivo, y brillante. He mencionado antes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La espada</i>, que puede servir de ejemplo; sin embargo, vengo a
reparar en el que lleva por título <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Concierto,
privado, de Navidad</i> (publicado en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Matar
a quienes manejan la economía</i>, 2014). Choca ya su título con ese apóstrofe:
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">privado</i>, y su primer párrafo es
impactante:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, "sans-serif"">Cuánto
le apetecía en aquel momento un cigarro, y su recuerdo se marchó hacia una
dacha a las afueras de Omsk, cuando, rodeado de aquellos cuatro desconocidos,
bebían, fumaban, cantaban y él, como siempre, hacía sonar su vieja </span></i><span face="Arial, "sans-serif"">getzen<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, la misma que le acompañó en el recital del
Metropolitan hacía treinta años… La había besado tantas veces que sus labios, y
la boquilla, tenían una huella común, capaz de acoplarse con más perfección que
dos amantes.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, "sans-serif""><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Un famoso concertista está enfermo de muerte.
Sabiendo que le queda poco tiempo de vida se decide a dar dos conciertos
privados ante un selecto grupo de personas. Uno en la Fundación March donde
interpreta el Concierto nº 3 para piano de Rajmáninov, adaptado para trompeta
por primera vez en la historia. Sin embargo, la vuelta de tuerca sucede
inesperada; estamos cercanos a Navidad y falta el árbol. Tras la composición
del significativo símbolo navideño, el viejo concertista, sumido en sus
reflexiones, esputando sangre, esperando a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ella</i>,
aunque sin miedo, se dirigirá a Moncloa para dar su segundo concierto.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4hQuDsKzBlax8U7dlpiN-i2OhbAMTnlVoad9btTGao8k472MeX1I-QtkvHAmuGkVgw6jO8CAvX5ZAk2iTTv59XqQ6m-hEe0eFQKd1DPFy_5phsWuH8qc04GOm9dMcRgvS_pfBviC9uPj6Cn5KcGmI5NCPnZSe7rL8CfWDPAUEWvx6zHRP_3iKZ01q/s270/La%20Isla%20y%20otros%20relatos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="270" data-original-width="187" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4hQuDsKzBlax8U7dlpiN-i2OhbAMTnlVoad9btTGao8k472MeX1I-QtkvHAmuGkVgw6jO8CAvX5ZAk2iTTv59XqQ6m-hEe0eFQKd1DPFy_5phsWuH8qc04GOm9dMcRgvS_pfBviC9uPj6Cn5KcGmI5NCPnZSe7rL8CfWDPAUEWvx6zHRP_3iKZ01q/w277-h400/La%20Isla%20y%20otros%20relatos.jpg" width="277" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">No falta el humor y la broma en estos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuentos completos</i>. Un relato que me ha
hecho especial gracia en este sentido es el que lleva por título <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La flema inglesa</i> (publicado en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Londres</i> en 2017). El relato está escrito
con la misma técnica de la sorpresa que he descrito antes, pero si en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Concierto, privado, de Navidad</i> el humor
se adosa con tintes negros y de muerte, aquí lo hace con sesgo erótico y
festivo. Asistiremos al desconcierto de un pobre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Asperger</i> cuando asiste a un curso intensivo en Londres y conoce a
María Victoria de los Ángeles, Viki, chica algo alocada, moderna y sin
complejos que durante tres días le irá descubriendo ciertos entresijos de la
vida londinense. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Licaón en Moncloa</i>
(publicado en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Anatomías secretas</i>,
2014) es otro ejemplo del humor un tanto negro que gasta F.J. Illán Vivas. Un
científico, demasiado soberbio, que ha investigado sobre la capacidad de
mutación, comienza en primera persona alabándose a sí mismo:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, "sans-serif"">Soy el </span></i><span face="Arial, "sans-serif"">Maestro<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> en mi campo, la autoridad mundial única y
he alcanzado el aburrimiento, no hay riesgo en mis estudios, en mis proyectos.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">De cara a esa introducción la hilaridad está
servida. Anselmo Casillas se llama el científico y lleva algo entre manos. Pero
el autor está dispuesto a jugar con el mito de Licaón para trastornar de forma
drástica, y risible, los proyectos del eminente científico.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Se podría decir que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Licaón en Moncloa</i> es un cuento con moraleja, pero hay alguno más.
Subrayó dos de ellos; en uno se castiga la ambición desmedida, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La leyenda del cactus</i> (publicado en la
revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">LM Literaria</i>, diciembre de
2005); en otro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Caballero del honor</i>
(publicado por primera vez en la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guía
del sureste</i>, mayo de 1983) donde, una vez más, se denosta el endiosamiento
a que lleva la soberbia. El primero tiene como tema de fondo uno de los mitos
que alentaron las expediciones de los conquistadores españoles: la búsqueda de
la Fuente de la Eterna Juventud. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“De
Gonzalo, Conde y Gobernador de Santiago, lo tenía todo: poder, riqueza,
mujeres, favor del Emperador”</i>. ¡Ay!, pero le faltaba algo: la juventud,
pues “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">sus sesenta y tres años marcaban su
decadencia”</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Por qué los poderosos
hemos de morir?”,</i> se preguntaba con rabia. Servida queda la aventura porque
a sus manos ha llegado un plano que indica la ruta a seguir para encontrar la
fuente de la vida eterna, secreto custodiado por los incas. La ambición es
extrema, pues no solo es de riquezas. Así aparecerá un juego de ambiciones que
llevará al desastre entre el Conde y sus lacayos más próximos. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Caballero del Honor</i> nos muestra un
chuleta medieval que no ha perdido ningún torneo. Por casualidad oye una
conversación en la que alguien nombra a una Princesa encerrada en la torre de
un castillo, y el chuleta, ni corto ni perezoso, se encamina hacia allá con el
fin de liberarla. Llegados aquí podríamos decir, ¡ole tus huevos!, y bueno,
huevos no le faltan al tipo porque pasa a espada hasta al apuntador, pero…, y
existe el pero…, pero…<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUKNzjarpnatIfUFrAZBtJPh6BLzrvHcDb4JWh7238dmSmVIPqb2eJLMzXUNCB58KOMmqaon8nYDkGlYXzj4rSB9zxuUyOOWXm0wpIf6lvTMnc92slr5u2ahU9Bc8ObuFbZnXuNdKFRzf1clrv6xAQWHccdec0ocdoC49Si4eHw6EMQB9ePERPXgn3/s1600/CON%20PACO%20ILLAN.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1201" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUKNzjarpnatIfUFrAZBtJPh6BLzrvHcDb4JWh7238dmSmVIPqb2eJLMzXUNCB58KOMmqaon8nYDkGlYXzj4rSB9zxuUyOOWXm0wpIf6lvTMnc92slr5u2ahU9Bc8ObuFbZnXuNdKFRzf1clrv6xAQWHccdec0ocdoC49Si4eHw6EMQB9ePERPXgn3/w400-h300/CON%20PACO%20ILLAN.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Guiños a autores con los que J.F. Illán Vivas
se siente cercano y responden a su iconografía literaria (Lovecraft, Poe,
Tolkien, Robert E. Howard, Hemingway, Simenon, Daphne de Maurier, Ray Bradbury,
Aldous Huxley…), paso de la realidad cotidiana a la realidad fantástica u
onírica con tintes góticos (sobre todo en los cuentos pertenecientes al volumen
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La isla y otros relatos</i>), dosis de
humor, de erotismo, mucha melancolía, pesadillas, objetos cargados de magia,
alusión a sus ancestros (los Illán, los Vivas), a sus lugares cotidianos
(Molina de Segura, Los Valientes, el Mar Menor…) y, finalmente, un ramillete de
hiperbreves con que nos regala.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Lo dejo aquí y quien quiera indagar que
indague. Siempre he dicho que cada lector tiene derecho a su lectura; yo
solamente he dado unas pinceladas acerca de mis impresiones sobre el libro.
Estos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuentos completos </i>de J. F.
Illán Vivas tienen una gran riqueza y puedo decir con seguridad que quien se
asome a ellos no será defraudado. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Todos
los derechos reservados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 106.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 0cm 106.2pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Jesús
Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 106.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 0cm 106.2pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Filósofo
y poeta<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 106.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 0cm 106.2pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">Ad astra per aspera</span></span></i><span face="Arial, "sans-serif""><span style="font-size: large;">.</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-19836255422633473102022-11-11T07:55:00.001-08:002022-11-11T07:55:43.187-08:00OFICIOS DESAPARECIDOS. AMA DE CRÍA<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">OFICIOS
DESAPARECIDOS. AMA DE CRÍA.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">AMPARO GONZÁLEZ
TOMÁS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">EDITORIAL SOLDESOL<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwFwk7F_bAZCp7aghwPpfFqj7p9rU-LM6seU6Cc_cdpZ74AnutKGyXa2klrZm9nFfCjKbx6lvw2e3dQh-cD92uMQtQm9hr2ixylBltlK2KKkxkpO9tYQVUMWfdZ0OCiXsDS5x8lVVw0RFdvFzcsr4wZjgUIxsDzDKBjeqjuE1_EMJy1jbGo_CyDHbh/s1600/IMG-20221111-WA0003.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwFwk7F_bAZCp7aghwPpfFqj7p9rU-LM6seU6Cc_cdpZ74AnutKGyXa2klrZm9nFfCjKbx6lvw2e3dQh-cD92uMQtQm9hr2ixylBltlK2KKkxkpO9tYQVUMWfdZ0OCiXsDS5x8lVVw0RFdvFzcsr4wZjgUIxsDzDKBjeqjuE1_EMJy1jbGo_CyDHbh/w400-h300/IMG-20221111-WA0003.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">Son
ocho relatos los que componen este libro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oficios
desaparecidos. Ama de cría</i>, del que Amparo González hace entrega, los
cuales como hilo conductor tienen la recreación de oficios desaparecidos, tal y
como su título indica. Como estos oficios hoy no existen, tampoco existen las
gentes que vivieron de ellos, por lo que los relatos se remontan a un pasado,
sea este el de nuestros abuelos o el de los abuelos de nuestros abuelos; así el
toque costumbrista se adhiere a ellos y es esencial a los mismos. El lector del
libro, por consiguiente, debe prepararse para entrar en el tiempo remoto que
recrean en cuanto a la forma de vida de sus protagonistas, a ese pasado de
tradiciones hoy caducas que constreñía sus vidas y que, porque hoy son un mero
eco o no existen, pueden chocar bastante a un urbanita de nuestros días; sin
embargo, a este no le chocaran las emociones y anhelos que recorren a estos
personajes, pues son universales y atienden a todo ser humano de cualquier
época y en cualquier circunstancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">Lo
primero que cabe resaltar, por lo menos a mí me lo ha parecido, es la
preponderancia que adquiere la mujer (la femineidad como categoría queda
resaltada al máximo), tan arrumbada a papeles secundarios en un pasado
desgraciadamente no tan lejano, como si Amparo González quisiera hacer una
reivindicación allende el tiempo de su dignidad, de su valía y, en definitiva,
de su capacidad de integrar una familia, aun sirviendo de sostén económico,
posibilitando la pervivencia y cohesión de sus miembros. Una mirada femenina, analítica,
tremendamente observadora, a la que no escapan los detalles por nimios que
estos sean y difícilmente se le podrían ocultar las emociones del alma, recorre
las páginas del libro y otorga a los relatos el punto de vista necesario para
crear una atmósfera propia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ama de cría</i>, quizá por ser uno de los relatos más significativos,
encabeza la serie. Amparo González nos relata un drama (y bien es verdad que
los ocho relatos adquieren tintes dramáticos). Hay cosas que no se eligen y
acontecen como un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fatum</i> del que no
podemos escapar y nos condicionará durante toda la vida. Tal ocurre con la
protagonista del relato, cuya precaria vida estará traspasada por la muerte y
el desamor; la felicidad que desea quedará diferida por la esperanza, pero la
esperanza quedará sometida a duras pruebas. Tras un parto, que debemos suponer
difícil, muere su hermana gemela y al poco su madre. Su madre era la segunda
esposa de José, el padre, quien la tomó en nupcias una vez muerta la primera
mujer, hermana de la misma. (Y no debe extrañarnos que esto ocurriera, pues
dicha práctica se solía estilar en aquella época por varios motivos<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: porque ya se conocía a la familia, porque
se le tenía cariño de tanto entrar en la casa, porque estaba bien visto si la
hermana no tenía novio y, sobre todo —</i>no fue el caso del padre de la
protagonista<i style="mso-bidi-font-style: normal;">— si se tenían hijos pequeños</i>;
de esta forma todo quedaba en familia.) Tras la pérdida, José, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hombre de mirada de pájaro atento, dejó de
mirar y perdió el interés por vivir</i>; aun así, busca un ama de cría que
amamante a su hija superviviente. Encontrar una nodriza para los hijos era
señal de bonanza económica de la familia; pero esta tenía que cumplir una serie
de requisitos, los cuales reproduzco aquí para mostrar el detallismo de la
autora:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que su edad oscilara entre los
diecinueve y veinticinco años, que estuviera amamantando a su hijo, pero que
este no contase con más de dos o tres meses de edad. También que poseyera un
buen informe médico; estar vacunada y tener una salud rebosante. Se valoraba en
exceso que no tuviera ninguna enfermedad en la piel. Otro documento importante,
que redactaba el cura del pueblo, era el de </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">«</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">buena conducta</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">»</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> y una moral intachable, con ir a misa era suficiente.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">En
fin, aquello se parecía al ajuste para comprar una vaca. Pero volviendo al
relato, y como refiere la autora “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">toda
existencia personal descansa en un secreto</i>”. Quizá sea así. El caso es que
Luciana, la nodriza, parece que lo tiene. José, que pronto se da a la bebida,
no lo sospecha, a pesar de un cuadro premonitorio y horriblemente realista que
contempla en casa de la futura ama de cría; tampoco le alertan sus ojos
pequeños y crueles. (Es sabido que el mal existe y con frecuencia anida en las
personas; dejo que el lector descubra este pormenor por sí mismo.) Al borde de
la muerte, la protagonista tiene la suerte de ser rescatada de esta ama. Se
quedará huérfana de padre y deambulará de casa en casa; un muchacho que con
timidez la ronda, su primer y gran amor, morirá prematuramente. E, incluso, en
una de estas casas de acogida, la del Hierbas, abuelo político y naturista para
más señas, en la que recibe un verdadero afecto, sufrirá un fiasco. El Hierbas
solo tenía un vicio: era un jugador empedernido, y las cuatro herencias <i style="mso-bidi-font-style: normal;">típicas de la época</i> que le dejaron sus
padres, el susodicho las pierde en el juego:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un arca con un ajuar completo bordado
que era el de mi madre; una pequeña finca en Los Molinos, situada en un buen
lugar; la tercera parte de una gran casa familiar, y un cofrecito con joyas de
la familia.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">¡Vaya
con el Hierbas! La ironía no falta en la escritura de Amparo González, muchas
veces soterrada, pero otras tantas explícita. La protagonista, de la que se
hurta el nombre, al paso de los años, muy entrada en la madurez, se casa con un
hombre que la ama. No es su primer amor, por lo que duda en tomar tal decisión,
pero bastante áspera había sido su vida para renunciar a la felicidad que le
rondaba. El relato, sin embargo, no acaba aquí, porque todavía queda algo por
resolver: el misterio de su ama de cría. El azar o los remordimientos llevan a
una “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">austera vieja”</i> a desvelar dicho
misterio. La protagonista necesita comprender las raíces del mal, tal vez
disculpar. Tras el encuentro con la vieja, confiesa:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: x-large;">Muchas preguntas surgieron de regreso a
casa. Pero decidí meterlas en el baúl de las “extrañezas de la vida” para
conseguir olvidar a una madre desgraciadamente inolvidable.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">Y
ahí termina el relato, sin <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorín
colorado</i>, con un final abierto para que el lector pueda imaginarlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_PVWk__V1M9Csd58Avl6CxxExqvQl9WH4qFJzoL76-loFj2orAolmvOC9OZu5qQDzR4AX192l133CkT1Wfr9MdqvYLDS6LI0fJS3E2RhZr7qbQl7dcKiXQ_u5X-c12ettEW6GSrr7AD-wpmOWtxJo0lAbuuIL0YEGYk3DthtzCm8yYRO3R-tjghCG/s4080/PORTADA%20AMA%20DE%20CR%C3%8DA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4080" data-original-width="3072" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_PVWk__V1M9Csd58Avl6CxxExqvQl9WH4qFJzoL76-loFj2orAolmvOC9OZu5qQDzR4AX192l133CkT1Wfr9MdqvYLDS6LI0fJS3E2RhZr7qbQl7dcKiXQ_u5X-c12ettEW6GSrr7AD-wpmOWtxJo0lAbuuIL0YEGYk3DthtzCm8yYRO3R-tjghCG/w301-h400/PORTADA%20AMA%20DE%20CR%C3%8DA.jpg" width="301" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">Con
una prosa clara, pero intuitiva; con un análisis pormenorizado, pero liviano en
la lectura, Amparo González pasa revista a una serie de heroínas que se podrían
elevar a la categoría de arquetipo. Son mujeres luchadoras que se rebelan ante
su condición generalmente de pobreza, y no solo pecunaria. Este es el caso de
la cigarrera, de la cual curiosamente, al igual que la protagonista del primer
relato, tampoco se nos dice el nombre (¿qué pretende la autora con tal ardid?).
A los dieciséis años huye de su casa para no volver más. Está<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>harta del maltrato que su padre da a su
madre, y en la capital del Reino, con tan humilde empleo como el de cigarrera
logrará salir adelante e, incluso, enviar dinero a su familia. Pronto observa
que un muchacho la ronda y conocerá el amor. Sin embargo, el mal golpea, y
golpea siempre de forma necia y absurda,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>por lo que tales presagios de dicha se truncaran por no ceder a los
deseos de un cliente; para colmo descubrirá que su príncipe azul era un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">príncipe envenenado</i>, pues comienza a
repetir los malos hábitos de su padre… No obstante, a pesar de estos
descalabros, la vida sigue y tal vez le sonría en un futuro no demasiado lejano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">Hay
una bondad natural en estas mujeres, inocencia en el más genuino sentido del
término, que difícilmente se pervierte aun con los reveses sufridos. Cándida,
la lavandera, al intimar con Viana, la mujer que le da trabajo, descubre que
puede haber otro tipo de amor diferente al que ella y su marido se profesan.
¿Cómo es posible que después de cincuenta años de matrimonio un esposo ejemplar
deje a su mujer por una sirvienta? Podría ser por el tedio que suman los años
sobre los años. En cualquier caso, ¿se podría otorgar el perdón a esta
infidelidad? Dejo de lado estas preguntas y vengo a considerar el caso de la
azacana o aguadora, Catalina, quien, con un padre desaparecido en la guerra y
pronto huérfana de madre, pasa a la tutela de la abuela con su hermano Gabriel.
Los dos hermanos tendrán que ganarse la vida de aguadores, duro trabajo mal
pagado que les lleva a recorrer infinitas leguas al día por caminos llenos de
peligros para vivir con un poco de dignidad. Fue una suerte que Catalina no
hubiera heredado el labio leporino que caracterizaba a las mujeres de la
familia, por lo que Juan de Dios, el hijo de un hacendado bien situado,
fascinado por su belleza, pronto se enamora. Casa Catalina con Juan de Dios y
Gabriel se va a vivir con ellos, pero el mal, soterrado, oculto, está ahí: Juan
de Dios guarda un secreto, tal vez demasiado pesado para sus hombros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">Y,
bueno, dejo de contar mis impresiones sobre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oficios
desaparecidos</i> porque el lector tiene derecho a descubrirlas por sí mismo;
pero sí diré que una vieja silla de enea nos rebelará los secretos
inconfesables de un pederasta y que Amparo González homenajea a Hemingway en un
relato cargado de lirismo y ternura, y que se adentra en el alma turbulenta de
un capador de animales y, por último, que denuncia la fatalidad de la guerra,
el daño irreparable que produce en las familias que no tienen el suficiente
dinero para evitar que sus hijos sorteen. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> <span> <span> <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span></span></span></span>Todos
los derechos reservados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 106.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;">Jesús Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Filósofo
y poeta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"> <i>Ad astra per aspera</i>.</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-3157461098699245192022-10-15T15:18:00.003-07:002022-10-16T00:40:38.714-07:00PRESENTACIÓN DE "EL BABOSO" POR FRANCISCA MARTÍNEZ MERINOS<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">FRANCISCA MARTÍNEZ
MERINOS. Presentación del libro<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">: El
Baboso, </b>30 septiembre 2022<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMCfxou--x2Iaa35O-9BQGot7WvKBUObWCOZj_HRdmhSHgJbvFKGlEqvrNORFCieQo7Qpk0Tfs4LFn8wzh9twYQJKF49MkajByqEcvPPVUH2ypUOK2qzaBbGSnX24CJjPyTm_idtBJ4xCHxlTi04iNskF89KqcMFuShWXUtKj97qFnvqG0O7w8Pk6a/s1600/IMG-20220930-WA0017.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="901" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMCfxou--x2Iaa35O-9BQGot7WvKBUObWCOZj_HRdmhSHgJbvFKGlEqvrNORFCieQo7Qpk0Tfs4LFn8wzh9twYQJKF49MkajByqEcvPPVUH2ypUOK2qzaBbGSnX24CJjPyTm_idtBJ4xCHxlTi04iNskF89KqcMFuShWXUtKj97qFnvqG0O7w8Pk6a/s320/IMG-20220930-WA0017.jpg" width="320" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Buenas tardes:</span></b><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Recibir
de nuevo aquí, en Fuente Álamo, a Jesús Cánovas, es una continuación de
amistad. Es recibir al amigo de esta villa, que viene a presentarnos su nueva
obra, con el mismo cariño que lo hace siempre y con el mismo cariño con que lo
recibimos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Esta
es su segunda novela, muy distinta de la anterior (<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Quinto Camino </b>de temática amorosa) y muy original como Jesús
acostumbra. Hablaremos de ella, que es nuestro cometido, dentro de unos
momentos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Jesús
Cánovas Martínez es licenciado en Filosofía y Catedrático de dicha materia,
actualmente jubilado. Natural de Hellín, donde nació, y murciano, pues es en Murcia donde ha
residido la mayor parte de su vida. Tiene, con este, quince libros publicados,
nueve de poesía y seis de narrativa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Tuve
el honor de presentar alguno de ellos y tengo el orgullo de ser su amiga desde
tiempos remotos, desde los encuentros con el grupo poético<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Espartaria</b>, en Lorca, y desde los primeros <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rincones de Poesía</b> de Las Palas, así como de los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Febreros Poéticos</b>, aquí en Fuente
Álamo, y en otros rincones de la geografía murciana, compartiendo tiempo y
versos con tantos buenos poetas y amigos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Su
penúltimo libro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Aires del Sur (relatos)</b>,
del que hasta el momento se han publicado tres tandas, constituido por una
serie de relatos a cual más sabroso de leer, fue una novedad dentro del mundo
de la literatura. Y cierto es que la frescura y gracia de estos relatos, que ya
nos hicieron reír entonces por el tratamiento irónico de la realidad, adelantan
en algo esta novela, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Baboso</b>, pues
en ella se mantendrá el tono irónico y aparecerán personajes conocidos por los
lectores de Jesús Cánovas, como Gruli Mochuelar o Miguel Cagarrutio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">EL Baboso</span></b><span style="font-size: 14pt;"> es una satírica e inteligente novela donde se airean
las aventuras provincianas en el submundo literario de los diversos personajes
que la componen. Nuestro autor los maneja y zarandea a su antojo, con una
enorme<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>capacidad imaginativa, obvia y altamente
demostrada, cambiando el tercio según proceda o estime conveniente. El
resultado es la risa a calzón quitado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">En
temática,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> El Baboso</b> nada tienen que
ver con los escritos de su autor de hace unos años,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poemas distribuidos en nueve libros, con el
que hoy nos ocupa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><span> </span><span> </span>Estos eran algunos
de los versos con los que Jesús Cánovas ganaba el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Premio <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de poesía Aurelio Guirao</b>
del año 2015:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Otra vez la luz, palomas:<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Como esos niños juegan en la plaza,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">recuerda que jugaste en otra plaza<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">con traje de domingo, detrás de las palomas.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Bajo los ficus altos horadados,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">la luz se debatía<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">precipitada y alegre entre zureos.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Y en este mismo año,
febrero 2022, gana el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Premio José María
Cano</b>, con la obra <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MEMENTO, </b>que
comienza de esta manera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">1 <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">En el recuerdo vivo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Pasado sin futuro ya soy, aunque no soy.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">En la luz trascendida del instante,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">del tiempo que sucede mas no pasa.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">por el amor transido, mi alma mezo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">2<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">El sueño me desviste con anhelos<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">de deriva y serena la luz baila.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Mis ojos inundados<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">entre las rosas dejo que se posen.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><span> </span><span> </span>Parece que en Jesús
Cánovas cohabitan dos seres antagónicos, pues al elitismo casi críptico de su
poesía opone la llaneza e ironía de su prosa, que en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Baboso </b>quedan resaltadas en cada página, tantas veces en
diálogos chispeantes. Traigo al caso un cruce de palabras entre el protagonista
de la novela, Clemente Domínguez, y un esperpento de los que pululan por los
bajos fondos de la literatura, Tapón Matujillo. Están en una cafetería, la
Tiffanys, preparando el discurso que al día siguiente Clemente debe exponer con
motivo del nombramiento de Tapón como Hijo Predilecto de Los Barros. Tapón,
empedernido alcohólico, en un momento dado suelta un espeluznante grito, y
Clemente le recrimina:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">—¿No habíamos quedado en que no gritarías? —intervino
Clemente, un tanto molesto.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">—¡Yo no he quedado en nada! ¡Soy libre y grito lo que
me sale de la punta del nabo! Se me ha acabado el carajillo y necesito otro.
¿Cómo tengo que pedirlo, cojones?<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">—Tapón…, Tapón…, ya te lo he dicho antes, este es un
lugar decente… —susurró Clemente.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">—¡Qué decencia ni qué capullos! ¡Estoy seco y tú
tienes la culpa por hacerme hablar tanto! Iiiiiiiaaaaoooooiiiihhhhh…
Iiiiiiiaaaaoooooiiiihhhhh…<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Perdón,
antes de proponer esta cita, debería haber advertido acerca de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Nota</b> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>especificada al principio de la novela a modo
de advertencia: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Todo es ficción en la novela <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Baboso</b>, situaciones y personajes,
pero ficción que, por su carga de esperpento y patetismo, pugna por salirse de
las páginas y abrazar la realidad. El abuso en la ironía corre parejo al de lo
políticamente incorrecto desde su inicio hasta su final. El autor pretende
hacerle pasar un rato distendido al lector y, si fuera posible, más que la
sonrisa, arrancarle la carcajada.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Pero
somos adultos, como adultos vivimos y conversamos los unos con los otros y, al
igual que de cualquier cuestión de este nuestro padecido mundo hacemos burla y
critica, al igual se tratan aquí temas de toda índole, desde la envidia, la
vanidad, la cobardía, hasta el maltrato de género o la homosexualidad, todo referido
con la hipérbole máxima, o sea, con la máxima exageración<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>humorística.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Y así han coincidido los numerosos artículos y reseñas que ha suscitado
este libro. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">En
diarios como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La Opinión</b> el
insigne<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Francisco Javier Diez de Revenga</b> dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo que ofrece ahora el autor en </i>El
Baboso<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> es<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>un satírico e inteligente relato de las triquiñuelas y aventuras del
submundo literario generado en la vida provinciana.</i></b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La Verdad,</b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Alberto
Toribio</b> refiere: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">realiza un tratamiento irónico y con mucho
humor sobre la trama<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>envidias, celos y navajeo que hay entre esos
poetas que no salen</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">de un fondo</b>.</i> Algo en donde el
suplemento <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ababol</b>, también del diario <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La
Verdad</b> insiste <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Antonio Ortega</b>,
comparándolo con lo mejor de Berlanga o Valle Inclán.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Exageración,
ironía, un osado vocabulario en el tratamiento de los temas y una cruda
ficción/realidad que muestra el mundo de la subliteratura de la Región de
Murcia (o de cualquier otro territorio comanche, como decía el novelista), con
premios poéticos concedidos por Asociaciones de Amas de Casa, sean de La
Arboleja Perdida o del barrio de Quitapellejos, y publicados en revistas
cosidas con grapas como “Florilegios de la Arboleja Perdida”. A veces el mayor
logro de estos autores del submundo literario consiste en entrar en alguna
asociación literaria como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Renania</b>,
perteneciendo así a grupos tan infumables como el de los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">renanos</b>. Para saber más, leed. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Siguiendo
con los artículos y reseñas que este libro ha cosechado, también Encarna
Talavera desde la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">7 tv de Murcia</b>
recomienda su lectura en voz de nuestra querida y conocida <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Mariángeles Ibernón</b>. La entrevista de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Radio Pinatar</b>, a cargo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">María
José Navarro Villaescusa</b> se hace eco del libro y lo elogia al mismo tiempo
que lo recomienda. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Francisco
Javier Illán Vivas</b>, en su blog <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Acantilados
de papel</b> expone: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">pululan raros personajes, tan extraños, que
cualquier parecido con la realidad podría parecer que es real.</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Dice
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Fulgencio Martínez</b> en su artículo
sobre este libro: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">“El humor, a menudo burlón e inocente,
rabelesiano, otras ácido y moralmente censor como el de Quevedo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y siempre festivo y chispeante, está
perfectamente encajado en una sátira de la subliteratura y en especial de la
caterva de los poetas.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">“Para un satírico como Francisco de
Quevedo, el autor de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Los Sueños</b>, los
poetas daban mucho juego como objeto de sátira, tanto por sí mismos como seres
humanos desventurados, como por su parentesco, sino semejanza más que formal
con los locos. Platón relacionó las distintas especies o formas de locura o
manía y en todas ellas el poeta proporcionaba un cabal ejemplo”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Y
de tal temática va <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Baboso</b> de
nuestro amigo Jesús Cánovas, del mundo de la subliteratura o de los bajos
fondos de la literatura. El protagonista Clemente Domínguez, profesor de Química
y poeta, convive y trata con una serie de personajes, afanados todos en llegar
a la gloria literaria, convertida en Premio máximo; y, mientras esta llega, en
publicar en revistas cutres del mundillo, sean <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los pasteles oscuros de Renania</i></b>.
Se describen capos (o capillos), mafiosos y esperpénticos personajes, que con
sus ridículas hazañas quieren alcanzar la gloria. Individuos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como Tapón Matujillo. Trepario Retrepa.
Agónico Duermevelas, Virtuoso Maltedén, Miguel Cagarrutio, Canuto Iscariote,
Cándido Alegrías, Margarita Follasnovas conseguirán arrancar la risa al lector,
llevados siempre al extremo, a la máxima hipérbole humorística. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">“A
los poetas habría que rebanarles los huevos”</span></i></b><span style="font-size: 14pt;">, dice La Ziuka, trabajadora de la cafetería o
“puticlub” Tiffanys<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Amigos,
en palabras del autor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“ya hay suficiente tristeza en el mundo como
para añadir más”. </i></b>Por eso, para conjurar la tristeza, recomiendo leer <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Baboso</b>, que a ratos escandaliza, a
ratos violenta, a veces asusta y siempre hará pensar y sentir. La ironía es el
humor de los inteligentes; creámoslo así y riámonos de nosotros mismos, de lo
relativo que circunda nuestra vida y de cómo vivimos engañados intentando
alcanzar unas metas que no son sino efímeras y tal vez quimeras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">A
reír, pues, que son dos días.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt;">Gracias,
Jesús, por haber venido a darnos a conocer tu nuevo libro, este <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Baboso</b>, con el que deseamos que los
lectores disfruten y tú sigas cosechando el éxito merecido por tu trabajo. Deleitémonos
ya, sin otros comentarios, con su lectura…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEvSNIcxMohhAAZkTxe9p-B6Jzm_H4u_0nRhcte-jgAMxZKsJJ5WvILGH6wIBw5oOKvYM092GtbgrHmqNdAvHJTOM6ZYYlIOOVgAvAImI9Wbzw6fPVj7IU1dzxGu9DosZvnJekDjiIVzYECMEzIhlDjyKrGSJxXrrJ1aqRO_cHC_BB1mxOXwTAGbLb/s2048/IMG-20220930-WA0098.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEvSNIcxMohhAAZkTxe9p-B6Jzm_H4u_0nRhcte-jgAMxZKsJJ5WvILGH6wIBw5oOKvYM092GtbgrHmqNdAvHJTOM6ZYYlIOOVgAvAImI9Wbzw6fPVj7IU1dzxGu9DosZvnJekDjiIVzYECMEzIhlDjyKrGSJxXrrJ1aqRO_cHC_BB1mxOXwTAGbLb/s320/IMG-20220930-WA0098.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi71ygJLvm4tr1k_MPNxuM1vntWm46Wc2Rz7HA05ITvvHdCYG5ir6XJUAayEDe924JkUJhhdPbGMD9U2PmF2SOA7wWXxVPEKiCcwZA1bQlTJ3azhJXixRS6XLXF-dpJ2bAoSLzhuOG1U5-0NVgUxPvdCtmTi9pS1bH9FkrK2-OZna9LTZjeT8GyBktg/s2048/IMG-20220930-WA0037.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi71ygJLvm4tr1k_MPNxuM1vntWm46Wc2Rz7HA05ITvvHdCYG5ir6XJUAayEDe924JkUJhhdPbGMD9U2PmF2SOA7wWXxVPEKiCcwZA1bQlTJ3azhJXixRS6XLXF-dpJ2bAoSLzhuOG1U5-0NVgUxPvdCtmTi9pS1bH9FkrK2-OZna9LTZjeT8GyBktg/s320/IMG-20220930-WA0037.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnDbEZmjGemTrqWgHeSYfSIJffo5Hj32HNzwJobZvELwLVvTtc5Fv5sC0KTa0s4IEINXBcx8Zi2tJgVjVQlu7M6LCEJ9zf47utj1VxhS8QnrDL4U5Oz3Tmvyyi76Vjes57Y-OZipsQ5LvTN-fMtNMd1-gVSIuuw1IxyCLxn9JHJt4m0uY3Hpig-jUH/s2048/IMG-20220930-WA0041.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnDbEZmjGemTrqWgHeSYfSIJffo5Hj32HNzwJobZvELwLVvTtc5Fv5sC0KTa0s4IEINXBcx8Zi2tJgVjVQlu7M6LCEJ9zf47utj1VxhS8QnrDL4U5Oz3Tmvyyi76Vjes57Y-OZipsQ5LvTN-fMtNMd1-gVSIuuw1IxyCLxn9JHJt4m0uY3Hpig-jUH/s320/IMG-20220930-WA0041.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiznqZ9j8oHls6Z4H92k5gh347W8yo3xlRiR6-4xlGuf6nTWtSIcIm_cXC4kE9DJpTSoSZ4oCdthYP4xmEFx7qPqkLdOXfp90ZXo6vM9gGxtXaMI9IVbswxzD0VF6X5GMWm23vZQ3z5oNXbyDPCpkOV3ATWTHT4PWPn-XS1rZLF10ilX9nXTMzaaRH9/s2048/IMG-20220930-WA0042.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiznqZ9j8oHls6Z4H92k5gh347W8yo3xlRiR6-4xlGuf6nTWtSIcIm_cXC4kE9DJpTSoSZ4oCdthYP4xmEFx7qPqkLdOXfp90ZXo6vM9gGxtXaMI9IVbswxzD0VF6X5GMWm23vZQ3z5oNXbyDPCpkOV3ATWTHT4PWPn-XS1rZLF10ilX9nXTMzaaRH9/s320/IMG-20220930-WA0042.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifrxGMBZ96cfqIoJnJRSt7E_mPOnOBRtHTHlFl7jb9lwCTHbt2uw17PJS8LK1uh3nk7W6B7PJm-dXXfzSc8EB35GsIHT2kLBPp9jzLKhMqlnVfHX6S0mycedeUqxTM-_W7xlURhO7mHE539MZG8v_7nSbqyKsbm86Rw2I3rtnbVLWj92QRKtwHg5Vg/s2048/IMG-20220930-WA0045.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifrxGMBZ96cfqIoJnJRSt7E_mPOnOBRtHTHlFl7jb9lwCTHbt2uw17PJS8LK1uh3nk7W6B7PJm-dXXfzSc8EB35GsIHT2kLBPp9jzLKhMqlnVfHX6S0mycedeUqxTM-_W7xlURhO7mHE539MZG8v_7nSbqyKsbm86Rw2I3rtnbVLWj92QRKtwHg5Vg/s320/IMG-20220930-WA0045.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipbiVSMQlg3MKpwU-uzVcFigvnxsBs5-wgD9GZ6azlH2VJmORDiF9fCCslLrD9QZhF7eWG3Q8L-R604aFLM63C59Qs0VEV5cRzuql1wKxRD311lfiVXTHqML5neGnUOAuEJzAgyo2qD01LJZK9Bqf1WtYjWDGy69x8_dPl84mKEfxx606fMkM2qUWs/s2048/IMG-20220930-WA0054.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipbiVSMQlg3MKpwU-uzVcFigvnxsBs5-wgD9GZ6azlH2VJmORDiF9fCCslLrD9QZhF7eWG3Q8L-R604aFLM63C59Qs0VEV5cRzuql1wKxRD311lfiVXTHqML5neGnUOAuEJzAgyo2qD01LJZK9Bqf1WtYjWDGy69x8_dPl84mKEfxx606fMkM2qUWs/s320/IMG-20220930-WA0054.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLCcvma8-BkeRcFOa6B0W-f3Bl9hV8ZDuM0SP3oThaEtZDcVmuMgdGCdB4XtLZAylPM2-p_pmqHubYNd_HiJf-NvFaIL879MaJzZR820tEg3uhxw4jz85Ql9koBQJVsUCBTc5PaDO9pC-KexNy194zuf77EHy43dP_5B-8I8FBBH0XC9VUpHRz8Rkh/s2048/IMG-20220930-WA0074.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLCcvma8-BkeRcFOa6B0W-f3Bl9hV8ZDuM0SP3oThaEtZDcVmuMgdGCdB4XtLZAylPM2-p_pmqHubYNd_HiJf-NvFaIL879MaJzZR820tEg3uhxw4jz85Ql9koBQJVsUCBTc5PaDO9pC-KexNy194zuf77EHy43dP_5B-8I8FBBH0XC9VUpHRz8Rkh/s320/IMG-20220930-WA0074.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhshhBqV1PHXZo6UJMPxaRM15SVF9sDJgrxTSLGwSB64J4uMT2exOOQu9GFBtebw4p3w7KjFZ8fUHIjJa3P8PqmboqO1ZS7mtjTvd80hlG_DlvJnDQ3wH6X3GJRDHZQB0hqb5nZ7EQYZytiCHcAdm4m0_TBRb3s9fsqOLhVdMPp3AelccMBNRRkmI_4/s2048/IMG-20220930-WA0079.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhshhBqV1PHXZo6UJMPxaRM15SVF9sDJgrxTSLGwSB64J4uMT2exOOQu9GFBtebw4p3w7KjFZ8fUHIjJa3P8PqmboqO1ZS7mtjTvd80hlG_DlvJnDQ3wH6X3GJRDHZQB0hqb5nZ7EQYZytiCHcAdm4m0_TBRb3s9fsqOLhVdMPp3AelccMBNRRkmI_4/s320/IMG-20220930-WA0079.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQQqRKcWCkBovecrbY9npyKedTUKCX4i90OLxtFW1bpWy8r5SMNuD0fskZZzYeRIMa-YOdtHiaiuacZ1GYUj6ZcTwfGq4p6T-iKClCbW6nL7eE_BeO5_JxF-e-yKRGkVcdGh45r_XsjuSe2f_frf9GBfYlGupL6lre-YZCFASvu1uJqztqV0sn4FMj/s2048/IMG-20220930-WA0096.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQQqRKcWCkBovecrbY9npyKedTUKCX4i90OLxtFW1bpWy8r5SMNuD0fskZZzYeRIMa-YOdtHiaiuacZ1GYUj6ZcTwfGq4p6T-iKClCbW6nL7eE_BeO5_JxF-e-yKRGkVcdGh45r_XsjuSe2f_frf9GBfYlGupL6lre-YZCFASvu1uJqztqV0sn4FMj/s320/IMG-20220930-WA0096.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Texto de Francisca Martínez Merinos.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Ad astra per aspera.</div><br /><span style="font-size: 14pt;"><br /></span><p></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-26514868399399923242022-09-18T03:55:00.003-07:002022-10-15T15:22:10.084-07:00EL BABOSO. COMENTARIO DE FULGENCIO MARTÍNEZ<span style="font-size: xx-large;"> </span><span face="Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif" style="color: #444444; font-size: xx-large;">sábado, 11 de junio de 2022</span><br /><span style="color: #1b3b66; font-family: Bentham; font-size: xx-large;">UNA NOVELA DE HUMOR ("EL BABOSO"). Comentario de Fulgencio Martínez a una novela de Jesús Cánovas/ Revista Ágora digital /Bibliotheca Grammatica/Junio 2022/ Avance de Ágora N. 12</span><br /><span style="color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: xx-large;"> </span><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh22-I2ivi5NZqzp4fhwryOVdKHobGPruJWW4X5fggtI4hKOLV43KCH1FAWVBYLJR5M8gD2E5XXwOyxVRJkqoBLFzDf3HSql_CULnAXmJNJu6BDurj8qAFFo27Wt2o1Wh5Tx1KgxVzCyv4HK4mD2MPUmf40bpgqNvu4ntd38o2cDKEg5ZqV12vcvhZ4/s504/el%20baboso.jpg" style="color: #3778cd; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center; text-decoration-line: none;"><span style="font-size: x-large;"><img border="0" data-original-height="504" data-original-width="360" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh22-I2ivi5NZqzp4fhwryOVdKHobGPruJWW4X5fggtI4hKOLV43KCH1FAWVBYLJR5M8gD2E5XXwOyxVRJkqoBLFzDf3HSql_CULnAXmJNJu6BDurj8qAFFo27Wt2o1Wh5Tx1KgxVzCyv4HK4mD2MPUmf40bpgqNvu4ntd38o2cDKEg5ZqV12vcvhZ4/w286-h400/el%20baboso.jpg" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; border-radius: 0px; border: 1px solid transparent; box-shadow: rgba(0, 0, 0, 0.2) 0px 0px 0px; padding: 8px; position: relative;" width="286" /></span></a><br /><span style="color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, Palatino Linotype, Palatino, serif; font-size: x-large;"><br /></span><span style="color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: xx-large;"> </span><br /><span style="color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: xx-large;"> </span><br /><span style="font-size: medium;"><span style="color: #c00000; font-family: arial; text-align: justify;">UNA NOVELA DE HUMOR (“El Baboso”)</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;"> </span><br /><span style="color: #203864; font-family: arial; line-height: 28.5333px; text-align: justify;">D</span><span style="color: #444444; font-family: arial; line-height: 22.8267px; text-align: justify;">a gusto abrir un libro y empezar a disfrutar con su lectura desde el primer momento. Así le ha ocurrido a este lector con <i>El Baboso</i>, la última novela de <b>Jesús Cánovas Martínez</b>, publicada en la editorial almeriense Círculo Rojo.</span><br /><i style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;"><span style="line-height: 22.8267px;">El Baboso</span></i><span style="color: #444444; font-family: arial; line-height: 22.8267px; text-align: justify;"> es una novela de humor, sin complejo en presentarse dentro de este género narrativo tan inusual hoy en día; esto es ya un dato significativo y revelador de la independencia respecto a las modas y de la autonomía literaria de que hace gala este autor, nacido en Hellín, Albacete (1956) pero que podría haber nacido en Galicia, como <b>Wenceslao Fernández Flores </b>o como <b>Alvaro Cunqueiro</b>, por recordar a dos insignes antecedentes de este prosista de raza, dotado de nervio y gracia que es Jesús Cánovas, quien ya hizo disfrutar a sus </span><span style="color: #444444; font-family: arial; line-height: 22.8267px; text-align: justify;">lectores con su mae</span><span style="color: #444444; font-family: arial; line-height: 22.8267px; text-align: justify;">stría de juglar narrador en los cuentos que componen la serie de <i>Aires del Sur</i>.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Jesús Cánovas ha escrito un relato donde tienen curso legal, natural, la ironía, la exageración humorística, lo alegórico y el plano más realista, junto con la elocuencia culta, el distanciamiento, lo metaliterario y, a su modo oblicuo, irónico, la autoficción, hoy tan de moda, o sea, lo que casi todos los novelistas han hecho toda la vida: novelar su mundo propio, con un grado más o un grado menos de distancia y creación metafórica. El autor en este libro ha apostado por el humor para no recaer en la pedantería de la novela poética de uno mismo.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">El humor a menudo burlón e inocente, rabelesiano, otras ácido y moralmente censor como el de </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Quevedo</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">, y siempre festivo y chispeante, están perfectamente encajados en una sátira de la subliteratura, y en especial, de la caterva de los poetas.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Para un satírico como el citado Francisco de Quevedo, el autor de </span><i style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Los sueños</i><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">, los poetas daban mucho juego como objeto de sátira, tanto por sí mismos, como seres humanos desventurados, como por su parentesco si no semejanza más que formal con los locos. </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Platón</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;"> y cierta tradición neoplatónica, recogida en el Renacimiento por </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Marsilio Ficino</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">, relacionó las distintas especies o formas de locura, o manía: en todas, el poeta proporciona un cabal ejemplo.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Es verdad que se puede entender la sátira a los poetas que desarrolla el relato de Jesús Cánovas (él mismo, un excelente poeta, autor de poemarios como </span><i style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Convocada soledad</i><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">, entre otros títulos poéticos) como en el fondo la sátira de los pedantes; la pedantería andante en literatura está muy extendida -y aquí, se incluirían también a los críticos o simples reseñadores como servidor- pero, tanto o más se cierne el infierno pedante en la política, en la ciencia, en el ecologismo, en los toros, en el fútbol, en la curia, en la Universidad, y paro por no aburrir… Se me olvidaban “las redes”: ahí pupula más la pedantesca condenada grey). Quién no se cree dueño de razones o conocimientos que han de revelarse al público vengan o no a cuento y sin que nadie lo demande (en el doble sentido de este verbo). Porque el pedante no necesita discípulos ni tampoco se siente responsable de lo que comunica. El poeta puede matar a uno o a lo sumo a unos pocos oyentes, con un pliego de malos versos; pero el político, la cantante de moda, la </span><i style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">influencer</i><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">, el periodista de grandes audiencias matan a muchos. El Papa de Roma y </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Putin</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;"> el Nerón de Rusia, también. Metafóricamente, se entiende; salvo en el último caso.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Vivimos épocas donde la retórica ya no sigue a la filosofía, tampoco a la ciencia, ni siquiera a la economía. Se habla por hablar, para tener “likes”, para hacer, no discípulos, sino bancos de zombis.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">¿Entonces, me pregunto, porqué centrar la carga de la sátira en el poeta, como hace este relato? Pienso que por un segundo tema, del cual la sátira es metáfora, y que también a su modo se encuentra en el poeta, o, para ser más exactos, da con el poeta como figura paradigmática y por ende más propicia al estilete satírico que, como suele, exagera y focaliza aquello que de partida ya es risible para un “sentido común”. Ocurría ya en la comedia de </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Aristófanes</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">, con el personaje </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Sócrates</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;"> (en aquella sociedad ateniense eran objeto de burla los filósofos y buscadores de la verdad). Los poetas, estos otros buscadores, pero de la belleza, incurren muy a menudo en la ficción, o peor aún, en el autoengaño (en su pesquisa ideal se les nubla a menudo el juicio; pero, incluso, cuerdos son vanidosos como niños o como catedráticos, que diría </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Baroja</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">).</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Una caricatura del filósofo es, a su manera, el pedante omnipresente de hoy, al que nos hemos referido arriba. Una caricatura del poeta la proporciona el propio poeta, o subpoeta, como diría el autor de este libro que comentamos. El subpoeta, verdadero objeto de la sátira, es aquel que a los rasgos fantásticos (por decirlo en positivo) del poeta añade la mala calidad moral; o sea, el ser un mal tipo. Y aquí encallamos, finalmente, en el trasfondo de la sátira. Sátira sin moraleja, es verdad. La fábula del libro nos presenta el mundo risible, ridículo, del brujuleo pululante del mal, la mezquindad y la falta de empatía que vienen a esconderse entre las flores bellas de los poetas, pues de siempre al mal le ha gustado pervertir a los ángeles o sublevar a estos, para mejor camuflarse.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">El personaje central del libro, Clemente Domínguez, poeta y profesor de Química, es una especie de Fausto continuamente tentado a pasar al bando oscuro para alcanzar la gloria poética. Dos “fuerzas”, aliadas, sin embargo, le ayudan a mantenerse en su humanidad y rectitud. La de su esposa, Tecla, quien primero le apoda con el adjetivo "baboso" (del título del libro), por estar siempre a la sombra del juicio de la secta subliteraria (una de las escenas más hilarantes, se da en los primeros capítulos donde juega la antítesis de ambos caracteres en un diálogo sapiencial, matrimonial, precioso y muy divertido, a lo Conde Lucanor, donde aquí el consejero es Tecla). Y el otro aliado es el narrador, un auténtico canalla delicioso, que emplea un lenguaje desinhibido y, cuando se requiere, culto, incluso erudito y latinoparlante.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Uno de los máximos hallazgos en una novela es la sorpresa -cuando no es fácilmente traída-. Es así que en este relato una de las sorpresas con la que hemos topado sea este rasgo cómico cervantino de que los personajes, sobre todo, los personajes secundarios -que dan mejor esta nota por contraste con su importancia en la acción- se saben dentro de la locura del personaje central (creerse perseguido y a la vez rechazado por la mafia subliteraria); por lo que esos personajes secundarios (una chica de un taller literario, Margarita Follasnovas, o la presidenta de una Asociación de Mujeres convocantes de un premio literario ganado por Clemente) comentan con su mismo lenguaje las obsesiones de este. La suspensión de la verosimilitud que impone la premisa de que todos los personajes participan de un mismo mundo ficcional y reaccionan a los mismos valores y contravalores, es muy sugestiva literariamente (cinematográficamente, la maneja como nadie otro gran humorista, </span><b style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Woody Allen</b><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">).</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;">Finalmente, el relato, por el canalla de la voz narradora, tiende humorísticamente al género de relato de santos, de hechos de santidad y superación de la acción del demonio. El protagonista se reconoce ante el espejo, reconociéndose a sí mismo, con sus virtudes y defectos, más allá (o tal vez nunca llegue ese más allá) de las burlas y las veras.</span><br /><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;"> </span></span><div><span style="font-size: medium;"><span style="color: #444444; font-family: arial; text-align: justify;"><a href="https://diariopoliticoyliterario.blogspot.com/2022/06/normal-0-21-false-false-false-es-x-none.html" target="_blank">Texto original</a></span><br /></span><div class="date-posts" style="border-top: 1px solid rgb(238, 238, 238); clear: both; color: #444444; margin: 0px -15px; padding: 8px 15px 0px; text-align: left;"><div class="post-outer" style="border-bottom: none; border-top: none; margin: 0px -15px; padding: 0px 15px 10px;"><div class="post hentry uncustomized-post-template" itemprop="blogPost" itemscope="itemscope" itemtype="http://schema.org/BlogPosting" style="min-height: 0px; position: relative;"><div class="post-body entry-content" itemprop="description articleBody" style="line-height: 1.4; position: relative; width: 727px;"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.21cm; text-align: justify;"><b><span style="line-height: 22.8267px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.21cm; text-align: justify;"><b><span style="line-height: 22.8267px;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Fulgencio Martínez, filósofo y poeta.</span></span></b></p></div></div></div></div><div class="date-posts" style="border-top: 1px solid rgb(238, 238, 238); clear: both; color: #444444; margin: 0px -15px; padding: 8px 15px 0px; text-align: left;"><div class="post-outer" style="border-bottom: none; border-top: none; margin: 0px -15px; padding: 0px 15px 10px;"><div class="post hentry uncustomized-post-template" itemprop="blogPost" itemscope="itemscope" itemtype="http://schema.org/BlogPosting" style="min-height: 0px; position: relative;"><span style="font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: x-large;"><a name="8362596892616165888"></a></span><div class="post-header" style="font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 1em;"><div class="post-header-line-1"></div></div></div></div></div><div class="date-posts" style="border-top: 1px solid rgb(238, 238, 238); clear: both; color: #444444; margin: 0px -15px; padding: 8px 15px 0px; text-align: left;"><div class="post-outer" style="border-bottom: none; border-top: none; margin: 0px -15px; padding: 0px 15px 10px;"><div class="post hentry uncustomized-post-template" itemprop="blogPost" itemscope="itemscope" itemtype="http://schema.org/BlogPosting" style="min-height: 0px; position: relative;"><div class="post-body entry-content" id="post-body-8362596892616165888" itemprop="description articleBody" style="line-height: 1.4; position: relative; width: 727px;"><p style="font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; margin-bottom: 0.21cm;"></p></div></div></div></div></div>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-67938782331813287082022-09-18T02:56:00.000-07:002022-09-18T02:56:23.861-07:00LA CONEXIÓN ITALIANA<p><span style="font-size: x-large;"> <span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-align: justify;">La
CONEXIÓN ITALIANA</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">JUAN
FRANCISCO DÍAZ NAVARRO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">MALBEC<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTJERxBJLyU1TlIoKcM2WzCJravOqPYNvfgFy0qJjtkQuEF5u8W6kwp3JLX54GHK_zlUXNYjNoX1QaX-e2DITPoGJLwtouxxXjsfNMVtcMkc3xok0aBykB6jkYHDElcHZZY_TQFV3Fl3PaXLrtZtIDYaZi1VGAs7C4Ay6bH7ObDHj3CU9Eh9cFSzJI/s274/PORTADA%20CONEXI%C3%93N%20ITALIANA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="274" data-original-width="184" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTJERxBJLyU1TlIoKcM2WzCJravOqPYNvfgFy0qJjtkQuEF5u8W6kwp3JLX54GHK_zlUXNYjNoX1QaX-e2DITPoGJLwtouxxXjsfNMVtcMkc3xok0aBykB6jkYHDElcHZZY_TQFV3Fl3PaXLrtZtIDYaZi1VGAs7C4Ay6bH7ObDHj3CU9Eh9cFSzJI/w269-h400/PORTADA%20CONEXI%C3%93N%20ITALIANA.jpg" width="269" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">Una preciosa localidad del sudeste en el
litoral murciano, marco para la trama: Águilas. Un asesinato a resolver, la
muerte del dueño de una pizzería con claros signos de haber sido torturado. El pasado
turbio de unos italianos arribados a la ciudad, gentes que quizá escondan algún
tipo de secreto que no quieran hacer público y, por supuesto, no sean quienes
dicen que son. Unos personajes inquietantes recién aparecidos por la localidad
y, Sergio y sus compañeros, los policías locales de Águilas, que velan por la
convivencia codo con codo con la Guardia Civil.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">Quien escribe <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La conexión italiana</i>, Juan Francisco Díaz Navarro, conoce de
primera mano los entresijos policiales, el mundo del crimen y las investigaciones
llevadas a cabo para esclarecer los delitos, no en balde lleva veinte años en
el Cuerpo de Policía, y tal eventualidad se nota a la hora de dotar de
verosimilitud al thriller policíaco que nos presenta en la novela. Desde el
inicio envolverá al lector una atmósfera de misterio a la vez que cotidiana:
cotidiana, porque la acción se desarrolla en el micromundo de la ciudad de
Águilas, donde los personajes que integran la novela son conocidos y mantienen
unas firmes relaciones familiares y de amistad con sus conciudadanos; de misterio,
porque algo foráneo irrumpe, de forma tan repentina como salvaje, en la plácida
convivencia de estas personas, hasta el punto de que, tras el asesinato de
Federico Gentile el pizzero (o, mejor, cabría decir de Francesco
Martelli),<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se desvela el pasado
inquietante de unos personajes sobre los que, en principio, no cabría ningún
tipo de sospecha. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmPrgMfkB656lQae28lS-5AL896d_KvTiQbXoRtkB2607zUGT02Zsgs-LxQVr9nu9EBYN8YZtm7TOcOnFlN5gXr_Nd3tu1hhEW8skWuJIdJT4GWU0krlRBQKXjfCY1K34fXYuYdQCN-XvRSib-IadkwpZVML3QcQxpyaXaBOJJEIYTQAT1VOTQtego/s1229/jUAN%20fCO.%20d%C3%8DAZ%20nAVARRO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="866" data-original-width="1229" height="281" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmPrgMfkB656lQae28lS-5AL896d_KvTiQbXoRtkB2607zUGT02Zsgs-LxQVr9nu9EBYN8YZtm7TOcOnFlN5gXr_Nd3tu1hhEW8skWuJIdJT4GWU0krlRBQKXjfCY1K34fXYuYdQCN-XvRSib-IadkwpZVML3QcQxpyaXaBOJJEIYTQAT1VOTQtego/w400-h281/jUAN%20fCO.%20d%C3%8DAZ%20nAVARRO.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">La Policía comienza sus indagaciones y
paulatinamente irá descubriendo el doble rostro de unas personas que se supone
participaron en el gran robo de uno de los bancos importantes de Italia en la
ciudad de Livorno. No solo se llevaron un montón de billetes, sino que
sustrajeron algo más: unos papeles que podrían comprometer seriamente a varias
familias de la mafia. Por su seguridad, la Cosa Nostra necesita dichos papeles;
arrasará con vidas y lo que haga falta para conseguirlos y, por descontado, no
estará dispuesta a perdonar, incluso con el paso de los años, a quienes se los
llevaron.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">La novela pivota entorno a Sergio Navarro, el
policía local que tuvo una infancia, por así decirlo, entre dos mundos: el
mundo del orden y el de la delincuencia. En este sentido resaltaré la
importancia de un personaje secundario muy interesante que vela por la
seguridad del policía. Me refiero a Trinidad, la guapísima gitana que asume el
liderazgo de la mafia aguileña y, por ende, levantina, tras la detención del
Lucio, un traficante de droga. Trinidad fue el primer amor de Sergio, pero ya
se sabe, el primer amor nunca desaparece… quien es capaz de ordenar la
ejecución de un hombre, también es capaz de velar por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">su</i> hombre. Lo curioso es que Sergio seguirá enamorado de ella como
al principio, lo que vivamente contrasta con su amor por Raquel, ahora
concejala del Ayuntamiento de Águilas, quien, a pesar de haber dejado la
relación, aún le hace cosquillas en el pecho. Otro personaje interesante es
Toño Morales, más que compañero, amigo de Sergio, quien sin dudarlo pondrá en
juego su carrera y hasta su vida por cubrirle las espaldas. Toño (entre otras
razones porque es mayorcito) ha corrido unos cuantos kilómetros; tras la
separación de su mujer anda algo despendolado, pero guarda en sus adentros la
fascinación por su amor platónico, Sonia Ricci, la despampanante rubia platino
(antigua actriz, ahora escritora afincada en Águilas), por cuyo amor, tenerla
cerca, admirarla, llegó a participar como extra en algún <i style="mso-bidi-font-style: normal;">spaghetti western.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">Juan Francisco Díaz irá tensando la acción de<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> La conexión italiana</i> (y,
consiguientemente, la emoción suscitada en el lector) hasta el punto de que
esta se acelerará conforme transcurran las páginas, llegando a un clímax en los
capítulos finales. Diálogos fulminantes, interrogatorios precisos, tensiones
que involucran a los mismos integrantes del Cuerpo, y acción, mucha acción,
asaltarán al lector como cambios de plano o vueltas de tuerca que volverán más
atractiva su lectura.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiMlGLegMh8few8STpAuuIE6VPxtMrR3-OjVxPWDRLTFt_rwLlvzHlkYP3QB1ei2VVP_BQB74zNdoVJr8xdjqrMeujlhB7pgAaSv3v6u1jNKR0mtFMQf-NnObYkezaUbWo82cVcCebYisyrGVeMS2PW-JNstaQ5uAjlvYYXeREfs5exO0rwA4_l3uA/s1440/cON%20jUAN%20fCO%20dIAZ%20Navarro.%20Casino%20%C3%81guils%207%20julio%2022.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="648" data-original-width="1440" height="288" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiMlGLegMh8few8STpAuuIE6VPxtMrR3-OjVxPWDRLTFt_rwLlvzHlkYP3QB1ei2VVP_BQB74zNdoVJr8xdjqrMeujlhB7pgAaSv3v6u1jNKR0mtFMQf-NnObYkezaUbWo82cVcCebYisyrGVeMS2PW-JNstaQ5uAjlvYYXeREfs5exO0rwA4_l3uA/w640-h288/cON%20jUAN%20fCO%20dIAZ%20Navarro.%20Casino%20%C3%81guils%207%20julio%2022.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";">La
conexión italiana</span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif";">
no es la primera novela de Juan Francisco Díaz, pues con anterioridad ha
publicado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La muerte visita Águilas</i> en
la misma editorial, Malbec. Le deseo un futuro plagado de éxitos literarios a
este joven autor, pues al conocimiento de los temas que trata, suma una
habilidad literaria especial, una prosa rápida y eléctrica que enseguida
cautiva al lector.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>Todos
los derechos reservados<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;"> <i>Ad astra per aspera.</i></span> <span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-35363283006493006242022-09-14T15:00:00.000-07:002022-09-14T15:00:46.865-07:00CONFESIONES DE UN BEST SELLER Y OTROS RELATOS OSESIVOS...<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">CONFESIONES
DE UN BEST SELLER Y OTROS RELATOS OBSESIVOS…<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">J.
LOVEDARK<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">EDICIÓN
DE AUTOR<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFFVUnN5Nl7d-V4NVfM1OhNv4Cxkt2tUSm4PftXt12MRagKmKeaMADKXyoPQ3Z_kxttFv8gg3q4JcfDeyHA5UZs23gzh5bfjrXuHwggz8NsvvwUP2nC16K7wgiN7AB0vRrsjrxoyhSe_6OWksZUYR89eOkv8XhaIGuI0QdusuLaijTVHdEBr1m9uY8/s500/iMAGEN%20PRTADA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="313" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFFVUnN5Nl7d-V4NVfM1OhNv4Cxkt2tUSm4PftXt12MRagKmKeaMADKXyoPQ3Z_kxttFv8gg3q4JcfDeyHA5UZs23gzh5bfjrXuHwggz8NsvvwUP2nC16K7wgiN7AB0vRrsjrxoyhSe_6OWksZUYR89eOkv8XhaIGuI0QdusuLaijTVHdEBr1m9uY8/w400-h640/iMAGEN%20PRTADA.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">¿Qué debe hacer un escritor para saltar a la
fama? Para el protagonista de<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Confesiones
de un best seller</i>, indudablemente, quitar de en medio los obstáculos que lo
impiden, y, si estos obstáculos son malandrines que se han cruzado en su camino
con la clara finalidad de entorpecer tal fin, no quedará otra opción que asesinarlos.
Y así lo resuelve, en la soledad de su cubículo, este escritor atormentado,
atacado por las pesadillas pero con una visión clara de lo que debe hacer.
Planeará y llevará a cabo de forma inmisericorde la eliminación de cuatro
individuos molestos, eso de momento. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">El protagonista se convierte en un asesino en
serie y con toda la intención del mundo, con saña y sed de venganza, pidiendo
la justicia que se le ha hurtado, actuará llevando a cabo estas muertes
minuciosamente proyectadas. La pena es que la realidad no sigue a la idealidad,
y lo que fue concebido casi como una obra de arte se convierte en algo tosco,
bufo y burdo. Muere un quiosquero en un extraño incendio, a patadas pasa a
mejor vida un fotógrafo que pretendía lucirse ante una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fan</i> desconocida, el plomo de un revólver derrumba a un animador
cultural en mitad de una Feria del Libro (de paso, por estar donde quizá no deben,
quedan masacrados unos cuantos culturetas) y, por último, un palazo bien
dirigido a la sien lleva a caer de bruces a un escritor guaperas y algo chulo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">Eliminados estos obstáculos, y no sin
experimentar la ley de Acción y Reacción, esto es, un molesto karma que casi le
lleva a fenecer entre los cañaverales del río, a los que en mala caída se
precipita, con algún hueso roto y una oreja medio comida por las ratas, el
escritor asesino que ansía la fama encuentra definitivamente la paz. No, no es
que muera, pues al cabo lo vemos vivo y coleando y, animado por cierto regocijo
interior, con ganas de escribir. Con ganas de escribir su propio relato, en
primera persona para no faltar a la verdad y darle más morbo al asunto. Alcanzará
el reconocimiento literario de esta singular forma.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";">Las
confesiones de un best seller</span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"> son un despropósito de principio a final,
hasta el punto de que provocarán fácilmente la hilaridad en quien se acerque a
ellas. Fluyen con una prosa rápida que no se detiene en divagaciones
distractivas, así redunda en páginas de una gran intensidad, que el lector
podrá disfrutar, ya que la velocidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de
la narración le impelerá a ello, de una tacada. El relato está ambientado en la
ciudad de Murcia y sus aledaños, lo que situará a los asesinatos en
circunstancia conocida, y mucho me temo, demasiado conocida, ya que parece a
todas luces que los personajes asesinados tienen un correlato con la realidad.
No sé, eso habría que preguntárselo a Javier L. García Moreno (autor que se
esconde bajo el alias de J. Lovedark), porque yo me dedico a plasmar
simplemente mis impresiones y no soy nadie para desvelar ciertos secretos. Sin
embargo, y en otro orden de cosas, lo que no ofrece duda es que Javier L.
García Moreno hace un guiño a los escritores del submundo literario y les
muestra el camino a seguir si quieren ser famosos y ganar dinero. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlcP0r_MjcJM72igVDK_H4WQtQp_BER0GmEcjN1o6kwshMxJC6xEMHH4ODIuhLJP-mpC3Skse7TN_g--sY9BAKZyOmgPNMzQlq-QmqYhiTm7NihKoR2DZ_FG92hiiqt1YD7S51-I5DP3ci0byiSZSYYWFigJMfAolFgXSSg8xN0zMqyMjhE7nyiIMp/s758/jAVIER%20L.%20GARC%C3%8DA%20MORENO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="758" data-original-width="758" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlcP0r_MjcJM72igVDK_H4WQtQp_BER0GmEcjN1o6kwshMxJC6xEMHH4ODIuhLJP-mpC3Skse7TN_g--sY9BAKZyOmgPNMzQlq-QmqYhiTm7NihKoR2DZ_FG92hiiqt1YD7S51-I5DP3ci0byiSZSYYWFigJMfAolFgXSSg8xN0zMqyMjhE7nyiIMp/w400-h400/jAVIER%20L.%20GARC%C3%8DA%20MORENO.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><br /></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">Los otros tres relatos que siguen a las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Confesiones</i> son igualmente obsesivos y
del mismo estilo literario (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Por qué no
me contestas?</i>,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Fin de la partida</i>,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Con paciencia y buena letra</i>). El autor
enfrenta en ellos las relaciones alarmantes que mantienen personajes paranoides
con el sexo contrario. Sorprenderán, seguro, porque, a la vez que despiertan la
risa tonta, hielan la sangre.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">En los personajes que transitan por estos
cuentos veo la sombra de Poe y, a mi entender, la de Dostoievski (el autor me
comenta que no lo ha leído). Son gente desarraigada, solitaria y narcisista; el
cóctel necesario para que en ellos se alumbre la figura del psicópata.
Personajes que, de algún modo, conocen la diferencia entre el bien y el mal,
pero, aun así, hacen el mal a sabiendas y, conscientes de su degradación, la
disfrutan como una dulce tortura. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2WTiMzTBwfx0zTOuB1DikN7jUyYM7XsC3BwPkoNB1EjNrhXLVwn7OvyViXs9aqOb7_oZ6xW1eIMTrYr8I9WLBj3qfirn2selqTIh4AtcvXZO9PpSFAwaM5Tcjor3m5DrxVyjJXtwttqMTvXXJ4kHqV0_uPuOheGKn5FRCijZ105D-fmcwCQQ_YMNR/s2048/C0N%20JAVIER.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1518" data-original-width="2048" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2WTiMzTBwfx0zTOuB1DikN7jUyYM7XsC3BwPkoNB1EjNrhXLVwn7OvyViXs9aqOb7_oZ6xW1eIMTrYr8I9WLBj3qfirn2selqTIh4AtcvXZO9PpSFAwaM5Tcjor3m5DrxVyjJXtwttqMTvXXJ4kHqV0_uPuOheGKn5FRCijZ105D-fmcwCQQ_YMNR/w400-h296/C0N%20JAVIER.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;">Curioso que no se especifique el nombre de
los protagonistas de ninguno de los relatos, como si con este hecho el autor
intentará manifestar, al igual que con el seudónimo elegido, que son
proyecciones de sí mismo, sombras de su yo, que realizan lo que en pesadillas
nocturnas, y altamente tormentosas, ha ideado en su caletre. Pero seguro que no
es así, y si Javi está algo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pillao</i>,
también es verdad que son muchos los que andan <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pillaos</i> en el submundillo literario, razón por la cual cualquier
amenaza que se pudiera imaginar que proviniera de él queda desactivada. En
descarga de Javi diré que es buena gente, de trato cordial, con un buen sentido
de la ironía y, por supuesto, alguien que prefiere matar en el papel antes que
en la realidad. Aun así, sospecho, no sé por qué, que en un futuro próximo
debido a alguna mano negra desconocida se producirán nuevos asesinatos. Si esto
ocurriera, recomiendo que al autor de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Confesiones
de un </i>best seller<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> y otros relatos
obsesivos… </i>no<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>se le chiste por encima
del hombro, se le trate bien y con la debida deferencia. Nunca se sabe. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 141.6pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;">Jesús
Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Todos
los derechos reservados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"><span style="font-size: large;"> </span><i><span style="font-size: large;">Ad astra per aspera.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-37797387635761556712021-11-25T12:25:00.000-08:002021-11-25T12:25:44.755-08:00LA CATEDRAL DE ÉBANO<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">LA
CÁTEDRAL DE ÉBANO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">PEDRO
GONZÁLEZ NUÑEZ<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">M.A.R.
EDICIONES<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-pRCTs3q8k_g/YZ_v0YClvHI/AAAAAAAAHMA/oJl9If0BS48lSptJ9dSwEV1L5AkmBr7_wCLcBGAsYHQ/s512/La%2Bcatedral%2Bde%2B%25C3%25A9bano%2Bportada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="359" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-pRCTs3q8k_g/YZ_v0YClvHI/AAAAAAAAHMA/oJl9If0BS48lSptJ9dSwEV1L5AkmBr7_wCLcBGAsYHQ/w448-h640/La%2Bcatedral%2Bde%2B%25C3%25A9bano%2Bportada.jpg" width="448" /></a></span></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pedro González Núñez nos relatará en <i>La catedral de ébano</i> una sorprendente
historia en la que se entrelazan dos líneas narrativas. Por un lado, la doble
vida del doctor Jacinto Masegosa quien, por el día, atiende a una rica
clientela en su consultorio y, por la noche, se dedica a insospechados
experimentos en el laboratorio que tiene en el sótano de su mansión, y, por
otro, el misterio que esconde la catedral de ébano. Ambas líneas confluyen en una
novela que se inclina hacia lo gótico al tiempo que numerosas gotas de humor la
aderezan con una ironía macabra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Estamos en los años finales del siglo XIX, en
abril de 1888 para ser precisos, cuando el doctor Masegosa recibe una
inquietante carta que incluye <i>una curiosa
paradoja temporal</i>. Enseguida su cerebro de científico comienza a elucubrar
sobre el verdadero significado de la misiva, qué misterio esconde y por qué le
señala la catedral de ébano (antigua catedral dedicada a la Virgen María, llamada
de esta forma porque, tras un incendio, sus muros adquirieron la negrura del
ébano) como final de sus pesquisas. La catedral está desacralizada y sobre ella
gravitan numerosas leyendas hasta el punto de que es evitada, ya que el solo
andar por sus aledaños produce escalofríos. Se dice que un obispo negro hace
siglos se dedicó a extraños experimentos de magia oscura hasta que las gentes
del lugar, imponiéndose al miedo, se sublevaron e incendiaron la catedral con el
mismísimo obispo dentro; los gritos del obispo, aguzando el oído, aun se oyen
durante las noches. También se dice que entre sus oscuros muros habita el
diablo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Masegosa recibirá la visita de Elsa, una
joven dama que está enamorada del todavía joven doctor, pero a quien él,
absorbido por sus inquietantes pero trascendentes experimentos, no corresponde.
Elsa, conocedora de que le han enviado la carta, le advierte que debe
destruirla, porque los que hasta ahora la han recibido han muerto en el plazo
inexcusable de cuatro días. Como Masegosa no cede ante sus ruegos, le invita a
visitar al abad Simón de la Abadía del Norte, persona versada que ha
investigado sobre el particular y podrá aclararle algunos puntos que desconoce.
En efecto, el abad Simón le refiere la historia y leyendas que gravitan sobre
la catedral de ébano, y es muy explícito cuando le advierte que, si quiere
sobrevivir, debe destruir la carta antes de que esta haga sentir la maldición
que porta y le conduzca hacia la ineludible muerte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La mente científica del doctor Masegosa no es
proclive a aceptar misterios donde planean las supercherías, así que reta al abad
y con contundencia le dice que descubrirá el secreto que guardan los muros de
la catedral a la par que le asegura que no morirá en ese intento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La carta obsesiona a Jacinto Masegosa, pero
no le impide concentrarse en el gran descubrimiento que pretende llevar a cabo;
un descubrimiento de tal envergadura que conlleva una auténtica revolución al
cambiar los modos de ver el hombre y la sociedad. Así, pues, sigue adelante con
sus experimentos secretos ayudado por su particular Igor, el joven Ricardo
Márquez, prometido de su silenciosa ama de llaves, a quien no le asiste más que
el único escrúpulo de las ganancias materiales. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-H8xInzeSEE4/YZ_wF4ThLjI/AAAAAAAAHMI/_94klGvG7FgULa-mlIsswwbjHHuva_ZIgCLcBGAsYHQ/s800/photo6010312990357828858.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="600" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-H8xInzeSEE4/YZ_wF4ThLjI/AAAAAAAAHMI/_94klGvG7FgULa-mlIsswwbjHHuva_ZIgCLcBGAsYHQ/w480-h640/photo6010312990357828858.jpg" width="480" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Continúo y desvelo un poco la trama de la
novela…? ¿Sigo a pesar de que tal osadía no sé si molestaría al autor…? ¡Pues
lo voy a hacer! <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Queda claro que Jacinto Masegosa es un
científico de primer orden y está al tanto de los últimos descubrimientos de la
ciencia. Cuando estudiaba en La Sorbona se codeó con las mentes científicas más
avanzadas de su época, entre las que se encontraba la de Nikola Tesla, de quien
recoge no pocas de sus brillantes ideas para aplicarlas a las investigaciones
que lleva a cabo. Masegosa está deslumbrado por el poder de la ciencia y sus
posibilidades inmensas, por eso, al igual que Víctor Frankenstein, está
empeñado en descubrir los secretos de la vida; en su caso, en la posibilidad de
separar el alma de un cuerpo y hacerla transmigrar a un nuevo cuerpo. Platón y
otros filósofos de la antigüedad ya hablaban de la trasmigración y sostenían
que cuando el cuerpo muere, el alma pervive y busca un nuevo cuerpo donde
alojarse; digamos que este es un proceso natural. Lo que intenta el doctor Masegosa
es realizar tal proceso saltándose los pasos naturales que seguirían a la
muerte, provocando de modo artificial la transmigración del alma a otro cuerpo
elegido de antemano. Ayudado por el <i>señor</i>
Márquez, quien le suministra cadáveres o rapta mendigos, gente de los bajos
fondos para que le sirvan de cobayas, ya ha avanzado en ese sentido. Cuando
recibe la carta maldita está a punto de concluir su experimentación: hacer
transmigrar el alma de un cuerpo, al cual se le ha extraído de modo artificial,
a otro, previamente muerto, sin perder la identidad o consciencia que tenía
antes de ser trasvasada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Exitoso el experimento, no relataré más que
la euforia del doctor cuando comprueba que también puede revertir el proceso.
Estas son sus palabras:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: arial; font-size: large;">Todavía
tienen que pasar varios intensos minutos hasta que el cuerpo de la víctima da
señales de vida. Toco su cuello y tiene pulso. Es muy débil, pero está ahí,
regresando de entre los muertos, si es que esa definición es aplicable a esta
situación única sobre la que todavía tengo mucho que estudiar y aprender. Lo he
logrado, soy capaz de revertir el proceso. El poder que tengo en mis manos en
este momento es inmenso. Me siento como un demiurgo con capacidad para decidir
quién vive y quién muere, y me encanta.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> El
doctor Masegosa, finalmente, intenta descubrir el secreto de la catedral de
ébano yendo él mismo pero en otro cuerpo diferente. Fracasa. Aun así, tiene una
última carta que sacará para terminar el juego: un androide. Sí, una máquina
perfecta de metal, compuesta de complejos engranajes donde podría habitar el
alma eternamente sin sufrir por el deterioro de esas carcasas de huesos,
músculos y órganos. (No sé por qué al llegar aquí recuerdo algunas escenas
culminantes de <i>Metrópolis</i>, la
película de Friz Lang). Nuevos experimentos…, nuevas transmigraciones, idas y venidas
de las almas, que conducirán a un final sorprendente, inesperado, al desvelarse
el misterio que guardan los muros de la catedral de ébano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Con un pulso narrativo trepidante, la novela no
deja dormir al lector; por el contrario, azuza su atención para que pueda
leerla de un tirón, tal y como le ha ocurrido al que esto escribe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>La
catedral de ébano</i>
entretiene, es dramática a la par que divertida, de tal modo que, tan solo por
eso, ya ha cumplido objetivos; pero también interesa por los problemas científicos
y filosóficos que plantea y la consiguiente reflexión a que incita. Vamos con
la bioética: ¿tiene la ciencia un límite moral o ético? Hoy en día no existe la
figura del científico solitario que de manera heroica investiga sobre un
determinado campo, sino que la investigación científica es multidisciplinar y
cooperativa; pero en la época en que se circunscribe la trama de la novela
todavía estamos en el siglo XIX y ese científico que investiga en solitario,
quizá algo chiflado, es la norma. Sin embargo, los problemas éticos siguen siendo
los mismos, tanto hoy como ayer. ¿Se puede investigar sobre cualquier tema y
utilizar cualquier método, máxime si el objeto de esa investigación es el
propio ser humano? El problema está abierto y es candente, pero parece más de
filósofos que de científicos. Los médicos nazis, como si fueran doctores
Masegosa o Frankenstein, pasaron olímpicamente de la cuestión ética y, a pesar
del horror que nos produce echar una mirada sobre los experimentos que
realizaron, parece que las investigaciones génicas actuales siguen por el mismo
camino, saltándose a la torera cualquier freno ético. Dicho lo cual, la novela dibuja
como trasfondo una cuestión interesante: el transhumanismo. Pedro González la
apunta con gracia, con ironía, con cierto desenfado, pero es cuestión que está
en el palmarés de las problemáticas científicas actuales. ¿Podríamos trasladar
nuestra esencia, o alma, aquello que nos define como lo que verdaderamente
somos, a una máquina hasta el punto de que, en principio, pudiéramos vivir eternamente?
A quien no esté versado en estos temas podría extrañar si le digo que hay en
marcha investigaciones en dicho sentido (la robótica, la inteligencia
artificial), remota aspiración a la que la mitología griega ya dio una
respuesta: Talos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-v0_lpGjYkYQ/YZ_wi9Caw_I/AAAAAAAAHMY/eoIHXckkVBovWue3wCQb_VU-xvSbiZOhACLcBGAsYHQ/s901/IMG-20200905-WA0011-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="901" data-original-width="869" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-v0_lpGjYkYQ/YZ_wi9Caw_I/AAAAAAAAHMY/eoIHXckkVBovWue3wCQb_VU-xvSbiZOhACLcBGAsYHQ/w386-h400/IMG-20200905-WA0011-1.jpg" width="386" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La verdad es que no me extraña que Pedro
González sea el autor de novela tan calenturienta como <i>La catedral de ébano</i>, porque echando un somero vistazo a su
biografía literaria encuentro que ha producido numerosas novelas firmadas con
diversos nombres: Joe Lem, Perry Green, PG Sharpe. Parece como si su alma se
difractara o él mismo, Pedro, tuviera varias almas que intentan manifestarse en
sus diferentes escritos. Me pregunto si estos nombres son realmente
heterónimos, ¿o son más bien ortónimos? Así me surge una pregunta inquietante que
invade mi cerebro: ¿es el verdadero Pedro González quien escribe <i>La catedral de ébano</i> o es otro diferente
que ha usurpado su nombre y habita su cuerpo? Hago notar que es la única novela
que este individuo firma como Pedro González, por lo que albergo mis sospechas.
Quizá no exista el tal Pedro González y sea otro quien lo sueña o habita; no
sé. Dejo tal cuestión a la sagacidad del lector para que sea él quien la
resuelva. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> Todos los derechos reservados</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>Jesús
Cánovas Martínez©</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> Filósofo
y poeta.<o:p></o:p></span></p>
<p><span style="font-family: arial; font-size: large;"><span style="text-align: justify;"> </span><i style="text-align: justify;">Ad astra per aspera.</i> </span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-29056544467738213692021-10-10T07:55:00.000-07:002021-10-10T07:55:33.372-07:00HISTORIAS DEL ROMÁNICO<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">ANTOLOGÍA.
HISTORIAS DEL ROMÁNICO.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">VARIOS
AUTORES<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">M.A.R.
EDITOR<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Qp6RoeS7MUo/YWL9TQH7VaI/AAAAAAAAHKk/OmO303Ozerge0RAUclqwWKqeTPGtu8CZQCLcBGAsYHQ/s832/Claustro%2Bdel%2Bmonasterio%2Bde%2BSilos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="832" data-original-width="600" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-Qp6RoeS7MUo/YWL9TQH7VaI/AAAAAAAAHKk/OmO303Ozerge0RAUclqwWKqeTPGtu8CZQCLcBGAsYHQ/w462-h640/Claustro%2Bdel%2Bmonasterio%2Bde%2BSilos.jpg" width="462" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Los libros en que participan varios autores
casi siempre tienen el problema de ser disímiles, esto es, que, según la
sensibilidad del lector, no estén todas las aportaciones a la igual altura; sin
embargo, no es menos cierto que este inconveniente puede revertirse en virtud,
tal y como entendían los griegos el término, ya que al aumentar las
perspectivas sobre un mismo asunto, aumenta también la mirada global que sobre
el mismo puede tener el lector. Tal sucede con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Historias del Románico</i>, publicado bajo el sello de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">M.A.R Editor</i>. Un grupo de diecisiete
autores con una larga trayectoria literaria (si contamos al autor del excelente
prólogo, dieciocho) se dan cita en estas páginas para, a partir de sus propias
vivencias, recuerdos o lecturas (y, puesto que estamos ponderando textos
literarios, echando mano de la imaginación y la creatividad), reconstruyen una
edad pretérita en la cual la visión que tenían los hombres del mundo era muy
diferente a la nuestra.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Un mundo diferente que para signarlo se
utilizaba un lenguaje diferente. Así lo primero que encontrará el lector será
una catarata de palabras no al uso en nuestra cotidianeidad; un vocabulario común
en el pasado, reconocible por los medievales, pero hoy en día olvidado. Y lo
curioso es que estas palabras que eran moneda de cambio entre las gentes llanas
y analfabetas, al caer en desuso, no solamente se convierten en arcaísmos sino,
las más de las veces, en cultismos. Será para el lector una orgía descubrirlas,
señalarlas, y alguna que otra vez buscar su significado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Se nos invita a viajar a la vieja Castilla, a
su historia, a su arte, a sus pueblos otrora llenos de vida, poblados por las
gentes que les daban su peculiar sentir, en contraste con una actualidad de
desolación y yermo. Lo que antes fue movimiento y vida, hoy es reseco erial,
cardo, paramera infinita. Es por eso que en estos relatos (o a mí me lo ha
parecido) resuenan los autores de la generación del 98. Los actuales y los del
98 se detienen en el viejo adobe de las casas de las poblaciones tendidas entre
pequeños cerros sin árboles, con apenas unos cientos de habitantes, mal
surtidas en cuanto a servicios, pero que albergan una riqueza patrimonial de
primerísima importancia. Y no solo eso; lo triste, y que hay que sumar al
descuido, es la espoliación a que se ha sometido tal patrimonio desde la
desamortización de Mendizábal para acá (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">el
hombre globo</i>, como lo llamó Larra), con la connivencia de autoridades
civiles y eclesiásticas. No es de extrañar que a uno de los autores del libro
le dé por pegar un par de tiros a quienes se les debe en honor de la justicia
literaria, aun con el silencio que impone la discreción.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Y sí, el Cid cabalga <i style="mso-bidi-font-style: normal;">por la inmensa estepa castellana</i> tras la jura de Santa Gadea,
perseguido por un rey vengativo, al destierro. Refulge el sol en las cotas y
las mallas… La Castilla guerrera se intuye en castillos que fueron moros,
después cristianos, nuevamente moros y nuevamente cristianos. La reconquista se
extiende del Duero hacia abajo; los reyes guerreros no dan tregua a las
pequeñas Taifas en las que se ha descompuesto el califato de Córdoba. Pero
resuena también la Castilla mística, la poblada de monasterios, después de
conventos, de iglesias, de colegiatas, de catedrales…, y la menos mística
cuando se toca las condiciones de vida de los canteros, los abusos a que eran
sometidos. Porque estamos en una sociedad donde la ley no es la misma para el
noble que para el plebeyo; el plebeyo siempre pierde y el noble, aunque no las lleve,
posee la razón y la verdad. Dada esta situación, ¿qué puede hacer el plebeyo? O
someterse y acatar el yugo, o rebelarse y asesinar. Después huir.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9CewmKIwEeRx_bmUlNLd1EWreECtbz7Hu_Bt1W2mfgkhQ-UAQNO12jjL4mvtADLfh27pulv_A_NOCoTw9rFIwcnNUZA4nmyCyTgXDx514iadTf5le3jVBCWL2eumi5WAMoA5Rkl-_ZZs/s4396/Fromista_-_iglesia_de_san_martin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2931" data-original-width="4396" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9CewmKIwEeRx_bmUlNLd1EWreECtbz7Hu_Bt1W2mfgkhQ-UAQNO12jjL4mvtADLfh27pulv_A_NOCoTw9rFIwcnNUZA4nmyCyTgXDx514iadTf5le3jVBCWL2eumi5WAMoA5Rkl-_ZZs/w640-h426/Fromista_-_iglesia_de_san_martin.jpg" title="San Martín de Frómista" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Me ha llamado la atención la insistencia con
que los autores citan a Frómista y la pequeña joya del románico que se erige
allí: San Martín. Y la verdad es que tal insistencia me ha producido un ligero
escalofrío, pues me ha llevado a echar los ojos hacia el pasado, a mi pasado,
cuando hace años, con mochila y bastón, hice el Camino de Santiago, arteria de
la antigua Castilla y vía de repoblación de los territorios conquistados al
moro. Sentí la sequedad castellana de un mes de julio, la desolación de los
pueblos en los que había proyectado descansar un poco, tomar un café y,
después, seguir andando recuperadas las fuerzas, porque no había cafeterías, ni
tiendas y, en la mayoría de los casos, ni fuentes de agua. Eran pueblos
semivacíos adosados al Camino. Llegué a Frómista al caer la tarde desde
Castrojeriz, y al día siguiente, antes de que saliera el sol, ya estaba en
camino. Me esperaba una etapa salvaje, pues de un tirón me planté en Sahagún.
Era joven entonces, pero los veinte kilómetros de calzada romana me destrozaron
los pies; desde ese momento hasta Santiago, y aún más, hasta Fisterra, el dolor
lo tuve por compañero.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Frómista fue un pequeño y breve remanso en mi
deambular. Por aquella época yo era lector de Juan García Atienza y de otros
autores dados a lo mágico y esotérico y me interesaba todo lo concerniente a la
España mágica, en aquella ocasión, al simbolismo del románico y del Camino, porque
románico y Camino vienen a ser casi sinónimos. Bañado en San Juan de Ortega por
la luz simbólica de sus capiteles, me esperaba la de San Martín de Frómista,
inerme, alta, desafiando el tiempo y los siglos. Una gozada. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Conscientemente omito entrar en cada uno de
los relatos, en citar nombres o reproducir algún párrafo o frase interesante.
Ya lo hace el prologuista de modo magistral. Sí invito a la lectura de esta
antología de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Historias del Románico</i>, liviana
y enormemente atractiva, porque remueve nuestro interior y algo nos recuerda de
lo que fuimos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Todos
los derechos reservados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez@<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Filósofo
y poeta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"> </span><i><span style="font-size: x-large;">Ad astra per aspera.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-51351199141514113842021-09-06T03:26:00.003-07:002021-09-11T03:49:49.986-07:00EL ÚLTIMO PAPA<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">EL
ÚLTIMO PAPA<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">MALACHI
MARTIN<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">HOMO
LEGENS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-11XVDmDR1vo/YTXpMZ-gk_I/AAAAAAAAHJA/X7fbmNGW6AojYq5_s69Vwi3jlgrmVC2lgCLcBGAsYHQ/s266/el%2BULTIMO%2BPAPA%2BPORTADA.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="186" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-11XVDmDR1vo/YTXpMZ-gk_I/AAAAAAAAHJA/X7fbmNGW6AojYq5_s69Vwi3jlgrmVC2lgCLcBGAsYHQ/w280-h400/el%2BULTIMO%2BPAPA%2BPORTADA.jpg" width="280" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Quizá deba comenzar por hablar de lo que no
me gusta de esta novela<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, El Último Papa</i>,
de Malachi Martin, publicada por primera vez en Nueva York en 1996. No me gusta
que en la edición que manejo le hayan cambiado el título. Cierto que la novela
gira en torno al “papa eslavo”, su atardecer, su crepúsculo y, por último, su
noche, según las tres partes en que se estructura, pero el título original me
parece mucho más sugestivo en cuanto metáfora de la propia Iglesia: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Windswept House: A Vatican Novel</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Casa azotada por el viento: Una novela
del Vaticano</i>. Tampoco me gusta su extensión, 695 densas páginas que en
algún momento se hacen pesadas, a mi modo de ver, por la falta de pericia
literaria del autor; así el lector se encontrará con estructuras narrativas
repetitivas e ideas o argumentaciones que se quieren atornillar tanto que
terminan por aburrir; por otro lado, hay historias paralelas hasta cierto punto
prescindibles ya que si se suprimieran o se les dedicaran menos páginas dejarían
intacto el corazón de la novela y la aligerarían. Con menos páginas de la mitad
hubiera quedado una novela redonda. Dicho esto, entiendo que hablo desde mi
subjetividad, por lo que no tendría inconveniente admitir como válidas las
opiniones de alguien que pensara de forma diferente a la mía.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">A pesar de las objeciones antedichas,
recomiendo la lectura de la novela. ¿Por qué? Por su fondo inquietante; fondo
inquietante que debería conocer todo aquel que quiera hacerse una idea lo más
fidedigna posible de la coyuntura por la que está pasando, no solo la Iglesia,
sino nuestra civilización occidental. Y es que en esta su última novela dada a
la imprenta, el mismo autor advierte que en un 85% está basada en hechos reales
y muchos de los personajes que aparecen en ella, aunque con nombres ficticios,
son reales. La novela trata de la Iglesia y de las fisuras que hay en su
interior; a su vez indica el papel que juega la Iglesia en el ámbito de la
geopolítica. El tema, desde luego, es controvertido.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Pero es que el mismo Malachi Martin fue un
hombre controvertido. Un irlandés, nacido en 1921, en una familia burguesa de
profundas raíces católicas (los padres tuvieron cinco hijas y cinco hijos,
cuatro de estos últimos abrazaron el sacerdocio). Ingresó en la orden de los
jesuitas y, debido a su sólida formación intelectual, fue reclamado en Roma
para trabajar como secretario privado del cardenal Agustín Bea S.J. durante la
preparación y posterior decurso del Concilio Vaticano II. En principio,
sacerdote liberal, ¿qué vería o percibiría para desilusionarse rápidamente del
giro que daba la Iglesia? Su potente mente, ¿qué consecuencias no adelantaría
de tal hecho? El caso es que en 1965 pidió la dispensa de sus votos jesuitas y
se mudó a la ciudad de Nueva York, donde, después de nacionalizarse americano,
vivió en lo sucesivo. Pronto el cardenal Terence Cooke le dio permiso por
escrito para ejercer sus facultades sacerdotales seculares, las que compaginó<span style="background: white; color: #202122;"> con una incansable labor de exorcista; a
la par </span>se centró en una labor editorial y televisiva al tiempo que
publicaba novelas y ensayos. Su muerte ocurrió en 1999, cuatro días después de
haber cumplido 78 años, al precipitarse al vacío desde su apartamento de
Manhattam.<span style="background: white; color: #202122;"> Se dijo en el posterior
documental <i>Hostage to the Devil</i> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El rehén del diablo</i>, título de una de sus novelas) que fue empujado
por una niña de cuatro años que estaba poseída.<o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-awdxQ761hX4/YTXpq-pHskI/AAAAAAAAHJI/wwLVS9LJeMYC-Y4K1lFkU31GOlmOkLKLwCLcBGAsYHQ/s923/0_Malachi-Martin.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="923" data-original-width="615" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-awdxQ761hX4/YTXpq-pHskI/AAAAAAAAHJI/wwLVS9LJeMYC-Y4K1lFkU31GOlmOkLKLwCLcBGAsYHQ/w266-h400/0_Malachi-Martin.jpg" width="266" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><span style="background: white; color: #202122;"><br /></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">Añado a esta
sucinta biografía dos notas que me parecen interesantes. La primera me lleva a
ponderar hasta qué punto William Peter Blatty, autor de <i>El exorcista (</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">novela de 1971 llevada al cine en 1973<i>) </i></span>no
se inspiró en nuestro autor para fraguar la figura del padre Lankester Merrin;
las similitudes saltan a la vista por cuanto Malachi Martin conocía las lenguas
semíticas y poseía el doctorado en arqueología; por otra parte, había
participado en la investigación sobre los Rollos del Mar Muerto y publicado 24
artículos sobre paleografía semítica, y trabajó como arqueólogo de campo en
Biblos, Tiro y la península del Sinaí, lugar este último donde ayudó en su
primer exorcismo. Las relaciones entre W. Peter Blatty y nuestro autor no
fueron las deseables y hubo entre ellos acusaciones cruzadas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo segundo que quiero resaltar es que Malachi
Martin fue un acérrimo defensor de las apariciones de Fátima. Por su posición
privilegiada de secretario del cardenal Bea conoció el Tercer Secreto y no se
cansó de acusar a la jerarquía eclesiástica <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de no haber seguido el dictado de la Virgen:
la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Juan XXIII el “papa bueno”,
lo desestimó porque quería asegurarse la cooperación rusa y acercar la Iglesia
oriental al concilio Vaticano II, y los siguientes papas, Pablo VI, el “viejo papa”,
Juan Pablo I, el “papa de septiembre”, y Juan Pablo II, el “papa eslavo”,
tampoco lo hicieron en la forma debida por diversas razones. De haberse
producido esa consagración, piensa nuestro autor, se hubieran evitado numerosos
males, y quizá no poco de la misma corrupción interna de la Iglesia, la
instalación de la “abominación de la desolación" en el Lugar Santo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">La tradición satánica había pronosticado
desde hacía mucho tiempo que la Hora del Príncipe llegaría en el momento en que
un papa tomara el nombre del apóstol Pablo. Esto había sucedido ocho días antes
del 29 de junio de 1963, fiesta de los apóstoles san Pablo y san Pedro para la
iglesia católica, con la elección del último sucesor de Pedro, que había tomado
el nombre de Pablo VI. Era “el tiempo propicio” para la entronización de
Lucifer, el ángel caído, en la ciudadela romana. Y el lugar idóneo no podía ser
otro que la misma capilla de San Pablo, situada cerca del palacio apostólico.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-fk9RYF3kfy0/YTXqoXMhywI/AAAAAAAAHJQ/0ruQtJV5-_cvYKee8gx0n1lN71npv3CoQCLcBGAsYHQ/s300/VATICANO.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="358" src="https://1.bp.blogspot.com/-fk9RYF3kfy0/YTXqoXMhywI/AAAAAAAAHJQ/0ruQtJV5-_cvYKee8gx0n1lN71npv3CoQCLcBGAsYHQ/w640-h358/VATICANO.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Conocedor del tema que trata, Malachi Martin
describe las características de esta ceremonia que no pueden ser otras sino la
inversión suprema del gran sacrificio de Cristo en la cruz. El diablo, el mono
de Dios, no puede ni sabe actuar de otro modo:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Lo
sagrado debería ser profano. Lo profano, adorado. A la representación no
sangrienta del sacrificio del débil innominado en la cruz, debería sustituirla
la violación suprema y sangrienta del propio innominado. La culpa debería
aceptarse como inocencia. El dolor debería producir goce. La gracia, el
arrepentimiento y el perdón debían ahogarse en la orgía de sus contrarios. Y
todo debía hacerse sin cometer errores. La secuencia de acontecimientos, el
significado de las palabras y las acciones, debían constituir en su conjunto la
perfecta representación del sacrilegio, el máximo rito de la traición.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Como hubiera sido excesivamente llamativo
transportar a la capilla de San Pablo una serie de utensilios necesarios para
el ritual (la vasija de huesos y el estrépito ritual, o la víctima y los
animales del sacrificio), se hizo necesario una entronización paralela: una
concelebración en la cual, desde una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">capilla
madre</i>, que oficiaría de transmisora, se dirigiera todo elemento de la
ceremonia hacia la capilla romana, la receptora. Para ello, lo únicamente
necesario era la sincronización de voluntades y mentes, de actos y palabras de
los participantes en ambas capillas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">guardián</i>
de Roma estimó que la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">capilla madre</i>
podría ser la regentada por el obispo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Leo</i>,
en Carolina del Sur (Estados Unidos). Los asistentes en la capilla romana
serían clérigos de alto rango e importantes seglares, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">verdaderos servidores del príncipe en el interior de la ciudadela</i>,
algunos de ellos formados en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">falange
romana</i>; por otra parte, los asistentes en la capilla de Carolina del Sur
serían hombres y mujeres distinguidos en la vida social, los negocios y el
gobierno. En el centro de las intenciones de ambos grupos de participantes
estaría un objetivo unánime: la suplantación de la adoración perpetua del
innominado por la del macho cabrío. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">La infiltración de
los satanistas en la ciudadela, al igual que en las principales órdenes
(jesuitas, franciscanos, benedictinos, dominicos…), era evidente, y se
manifestaba en síntomas como el cinismo y la indiferencia, fechorías e
infidelidades en cargos de responsabilidad, despreocupación por la doctrina
correcta, negligencia en juicios morales, desidia respecto a principios
sagrados y ofuscación de recuerdos esenciales, etcétera; pero ahora se trataba
de dar el golpe final a la Iglesia como institución supraterrena. El objetivo
no era eliminarla propiamente, sino convertirla en una asociación con propósitos
humanistas desprovista de toda misión de trascendencia; por tal razón, el
centro de su ataque era el papa, a quien, de sucesor de Pedro había que
rebajarlo a un obispo más, al tiempo que colegiar sus decisiones. Cuando se
acabara con la Iglesia católica romana como institución pontificia, el reinado
del príncipe sería un hecho.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Justo a la medianoche
en Roma del día de la fiesta de san Pablo comenzó el ritual de entronización,
en el que no se escatimó la muerte dolorosa del perrito <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Flinnie</i> y la violación sistemática de su dueña, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Agnes</i>, una niña hija de un médico
participante en la capilla emisora. Blasfemias, invocaciones a Lucifer, inversión
del ritual de la santa Misa, plegarías al príncipe de las tinieblas y, por
último, un juramento solemne de traición, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en
virtud del cual los clérigos presentes en la capilla de San Pablo, tanto el
cardenal y los obispos como los canónigos, profanaban intencionada y deliberadamente
el orden sagrado mediante el cual se les había concedido la gracia y el poder
de santificar a los demás.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Satanás había sido
entronizado en la ciudadela.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-eifzBsfOckA/YTXrYlICWlI/AAAAAAAAHJY/w7QcJuH2VRYBDe_JLJpcuzEoIMd4P0CIgCLcBGAsYHQ/s342/SATANISTAS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="147" data-original-width="342" height="276" src="https://1.bp.blogspot.com/-eifzBsfOckA/YTXrYlICWlI/AAAAAAAAHJY/w7QcJuH2VRYBDe_JLJpcuzEoIMd4P0CIgCLcBGAsYHQ/w640-h276/SATANISTAS.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Agotado por el dolor
y la degradación física de una prolongada enfermedad, el 6 de agosto de 1978
murió Pablo VI, quien en 1972 había dicho que por alguna fisura había entrado
el humo de Satanás en el Templo de Dios. El secretario de Estado del Vaticano,
su eminencia el cardenal Jean Claude de Vincennes, que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">según las malas lenguas del Vaticano</i> ya prácticamente dirigía la
Iglesia, asumió la responsabilidad de camarlengo, pero, ocupado en la
preparación del cónclave que elegiría al nuevo sucesor de Pedro, de cuyo
talante dependía el futuro de los planes elaborados a lo largo de los últimos
años, pospuso la revisión de los documentos del papa fallecido.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Del cónclave salió un
nuevo papa que no simpatizaba con los planes elaborados por el camarlengo y sus
colaboradores. El cardenal De Vincennes había fracasado en sus tejemanejes.
Debido a su frustración y a sus discusiones constantes con Juan Pablo I, quedó
casi olvidado el examen de los documentos del papa anterior. Pero aconteció lo
totalmente inesperado. A los treinta y tres días de su elección, falleció el
nuevo papa… ¿Muerte natural o asesinato? La versión oficial fue la primera; los
rumores, cada vez más fuertes, apuntaban a la segunda.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">La documentación del
recién fallecido papa se adjuntó en sobre sellado al del anterior. No obstante,
el camarlengo se concentró en el nuevo cónclave con el fin de que se eligiera a
un papa debidamente complaciente con sus planes. Pero el nuevo papa era un
hombre que no se caracterizaba en absoluto por su complacencia. Nuevo fracaso
del cardenal De Vincennes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Un día de octubre, a
pocos metros del estudio del papa eslavo, el cardenal De Vincennes junto con
dos testigos y ayudantes, el arzobispo Silvio Aureatini y el padre Aldo
Carnesseca, pasó a revisar la documentación tanto tiempo postergada con la
finalidad de seleccionar documentos de los dos papas fallecidos…<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif">Por fin quedaban solo cinco documentos del viejo papa
para concluir la inspección, antes de concentrarse en el segundo sobre. Cada
uno estaba sellado y lacrado en su propio sobre y todos ellos contenían la
inscripción </span></i><span face="Arial, sans-serif">Personalissimo
e Confidenzialissimo<i style="mso-bidi-font-style: normal;">…</i> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Cuatro estaban
dirigidos a parientes de sangre del papa fallecido, pero en el quinto estaba
escrito de puño y letra de Pablo VI: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Para
nuestro sucesor en el trono de San Pedro</i>; la fecha de la inscripción: 3 de
julio de 1975. La sorpresa para De Vincennes fue que el sello original del sumo
pontífice había sido violado, por lo que era evidente que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">alguien</i> había leído su contenido. Con una gruesa cinta, así como
con el sello pontificio y la rúbrica del papa de septiembre, se había cerrado
de nuevo. Sin embargo, lo que le hizo palidecer fue la segunda inscripción del
sobre, esta con la letra de Juan Pablo I: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Concerniente
al estado de la Santa Madre Iglesia, después del 29 de junio de 1963</i>. Con
la finalidad de que su contenido no fuera nunca conocido por el papa eslavo, De
Vincennes arrumbó estos dos sobres a un rincón del Archivo Vaticano para que
criaran polvo y telarañas. Pero el destino del cardenal ya estaba rubricado por
quienes no perdonan los errores: a los pocos meses de estos hechos, De
Vincennes murió en accidente de tráfico.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-6-rruyeljhM/YTXrxopLiSI/AAAAAAAAHJg/4O2sO9ckmdcznpK3vchHR1ILNj66t3CpwCLcBGAsYHQ/s257/malachi%2Bmartin%2Badulto.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="257" data-original-width="196" height="257" src="https://1.bp.blogspot.com/-6-rruyeljhM/YTXrxopLiSI/AAAAAAAAHJg/4O2sO9ckmdcznpK3vchHR1ILNj66t3CpwCLcBGAsYHQ/s0/malachi%2Bmartin%2Badulto.jpg" width="196" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-NNqzXA6mjX0/YTXr0MbM6II/AAAAAAAAHJk/3ZTIFyx5_oIicnkisu1tGvROorzbenbSwCLcBGAsYHQ/s499/JESUITAS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="327" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-NNqzXA6mjX0/YTXr0MbM6II/AAAAAAAAHJk/3ZTIFyx5_oIicnkisu1tGvROorzbenbSwCLcBGAsYHQ/s320/JESUITAS.jpg" width="210" /></a></div></div><br /><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Comienza de este modo
un thriller Vaticano. La novela se centrará en el hermano mayor de los Gladstone,
Christian, perteneciente a una pudiente familia tejana de origen irlandés,
quien abraza el sacerdocio. Joven brillante de fe pétrea será reclamado como
ayudante de Cosimo Maestroianni, sucesor del cardenal De Vincennes como
secretario de Estado del Vaticano. Al principio, brazo ejecutor del Maestroianni,
alertado por dos antiguos amigos y aliados, Aldo Carnesseca y Damien Slattery,
asesor del sumo pontífice (quien será relevado como maestro general de la orden
dominica por su fidelidad al papa), pronto comenzará a darse cuenta de los
tejemanejes Vaticanos y de que está siendo utilizado como un mero peón. Desea
regresar a su patria y olvidarse de cualquier ambición vaticana, pero el papa
eslavo le encarga <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un informe sobre la
corrupción del clero en EEUU, por lo que, de este modo, se convertirá en un
espía doble. El informe es demoledor: no son pocos los sacerdotes que no tienen
escrúpulos a la hora de mostrar su homosexualidad activa, vinculada, por lo
general, a prácticas satanistas en las que no faltan los rituales de sangre. La
sorpresa para Chris llegará cuando el papa eslavo, preocupado por cuestiones
geopolíticas, relegue dicho informe y posponga las medidas a tomar.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Pero, retrocedamos en
el tiempo para hacernos unas preguntas: ¿cuál era el contenido de los sobres?
Quizá podamos suponer la respuesta. Aun así, nos surge una nueva pregunta
bastante inquietante: ¿cómo es que el viejo papa llegó a conocer el
horripilante acontecimiento de la entronización? Si respondiera a dichas
preguntas, le quitaría parte de la sal a la lectura de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El</i>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Último Papa</i>; no lo voy a hacer, por
tanto. Si diré que tras el asesinato de Aldo Carnesseca se precipitará el final
de la novela. El papa eslavo, atento a algún signo de la Virgen, envejecido,
acosado y cercado por la cábala de Maestroianni, donde hay cardenales
satanistas que participaron en la entronización, caracterizados todos ellos porque
han perdido la fe y solo les mueve el poder, y aun así al servicio de la
masonería que urde un cambio radical de la sociedad, prepara un viaje de
peregrinación a Rusia. Sus enemigos, sin embargo, han preparado un plan para
quitarlo de la escena pública, hacerlo renunciar o incluso eliminarlo físicamente
si fuera necesario (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">en toda las guerras
hay víctimas</i>).<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-qi8CQEAMGU8/YTXsdZhT3lI/AAAAAAAAHJw/7XD6WeXw0xEVF7ZlEsuk9lXkYfsvwgTBgCLcBGAsYHQ/s257/JUAN%2BPABLO%2BII.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="257" data-original-width="196" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-qi8CQEAMGU8/YTXsdZhT3lI/AAAAAAAAHJw/7XD6WeXw0xEVF7ZlEsuk9lXkYfsvwgTBgCLcBGAsYHQ/w488-h640/JUAN%2BPABLO%2BII.jpg" width="488" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>Y,
bien, quien quiera saber más, ahí tiene la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El último Papa</i> a su disposición. Quizá Malachi Martín reveló más de
lo que debía.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 5;"> </span>Todos
los derechos reservados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 5;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez @<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"> Filósofo
y poeta.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"> <i>Ad astra per aspera.</i><br /></span></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-88407822941121354002021-07-07T08:15:00.007-07:002021-07-08T06:09:14.944-07:00EL TAXISTA ASESINO<p> </p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">EL
TAXITA ASESINO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">MIGUEL
ÁNGEL DE RUS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">M.A.R.
EDITOR<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-zP0pE8-3dWg/YOXC1TRwCnI/AAAAAAAAHHg/Us1CL_jTfG4l2QmlJ6R4kIMM-psktJuuACLcBGAsYHQ/s340/portada%2Bel%2Btaxista.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="340" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-zP0pE8-3dWg/YOXC1TRwCnI/AAAAAAAAHHg/Us1CL_jTfG4l2QmlJ6R4kIMM-psktJuuACLcBGAsYHQ/w640-h640/portada%2Bel%2Btaxista.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">Quien sea un recalcitrante roussoniano y crea
que el hombre es bueno por naturaleza o, simplemente, apueste por la condición
humana, debería de llevar mucho cuidado con leer esta colección de cuentos que
toma nombre del primero de ellos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
taxista asesino</i>, de Miguel Ángel de Rus, no fueran a tambaleársele los
palos del sombrajo y después vinieran las madres mías. Porque lo que en estos
relatos está en entredicho es eso mismo: la bondad, el sentido de lo justo, el
valor de lo que estimamos bello, el amor, la verdad, la misma existencia… Quizá
el hombre, y más aún, un hombre en sociedad o junto a otros hombres, no sea una
bestia pacífica y benévola al estilo de los rumiantes, sino que, por el
contrario, esté bendecido por las características de la alimaña. Miguel Ángel
de Rus pone nuestros valores patas arriba y escudriña debajo de las alfombras
para airear un poco de polvo y nada. Entre lo cotidiano se cuelan los
espejismos; las cosas, los objetos, los seres humanos, las situaciones, son y
no son, porque las apariencias toman cartas de verosimilitud en el mundo
demasiado agónico que vivencian los personajes. Las situaciones absurdas se
entrelazan con la linealidad de vidas previsibles para formar un entramado de
crueldad y desconcierto. De esta forma el autor interroga a la existencia y le
pide su sentido.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">Podríamos pensar que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El taxista asesino</i> es un libro de corte existencialista, y no nos
equivocaríamos. Pero esta primera impronta enseguida se colorea cuando
ponderamos el uso de una figura que el autor adjunta con maestría y los
existencialistas no estilan: la ironía. Si Miguel Ángel de Rus refiere una
serie de casos de corte trágico que, por lo general, acaban en nihilidad; el recurso
a la ironía los hace aceptables de alguna manera y los convierte, al despertar
en el lector una sorpresiva sonrisa o, en el extremo, la carcajada, en una
broma macabra: en un caso para reír que hace admisible el desenlace. Plantea el
autor situaciones que, ¿por qué no?, pueden afectar al común, ya que en ellas
cualquiera se podría ver involucrado por una suerte de lógica de la fatalidad
y, al igual que los protagonistas de los relatos, caer en una espiral sin
salida que en última instancia desemboca en la vivencia del infierno. Pero la
ironía pone el dique de la distancia; son otros los que viven estos casos y no
el simple, curioso y simpático lector, arrumbado como mero espectador de ese
absurdo que convierte la sorpresa en necesidad.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">La sociedad está corrompida y corrompe al
individuo, de forma machacona se resalta esta tesis en el libro. La sociedad es
dura, cruel en sí misma, porque no hay valor alguno que la sostenga, hasta el
punto de que los personajes de los cuentos experimentarán una suerte de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fatum</i> o destino que les llevará hasta el
crimen o el suicidio. No hay escapatoria ni redención posible a ese teatro de
crueldad que vivencian, donde se erige como verdad casi absoluta la pirámide de
la depredación; la locura acecha, el desconcierto, el desorden.<span style="background: white; color: #333333;"> Para el autor, la sociedad está
compuesta por individuos solitarios donde uno más uno no son dos, sino que siguen
siendo uno más uno; reivindica de este modo el valor del individuo y,
consecuentemente, de forma indirecta hace una apología del mismo frente a la
sociedad desalmada. <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">No sé si
Miguel Ángel de Rus, haciendo alusión al primer relato de la serie (el cual da
el tono de los demás) tenía en mente la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Taxi driver</i> de Scorsese cuando lo escribió; pero sí es cierto que
la portada del libro recuerda el film: ese taxi de color amarillo, salpicado de
sangre, sobre el que emerge la cabeza de un individuo enfrentando los
rascacielos de una ciudad anónima, y los cuentos, no sólo el primero, proponen
diversas figuras de Travis Bickle, perdidas todas ellas en un embrollo donde el
mal adquiere carta de presentación. Porque el mal está ahí, presente y patente;
hecho que llevará al lector, casi sin darse cuenta a una serie de reflexiones
inquietantes. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-sg6MtuyjGuk/YOXDSfZiQ4I/AAAAAAAAHHo/oE9M7vaz4XAmK2gmIWH0BKCrfbG9vqQswCLcBGAsYHQ/s375/miguel-angel-de-rus.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="375" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-sg6MtuyjGuk/YOXDSfZiQ4I/AAAAAAAAHHo/oE9M7vaz4XAmK2gmIWH0BKCrfbG9vqQswCLcBGAsYHQ/w400-h400/miguel-angel-de-rus.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">Propongo una
de ellas: un presupuesto axial del estado moderno es que debe garantizar el
orden social y, en consecuencia, solo a él compete el patrimonio del ejercicio
de la violencia. Pero ¿qué ocurre si no es así?, ¿qué ocurre si el estado es
incapaz de garantizar el orden porque es incapaz de dar una oportuna respuesta
a ciertos desmadres? Pues que tal aserto queda como una buena intención si
acaso, o ni eso; constituye, quizá, algo interesante pero no efectivo al no
impregnar la dimensión de la praxis. En los relatos que componen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El taxista asesino</i> tal presupuesto queda
en entredicho con demasiada frecuencia. El buenismo excesivo o la cobardía
encubierta, o la mirada que se pone de canto ante la injusticia, o la
frivolidad o la hipocresía, o, peor aún, la acomodación conductual al discurso
de lo políticamente correcto o socialmente aceptable, en sí conllevan el
fracaso de una concepción de la sociedad y pueden desembocar en el drama; sin
ir más lejos, a que a algún solitario le dé por dar la nota. De este modo
ocurre con el taxista, un buen hombre de Albacete que ha estudiado Filosofía en
la Universidad de Murcia, y el destino coloca, tras unos avatares no demasiado
complejos, frente a un taxi; un hombre que podría haber sido aún más bueno y
convertirse en un probo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pater</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">familias</i>, pero la vida le da un extraño,
sorprendente e irónico revés que deja su psique tambaleando. El deterioro de su
personalidad será implacable y terminará produciendo un desenlace de cine negro
a la española. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">Recordando al
mejor Camus, el hombre solitario de estos relatos se rebela y enfrenta contra
la sociedad, cruel y absurda, pero no se queda reflexionando y lamentando su
suerte, sino que pasa a solventar las injusticias o desajustes sociales con
cuatro tiros que acierten en la cabeza o el pecho, o a navajazos en la tripa,
o, incluso, a hachazos bien propinados en el costillar, o con el gollete roto
de una botella de vino encajado en la nuca del oponente. O eso, o el suicidio.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;">Soy un hombre tranquilo </span></i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;">—dice el protagonista de un relato—.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> De esos de los que la vida abusa a diario.
Pero me habían puesto en el límite y nada de lo que pudiera pasar sería mi
culpa. Hasta un punto llega el buen ciudadano y a partir de ahí solo pueden ser
culpables los que abusan de él.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">Y es que parece como si el mal estuviera
incrustado no solo en la sociedad sino en nuestras células; como si portáramos
una especie de gen que nos predispone hacia lo infame, tantas veces grotesco, y
que el autor de forma despiadada convierte en motivo de risa al señalarlo con
descaro. Parece como si Miguel Ángel de Rus con cada uno de sus cuentos nos
susurrara al oído: “Si no podemos arreglar ni el mundo ni el hombre, riamos;
algo se consigue. Por lo menos dulcificar la crueldad de la existencia”.
Sabemos que la risa objetiva, nos aleja de la situación, difracta el sentido de
los acontecimientos. Quien ríe no llora; se alegra aun en lo triste y absurdo,
pero a la vez comprende la inanidad del vivir, la tontuna que supone
involucrarse demasiado en las situaciones que le rebasan y que, si de alguna
forma se podrían haber evitado, devienen con una necesidad propia.<span style="background: white; color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El taxita asesino</i> el lector encontrará
relatos crueles, escritos con un estilo directo y pocas concesiones a lo
retórico, muchas veces violentos, puesta la carne en la viveza de la expresión
y el impacto que pudieran producir en el lector, transidos por la ironía, por
un humor negro que no los dulcifica sino que agrava su carga de desencanto. En
ellos la sociedad queda cuestionada y el individuo queda cuestionado, hasta el
punto de que el lector obtiene la impresión de un desmoronamiento o colapso
total. Los personajes solitarios que bien a su pesar se erigen en protagonistas
del absurdo de la crueldad, exceptuando dos de ellos que salvo por su bonhomía
e ingenuidad (el del relato <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ficticio</i>
y el de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Júpiter muerto entre las olas</i>),
tampoco son ejemplos a seguir ni constituyen paradigma alguno de conducta. Y
esos mismos personajes que he salvado terminarán presos de un desencanto letal que
les durará el resto de sus vidas. Es la debacle, repito.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: large;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;">Me vienen a la
cabeza, no sé por qué, al escribir estas impresiones acerca de los relatos de
Miguel Ángel de Rus, esos consabidos versos, tan traídos y llevados,</span><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"> de
aquel sabio medieval, hedonista y cínico, el Arcipreste de Hita, cuando
aconsejaba:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 0cm 42.55pt;"><span style="font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;">Como dice Aristóteles, cosa es verdadera:</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #333333; line-height: 107%;"><br />
<span style="background: white;">el mundo por dos cosas trabaja: la primera,</span><br />
<span style="background: white;">por aver mantenençia; la otra cosa era</span><br />
<span style="background: white;">por aver juntamiento con fembra plasentera.<o:p></o:p></span></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">Dos exigencias, a saber, son las que ocupan
los afanes de un hombre según el Arcipreste: la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mantenençia</i> y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fembra
placentera</i>. De esta misma opinión, después de lo dicho, parece que es
Miguel Ángel de Rus, y, en este sentido, algún mueble intenta salvar. Así
aparece ese toque epicúreo que como perfume salpica el desconcierto de los
relatos: el elogio de los placeres del buen yantar o buen beber, pizcas
hedonistas que se muestran como reales ante lo falsario o frívolo del vivir. Pero
estas pequeñas guindas de refinamiento, con que son salpicadas las páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El taxista asesino</i>, no son óbice de lo
que sucederá después, y no es de extrañar que a una magistral clase de enología
suceda la inevitabilidad del crimen. </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-TG7uNMdaulA/YOXEtQVzuKI/AAAAAAAAHHw/XvTY6X-eG9ghRqW7axnEuSPD7je6Uhy9QCLcBGAsYHQ/s267/miguel_rus_guarida.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="267" data-original-width="200" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-TG7uNMdaulA/YOXEtQVzuKI/AAAAAAAAHHw/XvTY6X-eG9ghRqW7axnEuSPD7je6Uhy9QCLcBGAsYHQ/w480-h640/miguel_rus_guarida.jpg" width="480" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><br /> <o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">¿Y acerca de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fembras plasenteras</i>?, ¿qué nos dice el autor? Miguel Ángel de Rus aborda
el tema de la mujer y del amor desde una perspectiva eminentemente masculina,
aunque, para variar, desencantada.<span style="background: white; color: #333333;">
La idealización de la mujer es lo primero que cae; nos presenta mujeres de
carne, por no decir carnales, sacudidas, frente a las máscaras de seducción que
utilizan, por los mismos vientos de nihilidad que los hombres. Unas veces son
un mero objeto de deseo; otras superan por su frivolidad a los hombres en los
ardides de la crueldad. El hombre y la mujer, llamados a entenderse, resulta
que no se entienden. Fracasa en el intento de encontrar mujer mediante una
página web ese hombre que desde un entorno rural se desplaza a la ciudad, y se
hacen trizas las ilusiones del enamorado de una mujer marmórea, una escultura
de refinamiento y clase, al descubrir la verdad que planeaba sobre la ficción,
el espejismo y la máscara. Podríamos abundar sobre el tema, pero prefiero
dejarlo ahí. Remito al lector al último de los cuentos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La belleza interior</i>, donde la ironía se riza con el sarcasmo. Este último
relato es apoteósico, digno broche de oro y culmen de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El taxista asesino</i>. Ríes porque no puedes llorar, pero la situación
con la que nos enfrenta el autor es espantosa. Salvaje. Brutal. ¿Viaje, sin
posible vuelta atrás, al origen del mundo?<o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: large;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;">No quiero
terminar esta breve recensión sin resaltar la admiración que el autor siente por</span><b><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #202122; line-height: 107%;"> </span></b><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #202122; line-height: 107%;">Villiers de L'Isle-Adam, a quien a modo de
homenaje dedica un microrelato, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El último
beso</i>, en el cual a la muerte la viste de amada. El lirismo se aúna con la fatalidad
y la tristeza, y la brevedad confiere la intensidad necesaria para que no nos
perturbe.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Muchos
más recovecos y detalles de los que aquí he sugerido puede encontrar el lector
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El taxista asesino</i>. Va de su
cuenta. Por mi parte, si antes he citado al Arcipreste de Hita, retrocedo un
siglo en el tiempo y voy con Gonzalo de Berceo, y vengo a pedir para nosotros, autor y lectores y todo quisque que se apunte, un vaso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bon vino</i>. <em><span face=""Arial","sans-serif""><o:p></o:p></span></em></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></em></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-indent: -0.05pt;"><span style="font-size: large;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;">Quiero fer una prosa en román paladino,</span></em><i><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><br />
<em><span face=""Arial","sans-serif"">en cual suele el pueblo
fablar con so vezino;</span></em><br />
<em><span face=""Arial","sans-serif"">ca non so tan letrado por
fer otro latino.</span></em><br />
<em><span face=""Arial","sans-serif"">Bien valdrá, como creo, un
vaso de bon vino.<o:p></o:p></span></em></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></em></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: large;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; font-style: normal; line-height: 107%;">Este vaso puede ser perfectamente de un
generoso y envejecido</span></em><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;"> armagnac</span></em><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; font-style: normal; line-height: 107%;">. <o:p></o:p></span></em></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; font-style: normal; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></em></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; font-style: normal; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Todos
los derechos reservados.<o:p></o:p></span></span></em></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; font-style: normal; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez@<o:p></o:p></span></span></em></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; font-style: normal; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Filósofo
y poeta.<o:p></o:p></span></span></em></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; font-style: normal; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span></span></em><em><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #333333; line-height: 107%;">Ad astra per aspera.</span></em></span><span face=""Arial","sans-serif"" style="background: white; color: #333333; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-79973667557482668862021-06-16T11:27:00.000-07:002021-06-16T11:27:05.288-07:00EL RETORNO DE LA ESPADA<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">EL
RETORNO DE LA ESPADA<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">FRANCISCO
JAVIER ILLÁN VIVAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">M.A.R.
EDITOR<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">II
Premio Villers de l’Isle Adam de Novela Fantástica, 2021.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-pq4OW1l8xKI/YMpAspAW6DI/AAAAAAAAHEg/f_2nF-E8toQhqTQE1gjKkMlQK2aC7anUQCLcBGAsYHQ/s803/PORTADA%2BRETORNO%2BE.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="803" data-original-width="552" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-pq4OW1l8xKI/YMpAspAW6DI/AAAAAAAAHEg/f_2nF-E8toQhqTQE1gjKkMlQK2aC7anUQCLcBGAsYHQ/w440-h640/PORTADA%2BRETORNO%2BE.jpg" width="440" /></a></div><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"><br /></span></o:p></span><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-size: x-large;"><br /><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Los autores de fantasía tienen una
creatividad especial: no solo forman tramas, sino que conforman mundos, y estos
mundos son veraces por cuanto no son contradictorios. Quiero decir que son
mundos que atienden a una lógica, pues tienen sus propias leyes. Son mundos
posibles. Quizá no hayan existido, pero podrían existir, y aunque no existan en
un futuro por lo menos existen o están en la mente de su particular hacedor.
Esto ocurre con La Tierra Media de Tolkien, o con Narnia de C.S. Lewis, o con
Laugea de Francisco Javier Illán Vivas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">No existen los hechos puros, insisto, porque
las ideas ya están configurando los hechos; por lo tanto, cuando hablamos de realidad,
deberíamos saber que hablamos de una realidad conformada a nuestras
percepciones y preconcepciones, esto es, a nuestros esquemas de conocimiento de
los cuales partimos. Ahora bien, añado a esta tesitura demasiado kantiana que no
solo los conceptos o ideas de los que partimos configuran nuestra realidad, sino
que voy un poco más lejos: también lo hace, y en mayor medida, nuestra
imaginación. El mito precede al concepto y subyace al razonamiento, por cuanto
no entra en contradicción con este; es más, todo mito es lógico en su
estructura (Levi-Strauss ya dedicó incansables páginas para fundamentar dicho
aserto). Por tal razón un mundo imaginado se convierte en real si no contradice
ninguna ley lógica, ya que lo real precede a lo existente. Si un mundo
imaginado no es contradictorio, es posible y, si es posible, existe o podría
existir, existió o existirá; es así por chocante que nos pudiera parecer (ahora
traigo a Wittgenstein en mi favor). Un mundo conformado según unas leyes,
poseedor de su lógica interna, tiene su propia consistencia y aquel que lo
formula remeda al Creador. Estos mundos tienen una riqueza implícita; en ellos
el enigma está a la vuelta, y la sorpresa, al igual que sucede en el mundo
consensuado. Sin embargo, tales mundos poseen una gran ventaja, ya que al no
desplazar el consensuado, podemos superponerlos a este como espejos; de tal forma
nos permiten ensayar respuestas a interrogantes verdaderamente difíciles.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“El
retorno de la espada” supone la continuación de la saga de “La cólera de
Nébulos” (integrada por “La maldición”, “El rey de las esfinges” y “La
oscuridad infernal”) y, como tal, muchos de los personajes que aparecen tienen
ya una historia a sus espaldas y, los acontecimientos que sucedieron en un
pasado, un peso en la trama del presente; dicho esto, el libro constituye una
unidad de sentido y se puede leer con independencia de los anteriores sin
menoscabo de su inteligibilidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Nos encontramos con una tierra legendaria Laugea,
con sus altas montañas, desiertos, mares interiores, reinos y ciudades, pablada
por las más variopintas y diversas criaturas dotadas de habla. Entre estos
seres, por su relevancia especial, cabe destacar dos tipos: los Eternos y los
Hombres. En un principio, Eternos y Hombres, constituían una misma raza, pero
se escindieron, y así caminarán, escindidos, a lo largo de las edades hasta que
al final de los tiempos vuelvan a unirse. Cualidad propia de los Eternos es la
inmortalidad; solo pueden morir o porque otro Eterno los mate o porque ellos
mismos decidan traspasar “El Arco del Silencio”. Los Hombres, por el contrario,
están afligidos por la muerte y su vivencia del tiempo es diferente a la de los
Eternos; mientras que los Eternos viven, por así decir, un tiempo “congelado”,
los años humanos pasan veloces y las generaciones de estos se suceden
rápidamente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3LvHP8LJjsqEM-c5GoYpDt7Dr1dQPIpProLuvIZx32rvKSrB16mg3MKN3kYvghJ3XxCeBS2Dtbga2ys7KT0R5fURiqckUSef1YtEMQqRmLLyAOmAU3gXpzrjoi3wcbpebCTcsmQzi7ro/s619/ILLAN+CON+ESPADA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="619" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3LvHP8LJjsqEM-c5GoYpDt7Dr1dQPIpProLuvIZx32rvKSrB16mg3MKN3kYvghJ3XxCeBS2Dtbga2ys7KT0R5fURiqckUSef1YtEMQqRmLLyAOmAU3gXpzrjoi3wcbpebCTcsmQzi7ro/w516-h640/ILLAN+CON+ESPADA.jpg" width="516" /></a></span></div><span face="Arial, sans-serif"><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Francisco Javier Illán Vivas ya desde el
inicio de “El retorno de la espada” nos introduce en una narración épica no
exenta de lirismo, donde asistiremos a la lucha arcaica y arquetípica del Bien
contra el Mal. Si en los albores del tiempo hubo una escisión entre Hombres y
Eternos, con el decurso de la temporalidad sucedieron nuevas escisiones: entre
los Eternos, según abrazaran el Bien o el Mal, y, concomitantemente, entre los
Humanos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">A modo de prólogo de lo que sucederá, el
autor nos propone el nacimiento de una criatura del mal: una Venus tenebrosa, Lilith,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que al igual que la del mito griego nacerá de
las aguas y del esperma del padre. Ahora bien, las aguas de las que nace Lilith
no son las limpias de la mar, ni el padre será Urano, sino que nacerá de las
aguas cenagosas y oscuras del Lago Estige en las cuales se han esparcido las
cenizas de Gorgerigona la Maldita, quien fue la más aberrante monstruosidad del
Orco, y el semen será el de Inferos, hijo y heredero del poder infernal de
Satánicus el Maldito. Nace así una criatura de gran belleza y gran poder, y
ambas cualidades las utilizará para realizar el mal y cumplir los deseos de
venganza del padre. La existencia de este ser malvado en un principio pasará
desapercibida a los Eternos, pero no las consecuencias de su actuación; esto es
porque Lilith será conocida por los Hombres como Judith, y tal cambio de nombre
la hará desaparecer de los Libros del Tiempo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Queda servida la trama: mientras los Eternos,
auspiciados, por Nébulos, el Eterno Supremo hijo de Universos, y Mágios, el Consejero
del Eterno Supremo, convocan el Senado Imperial en la Sala del Ojo del Tiempo —<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Huele a sangre y a muerte en el mundo de los
Humanos y temo que la tierra se vuelva resbaladiza cuando el rojo líquido la
cubra con su espeluznante manto</i>, solemnemente anuncia Nébulos nada más comenzar
la asamblea—; los Hombres, a su vez, representados por los seis Patriarcas,
bajo el auspicio del venerado Pontificex Máximus de la eterna Occidenter,
conocida ahora como Eretz Makor, se reunirán en un Concilio Universal. Se trata
de descubrir a esa criatura malvada que ha agitado las fuerzas del mal, pero,
sobre todo, saber cómo vencerla porque no solo está amenazado por la oscuridad
el mundo de los Hombres, sino la misma Celestos, la ciudad donde nunca se pone
el sol, sede de los Eternos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Los llamados a tal propósito se embarcarán en
una aventura que, a modo de viaje iniciático, finalizará en los bosques de Ismadía
donde se producirá una batalla legendaria, aunados Hombres y Eternos en la
lucha contra el Mal. Por parte humana, el Príncipe, llamado a ser Rey de Reyes
según la profecía, hijo de Aviva, soberana de Eretz Makor, acompañado de Sombra
(espada que solo puede ser vencida por otra espada, Dragonia) y de una
heterogénea y curiosa compañía emprenderá un camino de dudoso retorno. Los
Eternos, comandados por Eleazar, el hijo de Nébulos y aun así condenado a la
mortalidad por una desobediencia, y por Eostes Arcofirme, darán el apoyo necesario
a los Humanos para vencer el mal. Antes de tal desenlace, Eleazar tendrá que
rescatar la espada sin la cual sería imposible la victoria, Dragonia, una
espada con voluntad propia a la que es necesario vencer y someter a la voluntad
de quien la empuña, forjada por Wasfas el Armero en las fraguas de Celestos la
Imperecedera, cuya hoja, fría y de afilados vértices, a la luz del sol es de
color azul y roja a la luz de la luna.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Por supuesto que no voy a entrar en detalles
ni desvelar las peripecias de los personajes, algo que dejo al amable lector. Sí
señalaré algo interesante de lo que el autor es plenamente consciente, puesto
que lo reitera, por lo menos, en tres ocasiones: el mal no solo es destructivo
por naturaleza sino que, en última instancia, ese poder de destrucción lo
revierte contra sí mismo. El mal es tortuoso, retorcido, de oscuros designios,
aunque siempre contempla la destrucción y la muerte como finalidad, por lo que,
dejado a sí mismo, cuando no tuviera nada ni nadie a quien destruir, se
revolvería contra sí autodestruyéndose. Es una idea fuerza. Francisco Javier
Illán Vivas la subraya cunado señala la dualidad de Anteo, más aún cuando lo
hace con la ambivalencia de Érebo, puesto que si su oscuridad destructiva fuera
escindida, cada mitad lucharía contra la otra mitad hasta autodestruirse y, de
esa destrucción, nacería la luz; en último término, como colofón, está presente
y explica la lucha de Lilith contra Érebo. Y aquí me detengo en otro carácter
de la maldad: su condición vampírica. En el mito hebreo, después de su ruptura
con Adán, Lilith se convierte en un vampiro que vaga por las noches chupando la
sangre de los bebés; la otra Lilith, la hija de Inferos y de las aguas
putrefactas donde se han diseminado las cenizas de Gorgerigona la Maldita, de
igual modo adquiere y acrecienta su poder cuando absorbe la energía de su
adversario. No escatimará para ello un beso que porta la muerte. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-oTi2MjbmrRw/YMpCAtq4-NI/AAAAAAAAHFA/Rn4nye93Ll4EED4DTkA22hckN6svg3JwgCLcBGAsYHQ/s403/FRANCISCO%2BY%2BMUJER.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="403" data-original-width="235" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-oTi2MjbmrRw/YMpCAtq4-NI/AAAAAAAAHFA/Rn4nye93Ll4EED4DTkA22hckN6svg3JwgCLcBGAsYHQ/w374-h640/FRANCISCO%2BY%2BMUJER.jpg" width="374" /></a></span></div><span face="Arial, sans-serif"><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Al reseñar algún libro de Francisco Javier
Illán Vivas, he dicho que su prosa es ágil y plástica; es por esta cualidad que
la lectura de estos se hace muy amena y una vez que se empiezan se devoran con
prontitud. Así ocurre con “El retorno de la espada”. Algunas de sus páginas son
extremadamente vigorosas y cargadas de significado, sea cuando señala ese
oxímoron andante que supone Lilith, o cuando Odis, traspasando el Arco del
Silencio, ingresa en la Etérea Eternidad. Hay más, pues nos encontramos con una
narración épica en la que nos esperan bellísimas páginas; las dejo al
descubrimiento del lector. En ellas encontrará, a la par que la lucha del Bien
contra el Mal, la confrontación entre Libertad y Destino, el enfrentamiento con
la Muerte y su misterio, y el canto al Valor, ese Valor que a algún personaje
le hará, pertrechado de su espada, tirarse al vacío en cuyo fondo rugen los
ríos de fuego y lava.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Francisco Javier Illán Vivas es un hiperbóreo
o, por lo menos, yo tengo esa percepción de él. Lo he tratado poco (espero
remediarlo en un futuro), aunque he leído parte de sus escritos. Quizá sea
osadía mía emitir tal juicio, pero me avalan para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tal parecer los rasgos de su escritura, el
espíritu de lucha que trasmite, el gusto por lo mitológico, las espadas, los
arcos, las flechas…, el culto al valor y la valentía, el culto a la
individualidad. Hombre de un remoto pasado, hurga en la memoria colectiva y
entrelaza lo fantástico con lo mítico, lo que fue o pudo ser con lo que será,
para crear una realidad, esa compacta realidad que nos entrega en su obra.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Todos
los derechos reservados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"> <i>Ad astra per aspera</i>. </span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-26153374924361158332021-06-05T15:20:00.001-07:002021-06-05T15:28:19.628-07:00EL FRÍO CORAZÓN DE LAS ESTATUAS<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">EL
FRÍO CORAZÓN DE LAS ESTATUAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">PEDRO
JAVIER MARTÍNEZ<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Prólogo
de Manuel Álvarez Torneiro<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">LOS
LIBROS DEL MISSISSIPPI<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-96W9vNbdUdU/YLv1dttIq8I/AAAAAAAAHC8/K0GORWZyCOYIeOxRXP82Wo6m98gDKK2jgCLcBGAsYHQ/s1050/IMAGEN%2BEL%2BFRIO%2BCORAZON%2BDE%2BLAS%2BESTATUAS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1050" data-original-width="669" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-96W9vNbdUdU/YLv1dttIq8I/AAAAAAAAHC8/K0GORWZyCOYIeOxRXP82Wo6m98gDKK2jgCLcBGAsYHQ/w408-h640/IMAGEN%2BEL%2BFRIO%2BCORAZON%2BDE%2BLAS%2BESTATUAS.jpg" width="408" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">No es la primera vez que Pedro Javier
Martínez aborda los temas sociales, ese desajuste endémico en la historia de la
humanidad entre ética y política o, mejor, el desajuste entre la buena o mala
praxis que aboca al sufrimiento y al dolor del débil frente a aquel que se
erige como fuerte, y, en última instancia, al de este que se cree fuerte. Ya
desde el lejano poemario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hay una paz que
espera</i> surge con vigor en su obra la denuncia de la injusticia y la
irremisible apuesta por el desheredado, por el hombre sufriente que necesita
una pronta reparación de su mal. Desde entonces para acá estos temas
constituyen una transversalidad y afloran con más o menos patencia a lo largo
de su producción literaria —señalo por su especial relevancia <i>J</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">inetes de lo impuro</i> (Premio
Torrevieja de Poesía)—. En la dilatada obra de Pedro Javier esta temática daría
para un estudio en profundidad; sin embargo, me voy a ceñir al libro que nos
ocupa, su última entrega poética: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El frío
corazón de las estatuas</i>, donde plantea con inusitada insistencia el
problema del mal, eje sobre el cual se vertebra el poemario.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Llama la atención el título, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El frío corazón de las estatuas</i>,
metáfora de su contenido que terminará por helar la sangre del lector. ¿De qué
estatuas nos habla Pedro Javier? ¿Cuál es su frío corazón? Las estatuas de frío
corazón no son sino los hombres que han perdido el alma y, por perderla, se han
convertido en estatuas sin corazón. La argumentación, desde luego, es circular,
pero no el frío, puesto que este avanza a lo largo del poemario. Por eso el
autor nos propondrá las etapas de tal progresión, que coincidirán con las tres
partes en que lo divide: 1) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estatuas de
arena</i>, 2) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De mármol</i> y 3) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De bronce</i>. Esta progresión del
enfriamiento correrá paralela a la del endurecimiento del corazón. El alma se
volverá fría cuando eluda cualquier sentimiento de bondad y la maldad
definitivamente se adueñe de ella hasta el punto de que, tal maldad, termine
por convertirse en un modo de ser y estar en el mundo. En el fondo late en el poemario
el viejo conflicto ente el bien y el mal, al que asiste impávido, aunque
desgarrado en sus entrañas, el poeta, quien con impotencia ve cómo el mal gana
la batalla, por lo menos aparentemente. Los hombres cuyos corazones se enfrían
y se convierten en estatuas, en última instancia son aquellos que, al igual que
el ángel caído, abrazan el mal por el mal y, convertidos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ñiquiñaques</i> (palabra que utiliza el
poeta para designarlos),<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>encaminan sus
acciones hacia un mayor horror. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Pedro Javier no postula el mal en abstracto,
perspectiva que, más que a la poética, pertenecería a la dimensión filosófica;
por el contrario, asumiendo la dimensión teológica, y puesto que del mal no
faltan ejemplos que impactan al corazón, mueve el sentimiento y la emoción para
expresar poéticamente la hondura de su dolor. Pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">su</i> dolor es el dolor de todo hombre de bien, por lo que al nombrar
la llaga y meter su dedo ahí, universaliza su dolor y lo convierte en el dolor
de todos. Ahora bien, su voz poética no se detiene en nombrar la llaga y poner
su dedo, sino que clama, clama por la justicia o por los restos de la bondad,
exigiendo desesperadamente una reparación. En realidad, el poeta clama a Dios,
al Único que verdaderamente puede clamar. Así, junto al registro y la denuncia,
con la concomitante emoción devastadora que le produce el mal, acontece el
grito desconsolado, el grito a Dios; a un Dios deseado pero tantas veces
elíptico, el cual, sin ser nombrarlo directamente, está presente a lo largo de
las páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El frío corazón de las
estatuas</i>. Solo Dios puede rebasar el mal y convertirlo en aliado, darle la
significación que lo haga legible, pero tal designio queda en el ámbito del
misterio para el poeta-hombre. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-URBgI_zuWzk/YLv18dwh7gI/AAAAAAAAHDE/ZvFYUxYgJUsTUDjxsEb8d1EY9_8NO0twwCLcBGAsYHQ/s112/29354444_973923946104950_3553973961583596351_o.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="112" data-original-width="112" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-URBgI_zuWzk/YLv18dwh7gI/AAAAAAAAHDE/ZvFYUxYgJUsTUDjxsEb8d1EY9_8NO0twwCLcBGAsYHQ/w400-h400/29354444_973923946104950_3553973961583596351_o.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">El primer poema del libro, en este sentido
del que hablo es, al tiempo que paradigmático, programático:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">No sé por dónde
andas,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">pero te estoy
llamando<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">con el ronco alarido<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">del corazón<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">desde que el alba<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">incendió de rubores
las espigas.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Traigo una llaga
abierta en el costado<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">por la perversa rosa
que ha crecido,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">el letal desamor,
entre los hombres.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Y he concitado a
Munch, porque su grito<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif">sea un reflejo de mi
propio grito.</span></i><span face="Arial, sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Un Dios silente, la inanidad del mal, solo
pueden aumentar la zozobra del poeta hasta el paroxismo. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El frío corazón de las estatuas</i>, de esta forma, se convierte en un
libro agónico, pues la vieja lucha del bien contra el mal, fiel reflejo de la
que ocurre en el interior del alma, se desarrolla entre sus páginas, de
principio a fin. En un momento dice el poeta:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Qué
amarga sinrazón la de sentirme<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">un
hombre más en esta disyuntiva<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">de
rematar la tierra a navajazos…<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Bien sabe Pedro Javier que el origen del mal
no es otro sino el ángel caído, Luzbel devenido en Satán, quien disputa a Dios
el alma del hombre, y esta se convierte en el auténtico campo de batalla entre
ambos. ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Qué somos</i> —se pregunta el
poeta—, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hombres o mero barro cocido/ en
el alfar de la desconfianza?</i> Y en el primer poema de la segunda parte, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De Mármol</i>, precisa: <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Estaba
allí, presente,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">a la
espera del luctuoso instante<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">en que
se produjese la hecatombe,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">para
recolectar<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">los
pervertidos frutos del dolor.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Y su
aura era oscura,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">como un
río de sangre coagulada.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Insisto en que el poeta, aunque designa
con imágenes y metáforas tanto a Dios como a Satán, muy poco los nombra, como
si con tal elipsis nos quisiera decir que el combate entre ambos se produce en
un territorio invisible para el ojo, pero cuyas consecuencias se palpan en el
diario vivir y son aterradoras. Se trata de una lucha secreta, soterrada pero
violenta y sin cuartel, entre Dios y el diablo en el mismo territorio que
disputan: el alma humana. Ahora bien, si esto es así, y si, por otra parte, el
origen del mal, esa opción libre y radical por la maldad, por incomprensible
nos queda velada, se hará necesario indagar en la psicología del malvado para
arrojar cierta comprensión sobre el horror. De este modo, la reflexión poética
de Pedro Javier sobre la maldad pondrá como centro al mismo hombre.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7p77ZesdZ52opUOOM9Dj_decBLwbrJ844wCINCoVOl8DhAGXRBhk7IgPkdOIcAmhZ8otdN9OYqFQyojhD0HBHsGdxHHye3glg4KjovG81SLcGMKdf7FIEAkYi-lM-1ts0hzq0OR-xtfY/s774/PEDRO+Y+JOSEFITA1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="774" data-original-width="774" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7p77ZesdZ52opUOOM9Dj_decBLwbrJ844wCINCoVOl8DhAGXRBhk7IgPkdOIcAmhZ8otdN9OYqFQyojhD0HBHsGdxHHye3glg4KjovG81SLcGMKdf7FIEAkYi-lM-1ts0hzq0OR-xtfY/w640-h640/PEDRO+Y+JOSEFITA1.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Al desplazar el centro de gravedad hacia una
consideración antropológica, la paradoja queda servida: si en el hombre
propiamente no cabe radicar la causa del mal; es de notar sin embargo que si no
fuera por el concurso del hombre, el mal no adquiriría la forma de la
devastación. Es el hombre quien mediatiza el mal porque el mal se concretiza en
las acciones malas que efectúa; si así no fuera, el mal carecería de fuerza y
difícilmente dejaría su impronta. ¿Qué ocurre, pues, en el interior del hombre?
Vuelvo al primer poema donde el autor señala una clave de comprensión: el</span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> letal desamor</i><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">; </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">desamor</i><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> y, por desamor, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">letal</i><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">,
convertido en el leitmotiv de </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El frío
corazón de las estatuas.</i><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> Una herencia, fatal y funesta, arrostramos desde
nuestro primer ancestro: la deslealtad, el </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">letal
desamor</i><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">, con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con la misma
tierra, y nos precipita hacia la degradación.</span></span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><br />Poemas dramáticos, sin título, solo
numerados, se sucederán unos a otros en esa progresión de la degradación y la
atrocidad como eslabones de una cadena de horror; versos doloridos y dolorosos,
trascendidos de una humanidad con la que el poeta quiere comprender el dolor,
quiere comprender la frialdad de corazón a que pueden llegar los hombres,
hombres cuyo corazón de carne ha terminado por convertirse en corazón de piedra
y, aún más, de bronce.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Esta terrible consciencia del mal y sus
estragos, le lleva al poeta a enfrentar las numerosas formas del desamor e
indagar en su por qué. Fanatismo, religioso o de cualquier otro tipo, falta de
valores, idolatría de variados matices, especialmente la de aquellos que se
inclinan <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ante el becerro de la
especulación</i>, persecución del poder, la mucha vanidad… En fin, la lista es
larga. Aun así, Pedro Javier señala con especial énfasis a los tibios, a
aquellos que eluden su responsabilidad, a aquellos que callan y, por callar,
consienten. Es el triste caso del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hombre
Pilatos</i>. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hombre Pilatos</i>, el
que se lava las manos, el tibio, aquel que soslaya todo tipo de compromiso,
atento solo a sus pequeños egoísmos, al aliño de cada día con que endulza su
pequeña y miserable vida, por no alzar el grito es el gran responsable de este
perpetuo estado de injusticia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Hay
veces que la carne<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">se
atrinchera en la umbría<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">donde
urdir sus excesos, y levanta<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">un
escudo de boria y alfileres<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">con que
esquivar del alma sus reproches.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">A tanto puede llegar la monstruosidad del mal
que lo más fácil resulta negar lo evidente: su patencia. Ahora bien, aquel que
mira siempre a otro lado y presume de manos limpias se convierte en un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">humano inhumano</i>, y cuando intenta
enmascarar de altruismo los verdaderos intereses de su depredación añade nuevo
reglón a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">insolidaria historia</i>. Por
eso, para contrarrestar el mal y la injusticia que le sigue, lo primero que hay
que hacer es luchar contra la traición a uno mismo; luchar contra ese intento
continuo de solaparse, sea con la hipocresía o la negación, de la
responsabilidad adquirida ante nuestros semejantes, ya que aunque solo hubiera
un hombre que sufriese, también sufriría yo. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Homo sum, humani nihil a me alienum puto</i> (Soy hombre, y nada de lo
humano me es ajeno), el viejo dicho de Terencio resuena con fuerza y el poeta
lo hace suyo. Basta ya de mentirnos a nosotros mismos, de justificarnos
patéticamente, puesto que lo que hay que hacer es reinvertir lo inverso,
decapitar orgullos y vanidades, recuperar valores, dejar el conformismo
impávido, desechar el miedo, recuperar la dignidad y enarbolar los estandartes
de la lucha. Hay que despertar. No se pueden cerrar los ojos por siempre ni
mirar a otro lado continuamente. El centro de la maldad convoca el centro del
hombre desde donde brota la sangre, y la sangre se adentra por los laberintos
de la memoria oscura, busca razones, clama por la vida e intenta purificar este
drama de vivir cegando el hontanar oscuro con la oblación. Dice el poeta:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Por si descubre al
fin la madriguera<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">del hontanar del
reino de la noche<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">y consigue cegarlo
con los fuegos<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">de la oblación.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif">Visto
lo visto en la clase política</span></i><span face="Arial, sans-serif">, no debemos esperar que nos defienda quien
nos debería defender, con ironía afirma Pedro Javier. La lucha<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es de cada cual en particular y debe
afrontarla en solitario. ¿En solitario…? No. Nos podremos sentir inermes y
desolados, mudos o solos en la partida contra el mal, pero siempre nos quedará
el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">as del amor</i>, esto es, Dios, Quien
sigue ahí, a nuestro lado:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">No hay
daño que me apremie<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">nii
dolor que me aflija<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">si
estás a mi derecha<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">con tu
candil ardiente.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Un gran impacto emocional me ha producido
esta última entrega de Pedro Javier Martínez, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El frío corazón de las estatuas. </i>Todo hombre de bien se escandaliza
ante la maldad, y si esta es tan desmedida como gratuita, tal y como la
experimentamos en los últimos tiempos, el escándalo que nos produce va más allá
del sollozo y del grito. Comprenderla no podemos; denunciarla, sí. Pedro Javier
va más allá, y acaba el poemario con un alegato a la esperanza:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Que sí, que sí, que
hay hombres de una pieza<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">que han prendido en
sus propias carnes<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">la verdadera esencia
de la vida<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">en el rigor que
entraña el sufrimiento.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Hombres volcados al
amor, enteros,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">incapaces de
defraudar la expectativa<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">de Aquél que los
creó.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Hombres idóneos<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">de fundir con su luz<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">el frío corazón de
las estatuas.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></i></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-NxhOICN_pzs/YLv3OqUg02I/AAAAAAAAHDw/XoW_WhiHVZIHt1j1dJKDIaMngHfLu7l7ACLcBGAsYHQ/s1280/PEDRO%2BCON%2BLIBRO.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="822" data-original-width="1280" height="412" src="https://1.bp.blogspot.com/-NxhOICN_pzs/YLv3OqUg02I/AAAAAAAAHDw/XoW_WhiHVZIHt1j1dJKDIaMngHfLu7l7ACLcBGAsYHQ/w640-h412/PEDRO%2BCON%2BLIBRO.png" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td></tr></tbody></table><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i><span face="Arial, sans-serif">Al pasar de las páginas del poemario
mucho me ha agradado el poema (un soneto con estrambote) que Pedro Javier, fiel
a la generosidad que lo caracteriza, me ha regalado. Sí, querido amigo,
coincidimos en muchos gustos e ideas comunes, y coincidimos en el amor al mar
que para nosotros se convierte en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la mar</i>,
femenina madre, y esposa, y hermana, y amante. Vivimos momentos extraños,
tantas veces desconsolados, y la mar se inflama con la infinidad de su tristeza
y se debate agorera de presagios. Peo esa mar, agónica hoy, rutilará mañana,
pronta de luz y azules. La esperanza es fuerza en la espera; el mal no tiene la
última palabra. Un agradecido y grande abrazo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Jesús Cánovas
Martínez@<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Filósofo y
poeta<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"> </span><i><span style="font-size: x-large;">Ad astra per aspera.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-24799123571285868412021-05-05T05:30:00.001-07:002021-05-05T09:15:55.083-07:00MÁS ALLÁ DEL TIEMPO<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">MÁS
ALLÁ DEL TIEMPO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">MAGDALENA
CÁNOVAS MARTÍNEZ<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Prólogo de José Manuel Vidal Ortuño</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">DIEGO
MARÍN EDITOR, MURCIA, 2021<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Q5gXhroMnzQ/YJKOEZGgOHI/AAAAAAAAHB8/JYditrMDaNQ5A9SKfk8_IrbAuP2I4yIsQCLcBGAsYHQ/s1194/FOTO.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1194" data-original-width="900" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-Q5gXhroMnzQ/YJKOEZGgOHI/AAAAAAAAHB8/JYditrMDaNQ5A9SKfk8_IrbAuP2I4yIsQCLcBGAsYHQ/w482-h640/FOTO.jpg" width="482" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Una tenue nostalgia de amortiguado dolor
recorre este poemario, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Más allá del
tiempo</i>, de Magdalena Cánovas, mi hermana. Si no la conociera ni tampoco
supiera a lo que alude el poemario, pasaría por él sintiendo la tristeza y el dolor
que desprende; pero conozco el hecho, los hechos, y no puedo sino
involucrarme<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entre sus sentimientos
palpitantes que van desde la tristeza hasta la esperanza, pues Antonio
Campuzano, su marido, cuya muerte canta, fue para mí un hermano mayor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">La ausencia de un ser querido deja una herida
que no se curará jamás; por lo menos, no se curará mientras dure nuestro paso
por esta vida biológica. Aun así, para un creyente, tal y como el título del
poemario apunta, más allá del tiempo se sitúa la eternidad; por lo que,
paralelamente, más allá del dolor se sitúa la esperanza y el gozo del
reencuentro, porque el tiempo, remedando a San Agustín, es tan solo un
paréntesis dentro de la eternidad de Dios. Ahora bien, transitamos por el
tiempo, y el tiempo nos ofrece los acontecimientos como sucesivos: la muerte
siempre precede a la resurrección, y la pasión y el dolor se aúnan con la
muerte. Esa es nuestra vivencia. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">A nuestro pesar, por lo que de desgarradura tiene,
la muerte se convierte en necesaria, ya que solo quien ha muerto puede llegar a
vivir en un sentido pleno. Si nuestra vida aquí, acechada por el decurso de lo
temporal, no puede ser sino disminuida, la muerte a esa vida disminuida y
acechada se convierte en paso o puerta estrecha hacia la resurrección y la
verdadera Vida. Mientras que tal tránsito no suceda, nuestros sentimientos
serán ambiguos y pivotaremos entre el dolor de lo que nos desgarra y el gozo de
lo que anhelamos. Tal disyuntiva, fuerte, tensionada, es la que nos propone
Magdalena en este poemario cargado de profundos sentimientos y reflexiones,
entre los que se traslucen múltiples resonancias tanto filosóficas como
teológicas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">En el poema que lleva por título <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un suspiro en la eternidad</i>, dice la
autora:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Y se va
la vida, se va a otro destino,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">no somos
dueños de ella,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">nos pertenece
solo un suspiro del tiempo.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">¿Qué es
un suspiro en la eternidad?<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Y tras constatar la fugacidad de la vida, un
soplo que pronto se desvanece (la resonancia bíblica es patente), Magdalena
concluye:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">¿Tiene
sentido la vida?<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Solo lo
tiene si Dios está detrás de ella.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Espero
que termine mi suspiro<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">para volver
contigo para siempre.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif">Más
allá del tiempo</span></i><span face="Arial, sans-serif">
comienza con unos poemas que son como lágrimas y dan un toque de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Silencio</i>, una expectación ante lo que la
autora quiere comunicar y le espera al lector: una fuerte contraposición entre
el Tú ausente del esposo, y, paradójicamente, pleno, y el Yo presente de la
poeta, y, paradójicamente, vacío. El Tú y el Yo, separados por el tiempo,
resolverán el conflicto de su separación tan solo en la eternidad que aguarda,
en Dios.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Pero veamos, para la resolución de la
antítesis propuesta, cuál es el itinerario que nos propone Magdalena Cánovas.
Por definición no puede haber dialéctica posible entre el tiempo, ese punto
incesante en su discurrir, y la eternidad, el instante que no deviene. La
dialéctica solo atañe al tiempo, y el tiempo es el molde que conforma la vida
cotidiana, río sin retorno por la que discurre esta hacia el océano de la
inmensidad, donde cesa cualquier devenir. La eternidad, sin embargo, no la
podemos comprender. Nos podemos hacer una idea de ella con conceptos que
siempre resultan deficientes o con imágenes o metáforas que aluden a un más
allá que las trasciende, porque a nuestra experiencia solo le llega el flujo de
lo temporal; aun así, velada por las brumas de un espejo, la eternidad aguarda
tal <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Blancura nívea</i>, inmarcesible, al
final de cualquier dialéctica con la que podamos acercar su comprensión. En el
poema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El mundo de arriba</i>, dice la
autora:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Subiré
de las sombras<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">a la
luz cegadora,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">acostumbrando
estoy<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">a la
verdad mi vista.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Es
difícil contemplar<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">desde esta
oscuridad,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">las auténticas
formas;<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">si se
velan mis ojos<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">estarás
esperándome<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">arriba,
en la salida,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">y me
abrazarás de luz,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">solícito
y amoroso,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">hasta que
pueda abrirlos<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">y mirarte
a los ojos.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">¿Cómo alcanzar lo eterno desde nuestra vida
dolorida y carente? Allí donde la razón cesa, aparece el Amor. Sí, el Amor, la
emoción más pura. La razón nos hace ver espejismos como los reflejos de un
espejo o nos catapulta hacia ese pozo desconsolado de la soledad, pero el Amor
vuela, tiende puentes, y lo que en un principio parecía imposible, lo convierte
en factible: la comunión de dos seres cuyo amor rompe las cadenas del tiempo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">El poema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Puente
de Amor</i> refleja esta idea. Así comienza:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Cruzaré
el abismo infranqueable<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">por el
puente de amor que construimos,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">ninguno
de los males de este mundo<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">jamás socavará
sus ataduras.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">El Amor destruye cualquier dialéctica de
aproximación y se constituye en la vía más recta hacia lo eterno (ya lo
adelantaba Platón). La dialéctica alude a lo terráqueo; el Amor a lo celeste, a
la blancura en la cual se disuelve cualquier contraste o matiz porque contiene
todos los contrastes y matices. Si la muerte aparentemente separa a dos seres
que se aman, es por este Amor verdadero, único puente entre la vida y la
muerte, que se puede superar cualquier abismo infranqueable. Si el tiempo lo
podemos simbolizar por una recta que siempre avanza, acercando el futuro al
pasado, para el amor podemos utilizar el símbolo del círculo, figura perfecta
donde comulgan principio y final, y, en este sentido, figura de lo eterno. Un
círculo ardiente de inmarcesible blancura, un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amor Puro</i> al que llegan todos los puentes que ha tendido el Amor, y
todo lo contiene y en él vive, alfa y omega:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Y tú,
en lo más alto:<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Espíritu
divino,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Ser
celeste, esencial,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">conteniendo
en tu mente<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">sublime
las sustancias.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Acto
puro omnímodo,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Voluntad
y Energía,<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Palabra,
creación<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">del espacio,
del tiempo<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">y todo
lo que encierran.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRtxeXRStqrcao0DTZUW0U4VTnqJO168_-nKE_rVsVq-yaN3eq12c63RCGVGQ0xHOA0plE5YYtmZeYriAGKtQ1EQ8b6GhYoZJ7rSYHSsLUNjU21N_Va7GzF667zPzrCuwWctRAsoW5mGo/s442/M%25C3%2581S+ALL%25C3%2581+DEL+TIMPO+PORTADA.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="442" data-original-width="311" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRtxeXRStqrcao0DTZUW0U4VTnqJO168_-nKE_rVsVq-yaN3eq12c63RCGVGQ0xHOA0plE5YYtmZeYriAGKtQ1EQ8b6GhYoZJ7rSYHSsLUNjU21N_Va7GzF667zPzrCuwWctRAsoW5mGo/w450-h640/M%25C3%2581S+ALL%25C3%2581+DEL+TIMPO+PORTADA.jpg" width="450" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Magdalena Cánovas enfrenta de bruces la
ausencia de un ser querido, Antonio Campuzano, su esposo, al que evocará y
tendrá presente a lo largo de los poemas que componen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Más allá del tiempo</i>. Son poemas en los que testimonia su amor
incondicional y, como flechas heridas por ese amor, traspasarán el tiempo y el
espacio. Volarán allende la condición biológica a la dimensión de la paz, a la
dimensión del verdadero amor incólume, revestidos de la esperanza casi grácil
que proporciona una fe arraigada.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">Porque la muerte no existe, es tan solo un
extraño espejismo que separa los cuerpos físicos pero no las almas que
verdaderamente han comulgado en el amor. Por eso, Magdalena se desnuda <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">con</i>
las palabras para ser veraz, y con cuidadoso tino entreteje la nostalgia y la
esperanza con las que alumbra sus poemas. Como si fueran dulce cauterio, en el
decir de los clásicos, los convierte en fuego vivo, brasas o ascuas, con los
que arrancar el sufrimiento y transmutar la ausencia dolorosa en tenue
presencia indemne, constante, cierta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez@<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"> Filósofo
y poeta.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-74304802251676992942020-11-06T11:41:00.001-08:002020-11-06T11:42:29.915-08:00POR UN PAQUETE DE CELTAS<p> </p><p class="MsoNormalCxSpFirst" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">POR
UN PAQUETE DE CELTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">JUAN
GIL PALAO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">(Con
prólogo de Francisco Javier Illán Vivas e introducción del autor)<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">EDICIONES
IRREVERENTES S.L., 2019<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-vdUVWibByEc/X6WiucQdVUI/AAAAAAAAG48/FGOqQ37sqU8Yxr3qB94aFej9aiHISIwfwCLcBGAsYHQ/s320/Juan_Gil_Palao.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="320" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-vdUVWibByEc/X6WiucQdVUI/AAAAAAAAG48/FGOqQ37sqU8Yxr3qB94aFej9aiHISIwfwCLcBGAsYHQ/w400-h400/Juan_Gil_Palao.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif">Por un
paquete de Celtas</span></i><span face="Arial, sans-serif">
lo constituyen quince cuentos cortados a bisel, duros, broncos, de una esencial
crudeza, acorde con el tema que tratan: la violencia en general y, con especial
relieve, la violencia de género y doméstica; al hilo, Juan Gil Palao, aborda
una serie de problemáticas colaterales en que el binomio amor/desamor adquiere
una inusitada patencia. Si este es el fondo, la forma de la escritura se le
acomoda como un guante al adquirir el tono de un realismo sin concesiones.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Paso a dar unas
pinceladas sobre el libro, según las impresiones que me ha dejado su lectura.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo primero que echo de ver es que en todos los
cuentos se desprende una suerte de moraleja, una enseñanza para la vida o
advertencia para caminantes, que bien harían si se detuvieran un momento y la
ponderaran debidamente. En este sentido, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por
un paquete de celtas </i>cabría encuadrarlo en el género apológico, pues al
terminar su lectura da la impresión que todo él en su conjunto apunta a la
enseñanza que el autor quiere transmitirnos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Desde esta
perspectiva, los dos últimos relatos, aunque cada uno de ellos tenga su
moraleja o enseñanza particular, me parecen conclusivos de la totalidad del
libro, ya que en última instancia invitan a aprovechar los instantes de la vida
que se escapan como granos de arena entre las manos.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-0aaFCuK-4dA/X6WjWqPjBDI/AAAAAAAAG5M/mlb550GSdS8ThL1z5V96zI9L0AZYUlUZQCLcBGAsYHQ/s1000/POR_UN_APQUETE_DE_CELTAS_JUAN_GIL_PALAO_PORTADA.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="663" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-0aaFCuK-4dA/X6WjWqPjBDI/AAAAAAAAG5M/mlb550GSdS8ThL1z5V96zI9L0AZYUlUZQCLcBGAsYHQ/w424-h640/POR_UN_APQUETE_DE_CELTAS_JUAN_GIL_PALAO_PORTADA.jpg" width="424" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">En el penúltimo, cuyo
título ya es bastante significativo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
vida fue un soplo</i>, se nos invita a vivir bien la vida, a llevar una vida
buena, plena, intensa, porque el tiempo pasa y no vuelve hacia atrás; por eso
hay que actuar desoyendo cualesquiera tipos de estrecheces mentales, porque si
en un momento determinado no se toma <i style="mso-bidi-font-style: normal;">una
decisión</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fundamental</i> y se
articulan los medios para llevarla a cabo (con especial relevancia si se trata
de declararse a la persona amada), quizá sea tarde después y lo único que se
pueda constatar sea el propio fracaso vital. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Ahora bien, si <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la vida es un soplo</i> e indefectiblemente
pasa, ¿cómo vivirla de un modo correcto? Esta es pregunta importante que el
autor aborda en el último relato, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cabeza
de chorlito</i> (y supongo que, al ordenar el libro, Juan lo ha puesto en ese
lugar a conciencia), el cual, dicho sea de paso, es uno de los más emotivos. En
él aparece la figura del abuelo, tal y como la recuerda uno de sus nietos; a la
par de una reivindicación del valor de la ancianidad, el relato está traspasado
por una contenida emoción, un recuerdo, íntimo y entrañable, del abuelo y de
los días ya idos para siempre, aunque de alguna manera intactos en la memoria y
el corazón de quien escribe.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Mi
abuelo es una de las suertes que la vida me ha dado, siempre me ha marcado
mucho, y aunque se haya ido, para mi sigue viviendo, porque está siempre en la
memoria y en el recuerdo, lo mismo que mi abuela, que le precedió unos años
antes.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif">El paso
de la vida es continuo, el tiempo implacable y los años pasan, más rápido
cuanto más edad cumplimos. Y crecemos, y maduramos, y envejecemos sin darnos
cuenta, despertándose recuerdos que parece que sucedieron ayer.</span></i><span face="Arial, sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">¿No parecen reminiscencias
biográficas? Es de notar que de este abuelo no se dice el nombre, con lo que el
autor resalta así su cualidad de arquetípico. Es el abuelo de todos los
abuelos; un abuelo que, en definitiva, recordará al del lector si tuvo la
suerte de tenerlo. Pozo de sabiduría para el nieto, con la trasmisión de una
visión del mundo y, concomitantemente, de la serie de experiencias y
tradiciones que conlleva, le inculca la virtud de la ponderación, tan necesaria
para el buen vivir: ese juicio equidistante entre las cosas y los
acontecimientos que no obedece sino a la bondad aquilatada por los años. El
mejor sentido del término medio es una mirada buena sobre la gente y la
naturaleza con que se apuntala el saber vivir, imprescindible para alcanzar la
vida feliz. La Felicidad con mayúsculas posiblemente no exista en el mundo,
aunque sí la felicidad con minúscula, humana, asequible a cada uno de nosotros
en el sentido más aristotélico del término, y esto mismo es lo que Juan Gil
Palao quiere evidenciar.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-qi6J8d57o2o/X6WjpncYcYI/AAAAAAAAG5U/Ox-rxq_bjaQ1vnViGdZGDdvi5gXMBFyNgCLcBGAsYHQ/s1920/AUTOR%2BCON%2BJESUS3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1920" height="480" src="https://1.bp.blogspot.com/-qi6J8d57o2o/X6WjpncYcYI/AAAAAAAAG5U/Ox-rxq_bjaQ1vnViGdZGDdvi5gXMBFyNgCLcBGAsYHQ/w640-h480/AUTOR%2BCON%2BJESUS3.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante, para llegar a esta sabiduría de
vida y comprender la enseñanza que se desprende del último cuento, quizá
debamos leer el libro y transitar por sus páginas en las que se nos van
ofreciendo, de una u otra forma, las caras del desamor. Porque a mí entender o,
por lo menos, en mi lectura, el autor incide en este desamor de manera obsesiva,
y en el dolor y sufrimiento que produce, circunstancia quizá necesaria para
poder llegar finalmente a la valoración ecuánime de la vida, y ponderar en sus
justos términos eso que llamamos amor, que para Juan Gil Palao, adelanto, no es
la ilusión placentera o emocional del momento.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Tal vez el cuento más
bronco de todos, con las aristas más cortantes, sea el primero, sin lugar a
dudas puesto a propósito en el inicio y que da título al libro: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por un paquete de Celtas</i>. Con toda su
crudeza, el autor nos muestra una familia desestructurada, donde siempre planea
la amenaza, el grito y la posibilidad del maltrato no solo psíquico sino
físico. Un padre violento que maltrata a su mujer y a sus hijos, envía a su
hijo adolescente a que le compre un paquete de Celtas. El muchacho compra el
paquete, pero algo le pasa por la cabeza cuando decide no volver a casa; de tal
forma inicia una vida en solitario. Podría terminar aquí el relato, pero al
lector le esperan una serie de vueltas de tuerca. Después de una serie de
avatares, de una vida de trabajo, y de llegar a una estabilidad y solvencia
económica, este muchacho, ya hombre, encuentra a la mujer que cree será su compañera
para toda la vida. La sorpresa para él, y para el lector, es que esta mujer
debido a su inestabilidad, tal vez debido a problemas de tipo psíquico,
comienza a maltratar al protagonista hasta el punto de que la vida entre los
dos, en la familia, pues ya han llegado los hijos, se hace insoportable. Los
esquemas se repiten, pero por una especie de ley del espejo, a la inversa. Si
antes su padre fue el maltratador; ahora cogerá las tornas su mujer, que le
hará la vida imposible. Y nueva vuelta de tuerca: deriva este infierno en una
falsa denuncia cursada por la mujer, asesorada por una abogada, al
protagonista, con la consecuente detención de este. Por si fuera poco, no se le
supone la presunta inocencia, sino que es él quien tiene que demostrar su no
culpabilidad, con el consiguiente desgarro psíquico que esto le conlleva. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">La enseñanza se
desprende por sí sola, en la que no quiero insistir y dejo a la consideración
del lector; aun así, y puesto que Juan Gil Palao invita a ello, no puedo dejar
de lanzar unas preguntas: ¿Es correcta la actual ley de protección de la mujer
(una discriminación positiva), que por otro lado no evita la violencia y las
muertes de mujeres? ¿Más que un tratamiento judicial, y ya que son personalidades
trastornadas las que protagonizan estos hechos, no cabría abordar estas
problemáticas de otra manera, me refiero con la intervención del psicólogo o el
psiquiatra? A este hilo resalto, tal y como hace el autor, que los
maltratadores poseen una personalidad desequilibrada; sin embargo, habría que
concluir que las víctimas, por no rebelarse y asumir el papel de víctimas sin
más, también. Profundizar en esto sería entrar en un tema escabroso como el del
sadomasoquismo. Los maltratadores, por lo general, tienen dos caras: la que
ofrecen al público y la que ofrecen en casa: la que ofrecen en casa es la de la
violencia y falta de respeto. Las víctimas suelen ser seres frágiles,
obedientes, débiles, y lo último que están dispuestas a admitir es lo que les
está ocurriendo; por eso fácilmente desoyen los consejos de familia y amigos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Como si se reflejaran
unos en otros, como si siguieran esa suerte de ley del espejo, se van
desprendiendo y sucediendo los relatos del libro. Si en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por un paquete de Celtas, </i>el resultado podríamos considerarlo casi
feliz, porque el protagonista logra rehacer su vida, no sucede lo mismo con el
siguiente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Asturias, patria querida</i>,
que termina con un suicidio.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-KjQIesnaxA0/X6WlVJQot1I/AAAAAAAAG5g/7Mr8j8EsuMQBogpoF32MxjToHMQRT59tQCLcBGAsYHQ/s1848/en%2Bel%2Bcorte2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1329" data-original-width="1848" height="461" src="https://1.bp.blogspot.com/-KjQIesnaxA0/X6WlVJQot1I/AAAAAAAAG5g/7Mr8j8EsuMQBogpoF32MxjToHMQRT59tQCLcBGAsYHQ/w640-h461/en%2Bel%2Bcorte2.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Son temas candentes
los que se tratan, pero el del desamor siempre se significa de forma cruda; lo
cual, como reverso, y como he dicho antes, lleva a ponderar de manera indirecta
lo que sería el amor, el verdadero amor. De forma magistral el autor incide en
el amor de pareja, el de un hombre con una mujer, en varios de sus cuentos.
Aunque la ironía parece ausente en el libro, me ha parecido detectarla en el
relato <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La novia de Braulio</i> y, más aún,
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el que lleva por título <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Princesa</i>. Me centro en este último. ¿Qué
sucede cuando a una niña desde bien chiquitita la llaman <i style="mso-bidi-font-style: normal;">princesa</i> y le muestran un mundo que se pretende de color rosa? Que
se lo cree. Se siembra así la simiente del fracaso. Cuando llega a mujer, la
princesa se casa con lo que creía su príncipe azul, pero, resulta, que el
príncipe no tiene nada de azul y menos de príncipe… y ese matrimonio deriva en
un fiasco. El contacto con la realidad es durísimo. Aun así, Juan Gil Palao,
por lo general, no quiere dejarnos con un mal sabor de boca y los protagonistas
de sus relatos de algún modo rehacen su vida. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Princesa</i> encontrará al hombre que la hará feliz, que ya no es un
príncipe azul, sino sencillamente un hombre que<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>la quiere, la aprecia y la respeta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Por último resalto la
concepción que el autor tiene del amor, que hace especialmente explícita en el
cuento que titula <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amor virtual</i>. Para
Gil Palo el amor no consiste en una idealización de la relación de pareja y
vivir en las nubes; el verdadero amor, para él, tiene un sentido práctico. De
este modo, valora en sus personajes, a la par, la doble capacidad de rehacerse
y de trabajo. Y, enlazando con lo dicho anteriormente, patentiza de forma unánime
el axioma que se podría enunciar del siguiente modo: es necesario saber vivir
para poder amar, y viceversa, quien ama necesariamente ha aprendido vivir. Los
personajes de los cuentos que encuentran la dicha, o son prácticos o, a fuer de
descalabros afectivos, se convierten en prácticos. Para el autor el verdadero
amor tiene un tinte antiromántico porque es el que toca tierra en el día a día;
es aquel que reconoce las heridas o errores del pasado, pero los siente como
pasados; es aquel en el cual se comparten anhelos y esperanzas, pero también
los problemas cotidianos con voluntad de afrontarlos y seguir adelante.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Llegó
de inmediato la convivencia, el día a día, la intimidad, y el sexo de forma
cotidiana. Se conocieron entonces en sus defectos, en sus miedos, en sus
manías, en sus rarezas, en sus miserias, en sus partes negativas, en sus
enfados y en todas sus conductas. Conocieron sus diferencias. Superaron todas
las barreras, y supieron quererse. Comprendiendo que eran compatibles para
pasar juntos el resto de sus vidas y reflexionando en que tal vez las cosas no
pasen por casualidad sino por algo más lejano a lo imaginable. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-PJu1mN3cJ1I/X6Wl24nU4jI/AAAAAAAAG5o/K-tnPkB-3ssejdhTbt0J9_Ns3Tjus_9QwCLcBGAsYHQ/s1110/JUAN%2BCON%2BLIBRO.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1110" data-original-width="624" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-PJu1mN3cJ1I/X6Wl24nU4jI/AAAAAAAAG5o/K-tnPkB-3ssejdhTbt0J9_Ns3Tjus_9QwCLcBGAsYHQ/w360-h640/JUAN%2BCON%2BLIBRO.jpg" width="360" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">No debo desbrozar más
este libro, vivo y directo, casi ofensivo en algunas ocasiones; en otras, tierno
y de gran dulzura. Tal cometido lo dejo al lector que seguro encontrará un
auténtico placer en ello.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Juan Gil Palao
trabaja en los juzgados de Yecla, es tramitador profesional y ha asistido a
tomar declaración a numerosas personas que han pasado por las situaciones no
del todo idílicas que aquí relata. Una experiencia vital y profesional, por
tanto, corrobora la veracidad de sus cuentos, que son realistas al extremo y,
desgraciadamente, en el día de hoy siguen ocurriendo con demasiada frecuencia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Señalo, por último,
que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por un paquete de Celtas</i> fue
galardonado con el X PREMIO INTERNACIONAL VIVENDIA VILLIERS DE RELATOS.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez@<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Filósofo
y poeta<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 10pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: x-large;"> </span><i><span style="font-size: x-large;">Ad astra per aspera</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-20964935414377467562020-10-07T13:04:00.000-07:002020-10-07T13:04:36.585-07:00NOTA DE JOSÉ LUIS MARTINEZ VALERO SOBRE "SOY DE TIERRA, TAMBIÉN DE CIELO, Y CANTO (ELEMENTAL TRATADO POÉTICO DE ORACIÓN)" DE JESÚS CÁNOVAS MARTÍNEZ<p><span style="font-size: large;"> NOTA DE JOSÉ LUIS MARTINEZ VALERO SOBRE "SOY DE TIERRA, TAMBIÉN DE CIELO, Y CANTO (ELEMENTAL TRATADO POÉTICO DE ORACIÓN)" DE JESÚS CÁNOVAS MARTÍNEZ</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDLNfA7xCkZVesm1llzmraT5w2-u8V-_XUuwRTdOtCukqckCfkdGbMfRAPsNneUdishFPU95QEZEhkdL6uzCDOp947mu_uGfkmqRAKeazyhc0Lj-FggZ0ntCzADaBOVuUtVt6jpkSwrP8/s322/JOSE+LUIS+MARTINEZ+VALERO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="157" data-original-width="322" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDLNfA7xCkZVesm1llzmraT5w2-u8V-_XUuwRTdOtCukqckCfkdGbMfRAPsNneUdishFPU95QEZEhkdL6uzCDOp947mu_uGfkmqRAKeazyhc0Lj-FggZ0ntCzADaBOVuUtVt6jpkSwrP8/w640-h312/JOSE+LUIS+MARTINEZ+VALERO.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Querido
Jesús, tu libro es raro y difícil, por lo que dices y por lo que se propone. Lo
has publicado en el momento oportuno, ninguno lo es tanto como en estos días de
confusión, donde el político es científico y el más ignorante presume de tener
soluciones inmediatas. Me gusta el subtítulo, tratado elemental, no creo que
pueda darse el superior, porque ese ya no será un tratado, sino una experiencia
intransferible, aunque se escriba sobre ella. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPMQP_F-QhjdnUQ7BznOVTWNfN7w9brn3JEskdeJF3Y5yHUoyywEwgjccqOFlSmNLkI6MZEri5BKndNma4gv5jce8dmpted_AoQeMW-vZHw0mGFGAS6vwPUlOH0PapMAU1_2KChUtcj88/s1600/PORTADA+BUENA+SOY+DE+TIERRA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-large;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1227" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPMQP_F-QhjdnUQ7BznOVTWNfN7w9brn3JEskdeJF3Y5yHUoyywEwgjccqOFlSmNLkI6MZEri5BKndNma4gv5jce8dmpted_AoQeMW-vZHw0mGFGAS6vwPUlOH0PapMAU1_2KChUtcj88/w490-h640/PORTADA+BUENA+SOY+DE+TIERRA.jpg" width="490" /></span></a></div><span style="font-size: x-large;"><br /><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La
oración es calma y claridad, a veces angustia, pone las cosas en su sitio, para
apartarlas, las deja justo donde corresponde, no es necesario que como aquellos
que iban a los desiertos, las abandonemos. La lectura de tu libro me ha hecho
plantearme ese hecho singular que llamamos oración.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿Cómo
orar? Esa voz personal, desprovista de toda solemnidad y prejuicio, donde nos
encontramos desnudos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que nace de
nuestras raíces y que se resuelve en secreta conversación. La colocamos en
palabras que son de todos, pero que,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ahora,
se convierten en íntimas, como procedentes del corazón no de la boca. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Palabras
que han debido ser formuladas, casi en silencio, sólo murmullo, como hoja al
viento, como perfume de romero en el monte. Qué difícil es decir callando. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tenemos
que recordar a Bécquer…A diario recurrimos a voces seguras, repetidas, cantos
corales, pero la oración es personal, quizá debería decir que se producen desde
la soledad, una soledad que no es abandono, sino que, como Job, tiene la
certeza de que podrá ser escuchado. A veces es la angustia, la zozobra, a veces
el éxtasis. El mar sería una buena imagen y, tú, la utilizas, vemos la espuma,
el bucle de la ola y más abajo la quietud, que no siempre vemos. El mar es un
misterio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuando
arrojamos una piedra a un pozo profundo, por un momento, mientras cae, es todo
silencio, percibimos el silencio, ese espacio mudo que se parece al vuelo, un
vuelo definitivo, destinado a caer, de pronto oímos el golpe seco y se rompe el
encanto. Por fin, la piedra deja de ser pájaro y recobra su ser de tierra,
descansa, se suma al montón, que los curiosos han ido depositando. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Imaginemos
que, esa piedra, cuando sale de nuestra mano, es una palabra, a veces es una
palabra, pero no esperamos el eco. En la oración el eco sería falso, nuestra
palabra de un modo u otro, seguiría siendo la misma palabra. Hemos dicho que
ésta que cae lo hace en silencio, la hemos lanzado en busca de no sabemos qué,
quizá el fondo, lo profundo, pero sólo conocemos el golpe, a veces percibimos
que este golpe es sobre el barro o sobre agua, aunque distinto, no nos importa,
la palabra ha alcanzado su objetivo, advertimos la distancia. La piedra y la
palabra son ahora expresión de esa distancia que hay entre el sujeto que emite
y el supuesto receptor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿Y,
si el pozo, estuviese hacia arriba? Ese pozo invertido, al que lanzamos la
piedra, devuelve siempre la misma piedra, cae con más o menos fuerza,
dependiendo de la fuerza de nuestro brazo. Esta piedra que podemos convertir en
palabra, que es silencio, digo piedra, porque no hemos sabido formularla o
porque no puede o no debe ser dicha, y que sólo puede ser silencio, que se
aproxima más. Un no decir que dice más. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pero,
tú, has escrito un manual, una experiencia de ese silencio y necesitas
traducirlo a palabras. El pozo, hacía arriba o hacia abajo, no responde o si lo
hace es muy difícil de entender. Es el esfuerzo, el intento lo que aquí es
fundamental. Nosotros somos el pozo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Quiero
decir que somos ese espacio en el que, gracias a la palabra y, naturalmente al
silencio, se produce esa comunicación a la que llamamos oración. He elegido el
pozo porque es riesgo, si no está señalado con facilidad podemos caer en él.
Quiero decir que erraríamos el camino, es fácil equivocarse. Entonces el pozo
se convierte en un lugar que nos aísla, el aislamiento puede darnos la
seguridad de fortaleza. Podemos verlo a diario en el fundamentalismo: los otros
no entienden, nosotros sí. Especie de egoísmo extremo, dogmático, que no ofrece
duda alguna. Decía Juan Ramón: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la duda no
hay por qué curarla, la duda no es una enfermedad. <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La
oración nace de la duda. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-3E6fF9b4r2A/X34egq_xQ2I/AAAAAAAAG4E/SjWNmFtuUq0W77CvrbuU5axTPDTN2TcCACLcBGAsYHQ/s1280/PALMERA%2BRUINAS%2BVALERO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="958" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-3E6fF9b4r2A/X34egq_xQ2I/AAAAAAAAG4E/SjWNmFtuUq0W77CvrbuU5axTPDTN2TcCACLcBGAsYHQ/w480-h640/PALMERA%2BRUINAS%2BVALERO.jpg" width="480" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Texto de José Luis Martínez Valero©<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-37789088379809453762020-09-01T10:52:00.005-07:002020-09-01T11:41:17.603-07:00TREINTA CASTAÑUELAS PARA LONDRES<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">TREINTA CASTAÑUELAS PARA LONDRES<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">(La verdadera historia del bailarín
Félix García y los Ballets Russes de Diághilev)<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">ANTONIO HERNÁNDEZ MORENO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Edición de autor. Murcia, 2019<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Disponible en Amazon</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh93oh-tgLhz4j4VPY__CLEfeFy6CQWUtXNu1oeqbrqahdE_7gYdIcmba29GGgr6wJuT0CVubrPoSyNhLecXIPZgoJZ0CzRya7Ly7ot5wa0uTdT1Mf6OXrdVhQWH6fTFMuK95EtfsTdr0/s1824/IMG-20200901-WA0008.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1368" data-original-width="1824" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh93oh-tgLhz4j4VPY__CLEfeFy6CQWUtXNu1oeqbrqahdE_7gYdIcmba29GGgr6wJuT0CVubrPoSyNhLecXIPZgoJZ0CzRya7Ly7ot5wa0uTdT1Mf6OXrdVhQWH6fTFMuK95EtfsTdr0/s640/IMG-20200901-WA0008.jpg" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">El pasado 27 de agosto tuve el honor de
presentar en el Hotel Puerto Juan Montiel de Águilas el libro de Antonio
Hernández Moreno <i>Treinta castañuelas para
Londres (La verdadera historia del bailarín Félix García y los Ballets Russes
de Diaghilev)</i>, ante un público compuesto no solo por familiares y amigos
del autor, sino, sobre todo, por amantes y curiosos del hecho musical que,
dadas las restricciones impuestas por el COVID, podríamos considerar numeroso.
El acto fue introducido por un improvisado toque de castañuelas en memoria de
Félix García a cargo del bailarín José María Tomás, Chechu. Como colofón, tras
la presentación del libro, siguió un concierto de música española llevado a
cabo por un selecto elenco de músicos, cantantes y bailarines que han acompañado
a Antonio Hernández Moreno a lo largo de los sucesivos conciertos homenajes a Félix García
durante los últimos años.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"><span>Junto a Antonio Hernández Moreno, en la
mesa estuvimos, Loida, hija del autor y traductora del libro al inglés, y el
que esto escribe. Reproduzco a continuación parte de lo que se dijo sobre <i>Treinta castañuelas para Londres</i>:</span><span><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-B3HDzfR428c/X06HBC7JH4I/AAAAAAAAGzw/7aiYPPjTo00ueWv4OKtSgpFeBOrghPmVwCLcBGAsYHQ/s1400/FB_IMG_1598974017112.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1400" data-original-width="640" height="1000" src="https://1.bp.blogspot.com/-B3HDzfR428c/X06HBC7JH4I/AAAAAAAAGzw/7aiYPPjTo00ueWv4OKtSgpFeBOrghPmVwCLcBGAsYHQ/w458-h1000/FB_IMG_1598974017112.jpg" width="458" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">El título del libro lo extrae el autor
de una carta de Sergei Diaghilev, empresario fundador de los Ballets Rusos, a
Manuel de Falla, poco antes del estreno del ballet <i>El sombrero de tres picos</i> en el Teatro Alhambra de Londres el 22 de
julio de 1919, en que le pide lleve treinta pares de castañuelas con las que
armar a los bailarines que van a participar en el estreno. Entre estos bailarines
se encuentra Félix García, quien iba a representar el papel de Molinero y que,
como asesor, ayudó en la coreografía y confección de determinadas danzas (con
toda seguridad las jotas finales), pero que, sin causas que lo avalen o expliquen
convenientemente, fue desplazado de su papel principal por otro bailarín, Leonid
Massine, favorito de Diaghilev, para desempeñar dicho cometido. Tal <i>affaire</i> resultó crucial en la vida de
Félix García. Encorajinado por el desplante, plausiblemente culmen del <i>mobbing</i> desencadenado en su contra,
joven y temperamental como era, sufrió un episodio psicótico que tuvo unas
gravísimas consecuencias. Antonio Hernández Moreno relata magistralmente hasta
el detalle, con una gran fuerza expresiva, este acontecimiento dramático; en un
país ajeno, desconocedor del idioma y, consiguientemente, con grandes
dificultades para hacerse entender, Félix García será detenido por la policía de
<i>Charing Cross</i>, e ingresado finalmente
en el <i>Horton Lane Hospital</i>,
psiquiátrico del condado de Epsom. Sin nadie que se haga cargo de él (los
padres fallecieron prematuramente al poco de que viajara a Londres; los
responsables de los Ballets Russes se desentendieron), Félix García es
sepultado en vida en dicho hospital; a la sazón tiene dieciséis años de edad, y
allí pasará los veintidós años restantes de su corta vida. Morirá el 18 de
marzo de 1941 a la edad de 37 años, y será enterrado cinco días después en el <i>Long Grove Cemetery</i> de Epsom donde
todavía yacen sus restos. Las pocas referencias que hay de él en los libros de
historia de la música pasan deprisa sobre su figura, y apenas lo designan como
Félix el Loco; sin embargo, el dramático percance que sufrió, su ingreso en el
psiquiátrico y su muerte prematura, olvidado y solo, suponen el gran crespón
negro en el estreno de <i>El sombrero de
tres picos</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">Treinta
castañuelas para Londres</span></i><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"> tiene como objetivo principal vindicar la figura de
Félix García, encontrar su verdadero nombre (Félix García era el artístico),
ponerle un rostro, darle una identidad; en definitiva, reconstruir su biografía
y reconocerle su participación, y el consiguiente mérito, en el montaje
coreográfico de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El sombrero de tres picos</i>.
Esta puesta en valor del bailarín le ha llevado a Antonio Hernández Moreno la
friolera de veinte años de ardua investigación, desde que tuvo noticia de su
existencia hasta la publicación del libro. En el prólogo, el autor reconoce las
dificultades de su tarea cuando expresa: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">he
tenido que recorrer muchos kilómetros y buscar en muchos archivos y
bibliotecas, la mayor parte del tiempo sin obtener resultado alguno. La tarea
no ha sido fácil. Era como buscar información de algo que no había existido u
ocurrido, o como si su paso por la vida hubiese sido fugaz y fortuito”.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Aun así, con tantas dificultades, pero
con un empeño tozudo, el libro ha cuajado y reconstruye de forma veraz la
biografía de Félix García y la época en que esta se desarrolló, sin dejar de
lado el trasfondo de bambalinas de los Ballets Russes de Diaghilev; para ello,
el autor ha sacado informaciones de la prensa del momento, documentos (la
mayoría inéditos) y testimonios de los personajes (compañeros de Félix) que conocieron
al bailarín y con quien trabajaron.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho2DNvjQMBdyEJYJeemv-M-5MXVm8qSsjZ_XFhmR7ChmSYyBInVhDbi2Az8x_EW8vRK2MBKxrCr1mLBgZsioTt-IwgJq1zpyBcIvimJRTwQZkzC0oCmVsROQfWiKeFKe25g_EwNjSGWaA/s960/FB_IMG_1598973996286.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="679" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho2DNvjQMBdyEJYJeemv-M-5MXVm8qSsjZ_XFhmR7ChmSYyBInVhDbi2Az8x_EW8vRK2MBKxrCr1mLBgZsioTt-IwgJq1zpyBcIvimJRTwQZkzC0oCmVsROQfWiKeFKe25g_EwNjSGWaA/s640/FB_IMG_1598973996286.jpg" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">La estructura de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Treinta castañuelas para Londres</i> es la de una novela policiaca. El
primer capítulo se desarrolla en el contexto de la visita a Inglaterra, en
enero de 1940, de un joven hombre de negocios español (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">alter</i> del autor). Sus anfitriones deciden llevarlo a un concierto
harto curioso en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Woodcote</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Park</i> de Epsom, pues la mayoría de los
asistentes son internos de los cercanos hospitales psiquiátricos. En medio de
la algarabía que levantan ciertas piezas en los internos, el joven reconoce una
voz que habla español; su curiosidad se dispara e intenta entablar conversación
con dicho sujeto. Tal recurso literario, le permite a Antonio Hernández Moreno,
al igual que la despertada atención del joven viajero imaginario, espolear la
del lector. De esta forma, fortuita o anecdótica, comienza la trama de los
hechos que sucederán a continuación (reales la mayoría, aunque con la adosada
carga literaria), a la vez que quedarán plasmadas las indagaciones con
anterioridad llevadas a cabo. El penúltimo capítulo cierra un círculo; en él
volveremos a encontrar al joven empresario hablando con el responsable del
psiquiátrico (Mr. Drew) acerca de Félix García. Y un año después de su primera
visita, los datos que le faltaban para hacerse una idea de la totalidad de la
vida (y de la muerte) del bailarín le quedan suministrados. El siguiente
capítulo, y último, es un digno colofón de la obra, y refiere unas plausibles
reflexiones de Maurice Ravel en su retiro de Ciboure (País Vasco francés a la
vera de la mar) acerca de los hechos previamente narrados. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Entre el primer y penúltimo capítulo se
cierra un círculo de indagaciones; en medio de los mismos se sucederán una serie
de capítulos que son como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">teselas vivas</i>
de un mosaico, y digo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">teselas vivas</i>
porque, aunque adquieren su pleno sentido en el conjunto, cada uno de ellos desarrolla
una temática autónoma, escindible del resto. A tal fin, Antonio Hernández
Moreno ha suprimido el orden cronológico de los acontecimientos, sustituyéndolo
por otro que podríamos considerar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sentimental</i>
o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">moral</i> que atiende más bien a la
lógica de los personajes que hablan o interactúan. Para el lector, este orden,
en un inicio, le resultará arcano o desconocido, pero conforme vaya avanzando
en la lectura irá comprobando la fina arquitectura de tal ensamblaje.
Interesante, en este estado de cosas, resulta resaltar el hecho de que cada
capítulo va precedido de una entradilla que lo contextúa debidamente. Son
necesarias para que el lector no se pierda: explican o proponen quién es el
personaje histórico que habla, casi siempre en primera persona, y en referencia
a qué. Al hilo, el decurso del relato se va enriqueciendo y ganando
complejidad. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_ttGiVDoO0nPtScX-mKIw4tt5_fVQ2x-WRbxe4SX6wqk2I2C-x12YtLO7agR0KfmSIb-lCEfr_cjjupaC10OjX5QyY2AZTg1xBI9PXxx9svpmnMukq90hkouVvjSbX1DOnOh1UuyLIhI/s750/IMG-20200901-WA0013.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="547" data-original-width="750" height="374" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_ttGiVDoO0nPtScX-mKIw4tt5_fVQ2x-WRbxe4SX6wqk2I2C-x12YtLO7agR0KfmSIb-lCEfr_cjjupaC10OjX5QyY2AZTg1xBI9PXxx9svpmnMukq90hkouVvjSbX1DOnOh1UuyLIhI/w512-h374/IMG-20200901-WA0013.jpg" width="512" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9uQqwwTtn8tI2XPo93vMtNoWrMRhUl0R2OIcovBG0jb7kLJ_Fn5MIBpeoV9-bAWVuRIVuWxHintWxa1xr1aiDFF39qCZ9dPu2qDp-MAO_vyvbkvmGeHLqztbTayTbLCfFqmLNDGs3oRY/s750/IMG-20200901-WA0012.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="430" data-original-width="750" height="294" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9uQqwwTtn8tI2XPo93vMtNoWrMRhUl0R2OIcovBG0jb7kLJ_Fn5MIBpeoV9-bAWVuRIVuWxHintWxa1xr1aiDFF39qCZ9dPu2qDp-MAO_vyvbkvmGeHLqztbTayTbLCfFqmLNDGs3oRY/w512-h294/IMG-20200901-WA0012.jpg" width="512" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">El empleo de esta técnica narrativa le
permite al autor cargar la obra de perspectivas subjetivas según los diversos
personajes que hablan o interactúan, de tal modo que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Treinta castañuelas para Londres</i> se convierte en una obra
eminentemente poliédrica; y añado que con tal recurso no solo se resaltan las anécdotas
o acontecimientos reales, sino que se dinamiza el texto, e incluso se consigue
que el lector participe de forma activa en su conformación. En la obra se
imbrican la psicología de los personajes con los hechos, la indagación
histórica con la creación literaria y, en último término, lo imaginario con lo
real. Esto dicho, vengo a precisar que el elemento imaginario en ningún momento
sustituye al real, pues no lo contradice; lo complementa más bien de modo
verosímil o fehaciente y ayuda a la coherencia del relato. Consecuentemente, en
la obra cabe hablar de elemento imaginario, pero no ficticio; porque la realidad
imaginada no se superpone o desplaza a la realidad de los hechos (valga la
redundancia), sino que simplemente la complementa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Estructura poliédrica, diferentes puntos
de vista, controvertidas historias que se desarrollan bajo el paraguas de Diaghilev,
quien protege o defenestra… <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Treinta
castañuelas para Londres</i> es un libro de investigación, es un relato
novelado, es historia de la música, pero no es propiamente un ensayo, ni un
novela, ni mera historiografía, ni aún menos musicología; es todo eso y algo
más, posee un<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> plus</i>, y casi me
atrevería a decir, por el mestizaje que alumbran los cruces de discursos y
perspectivas mencionados, que inaugura un nuevo género literario. Antonio
Hernández Moreno lo advierte cuando en el prólogo refiere:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">“Lo
más difícil ha sido la mejor manera de contar la historia… Por lo que siempre
opté por un tratamiento novelado de los datos obtenidos por mi trabajo de campo
y el uso infalible de la intuición musical que tanto recomendaba Pau Casals”</span></i><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgATIlYqmH_R4YvL3D3zyOjTAbq_2auLcR3C0JByt0akoMTKJNA8NEMwp6jXTzNbYAoVi9dA5nSoGPzmrHECWe55h1JJuG_1PXho8hKaH1BQ0lVs0dUDIBKi7DuHjgzvmHNf8opjZnKuFE/s1600/IMG-20200901-WA0010.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="384" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgATIlYqmH_R4YvL3D3zyOjTAbq_2auLcR3C0JByt0akoMTKJNA8NEMwp6jXTzNbYAoVi9dA5nSoGPzmrHECWe55h1JJuG_1PXho8hKaH1BQ0lVs0dUDIBKi7DuHjgzvmHNf8opjZnKuFE/w512-h384/IMG-20200901-WA0010.jpg" width="512" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><br /></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">Treinta
castañuelas para Londres</span></i><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"> vindica la figura de un bailarín, Félix García,
pero supone un retrato de época: el momento en que las vanguardias irrumpen en
el arte, y de manera especial en el que inspiran Euterpe y Terpsícore. Músicos
tan significativos como Falla, Ravel o Stravinsky; pintores como Picasso;
bailarines como Nijinsky, Massine, Lydia Sokolova… se dan cita entre sus
páginas. Y, entre una pléyade de personajes, no falta Alfonso XIII, el inductor
de la composición de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El sombrero de tres
picos</i>, adaptación para ballet de la obra de Pedro Antonio de Alarcón. En
agradecimiento por la mediación que Alfonso XIII hace para liberar a Nijinsky
de un campo de concentración durante la Primera Guerra Mundial, Diaghilev
recoge el encargo de componer un ballet eminentemente español pero representado
por rusos… Y ya lo sabemos: como asesor de los bailes españoles y, a la vez,
participante de la obra, contratará a Félix García.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">La danza se añade a la música por pura
connaturalidad, y a la danza y a la música, se adjunta la pintura como
imprescindible telón de fondo. La música la puso Falla, la coreografía Félix
García (finalmente reconocido tras la investigación llevada a cabo por Antonio
Hernández Moreno), y la pintura, decorados y trajes, ni más ni menos que
Picasso. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El sombrero de tres picos</i>
irrumpe con fuerza en el contexto musical de las vanguardias, y quedará en la
historia como una de las grandes obras de la música de todos los tiempos, por
primera vez representada por los Ballets Russes de Diaghilev.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Resalto, por último, en estas breves
pinceladas sobre el libro, que el autor ha añadido unos Anexos al final donde
aporta una serie de documentos y material gráfico con los que sustenta su
investigación.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQlRXHMg4f8KtN6gVzTOkgGz-wXgzPlILHCcoZgTC_YA0R8FTazs1JUZrydc65rIBWdwfStlRJNfWACNu9EbDgEGcLgcr0kLANb7QWAQm0uZhbsJYRnWIXr8n8rUjrQyh_9RVTfQkBLOU/s687/IMG-20200901-WA0015.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="404" data-original-width="687" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQlRXHMg4f8KtN6gVzTOkgGz-wXgzPlILHCcoZgTC_YA0R8FTazs1JUZrydc65rIBWdwfStlRJNfWACNu9EbDgEGcLgcr0kLANb7QWAQm0uZhbsJYRnWIXr8n8rUjrQyh_9RVTfQkBLOU/w512-h301/IMG-20200901-WA0015.jpg" width="512" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Agradezco enormemente a Antonio
Hernández Moreno que me haya elegido para presentar su libro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Treinta castañuelas para Londres</i>, por el
honor que me ha hecho y por el aprendizaje que ha supuesto para mí de cosas que
desconocía. Al considerar estas historias cruzadas que sucedieron en un
pretérito, pero más aún al pensar en los personajes tantas veces anónimos que
las protagonizaron, casi sin quererlo el corazón se me encoje un poco en el
pecho. Imagino la troupe de los Ballets Russes dando tumbos por Europa y
América, de un país a otro, de teatro en teatro, viajando en los vagones de
tercera de los trenes de la época, o en carromatos de mala muerte, o en las
bodegas de los barcos, deteniéndose lo justo en los hoteles o pensiones de las
ciudades a que arriban, tantas veces en condiciones insalubres, asediados quizá
por alguna plaga que otra de piojos. Llevan vidas trashumantes, arrastradas,
bohemias en extremo; y ellos mismos poseen una dudosa catadura moral:
amancebamientos de quita y pon, sexualidad exacerbada fuera de cualquier norma,
rencillas, luchas despiadadas por conseguir un papel, acosos, traiciones… No sé
por qué me viene a la cabeza <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El viaje a
ninguna parte</i>, la película de Fernando Fernán Gómez basada en su novela
homónima, donde unos cómicos transitan de pueblo en pueblo por los páramos
manchegos con la farándula a cuestas. Siento una gran tristeza a la vez que una
admiración profunda por estos personajes anónimos de las troupes. Llevaron
vidas miserables y trabajaron por una recompensa efímera, pasaron por la existencia
de forma tan fugaz como un soplo que lleva el viento, nadie los recuerda; pero
fueron capaces de elevar el espíritu, por encima de la materialidad y de
cualquier miseria, a un nivel salvaje de deslumbrante belleza.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Filósofo
y poeta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"> <i>Ad astra per aspera</i>.</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-53381431502104099132020-08-24T05:20:00.000-07:002020-08-24T05:20:47.881-07:00HOMENAJE A J. L. BORGES<p> </p><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: x-large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;">HOMENJE
A J.L. BORGES </span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-G0eJoAA2jV0/X0Ov7zQwOQI/AAAAAAAAGwY/m_bL-9lv9gYDDcofFYjqVqLQoWycDR5_gCLcBGAsYHQ/s860/BORGESS%2BY%2BGATO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="609" data-original-width="860" src="https://1.bp.blogspot.com/-G0eJoAA2jV0/X0Ov7zQwOQI/AAAAAAAAGwY/m_bL-9lv9gYDDcofFYjqVqLQoWycDR5_gCLcBGAsYHQ/s640/BORGESS%2BY%2BGATO.jpg" width="640" /></a></span></div><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: x-large;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;">“En el espejo de
esta noche alcanzo<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mi insospechado rostro eterno”.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 158.15pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -14.15pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="mso-list: Ignore;">J. <span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></i><!--[endif]--><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;">L. Borges</span></i><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Simulador
el ciego de las sombras<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>circulares
modela los infiernos;<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>ya
es Milton o ya es Dante, o es el juego<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>del
orden impasible de las rosas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
torre que construye, Babilonia,<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>devana
especular entre sus sueños.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>¿Es
Borges o también esos reflejos<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>de
soplos que lo forman y lo borran?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
norma de la trama, el laberinto,<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>dispensa
su memoria. La palabra,<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>que
signa y nombra, busca en la dudosa<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>urdimbre
del rumor del arquetipo<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>el
ciego innumerable, cuando traza<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>arcos
de la luz, vuelo de palomas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Jesús
Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Del
poemario “Transluminaciones y presencias”<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: x-large;"> Ad
astra per aspera</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p><br /><p></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-11892199461696208542020-08-08T03:43:00.001-07:002020-08-08T03:45:22.333-07:00GLOSARIO DE LO PEQUEÑO<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: xx-large;">GLOSARIO
DE LO PEQUEÑO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: xx-large;">EDUARDO
LÓPEZ PASCUAL<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: xx-large;">ASOCIACIÓN
CULTURAL PUEBLO Y ARTE, 2020.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: xx-large;"> </span></o:p></p><div class="separator" style="clear: both;"><span style="font-family: times; font-size: xx-large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both;"><span style="font-family: times; font-size: xx-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-5AT9ZsxB4A4/Xy6ACZ6GEuI/AAAAAAAAGvc/aywSOQhImokpAkafZ5xcspcBq_8M6nXMgCLcBGAsYHQ/s5760/GLOSARIO%2BDE%2BLO%2BPEQUE%25C3%2591O.jpg" style="display: block; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="5760" data-original-width="4312" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-5AT9ZsxB4A4/Xy6ACZ6GEuI/AAAAAAAAGvc/aywSOQhImokpAkafZ5xcspcBq_8M6nXMgCLcBGAsYHQ/s640/GLOSARIO%2BDE%2BLO%2BPEQUE%25C3%2591O.jpg" /></a></span></div><span style="font-family: times; font-size: xx-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">A MODO DE PEQUEÑO PÓRTICO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Sin estridencias ni artificios se derraman
serenos los versos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Glosario de lo
pequeño</i>, poemario con el cual Eduardo López Pascual fundamentalmente hace
un elogio de la sencillez, aunque de la mano de esa sencillez caminará también,
hermanado, el amor —el amor a la vida y el amor al mismo amor—, expresado y
manifestado en lo mínimo y lo pequeño.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo
pequeño es hermoso</i>
rezaba el título de la obra de E. F. Schumacher donde se instaba a una relación
con la naturaleza no agresiva y a una convivencia amena entre los humanos sin
las prisas de la ambición, sin el desgaste del interés egoico, pues en ese
cultivo de lo pequeño anidaba, según el autor, no solo la única posibilidad de
la felicidad para el hombre, sino de su existencia futura. J. R. R. Tolkien en
su monumental obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El señor de los
anillos</i> plasmaba estas mismas ideas en la sociedad de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hobbits</i>, la pequeña raza de grandes pies
cuyo contento únicamente consistía en vivir. Eduardo López Pascual vuelve a
hacerse eco de esta sabiduría de vida y la canta en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Glosario de lo pequeño</i>, esto es, en la definición esencial que
suministra, magistralmente cantada, de las cosas pequeñas por las que es grato
vivir y que, en última instancia, son portadoras de la felicidad. De este modo,
si en el poema programático del inicio el poeta comienza alabando las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mínimas</i> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mínimas son las lágrimas que resbalan</i>… <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mínima es tu sonrisa regalada sin rubores…</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mínimas son las manos que acaricio…</i>), en el último, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De obligado reconocimiento</i>, vuelve a
insistir de forma conclusiva: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“…pero es
verdad que a veces no importa/ el tamaño de las cosas, que nada sería más/noble
que la minúscula señal de una norma,/la justa presencia de lo que amamos y
queremos</i>.” Ahora bien, si tal concepción de sentido aparece en el primer y
último poema, en la arquitectura del libro no se hurta tampoco a su
centralidad, pues ahí encontramos el poema cuyo título es precisamente ese: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo pequeño es hermoso</i>, y cuya estrofa
axial pronuncia lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Luz,
Dios, Fiel, Paz y Fe, y Tú,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">palabras
casi invisibles que apenas ocupan lugar,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">y sin
embargo mueven a un mundo que vibra<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">igual
que un huracán preñado de magia.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">En dichos versos se añade algo nuevo: lo
pequeño es hermoso no porque sea pequeño sin más, sino porque, por pequeño y
humilde, es portador de lo grande e inmenso. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinMfJ5ZfTSumDcuaw3pat_6PCV5vATevjJ2Xqk_7XAp63n95-fTvh4A1uHd1sthdkcEVZWIEef7Z2s8dkhbe4Uga0Ose40mIYhHxES0MhodqWQOWecTYHSDWpmxPUIqYpHQk5FQfdwdjA/s800/Eduardo+L%25C3%25B3pez+Pascual.jpg" style="display: block; padding: 1em 0px;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinMfJ5ZfTSumDcuaw3pat_6PCV5vATevjJ2Xqk_7XAp63n95-fTvh4A1uHd1sthdkcEVZWIEef7Z2s8dkhbe4Uga0Ose40mIYhHxES0MhodqWQOWecTYHSDWpmxPUIqYpHQk5FQfdwdjA/s640/Eduardo+L%25C3%25B3pez+Pascual.jpg" /></a></div><span style="font-family: times; font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">La intencionalidad clara, al poeta le queda
la insistencia, hasta el punto de hacer devenir dicha idea en percepción o
tacto, en coseidad. Eduardo insistirá página tras página, poema tras poema, en
hacer tangible con prontitud de consciencia tal certeza: solo en lo más pequeño
se expresa lo más grande, porque lo grande solo puede expresarse en lo más
pequeño. Ocurre así con esas palabras minúsculas,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Luz, Dios, Fiel, Paz y Fe, y Tú,</i> palabras casi invisibles,
monosílabos, pequeños toques de voz, que sin embargo expresan una inmensidad
inabarcable. En ello hay magia, circularidad emotiva que se roza con el tacto
avezado del corazón. No se trata, pues, de dirimir con las ideas o comprender
con el intelecto tal verdad, sino de sentirla profundamente como vertebración
de la propia vida, como vibración del Amor. Y el poeta se lanza a tal aventura
—hacernos sentir lo breve, lo mínimo, lo pequeño— trasmitiéndonos su propia
experiencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">De la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Luz</i>,
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dios</i>, de lo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fiel</i>, o de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paz</i>, o de
la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fe</i>, por la inmensidad que
convocan, se podría decir todo o nada; esto es, si dijéramos todo, nos
embargaría enseguida el sentimiento de carencia o impotencia, porque
precisamente eso, todo lo que conllevan y a lo cual se refieren, no lo
podríamos decir. Percibimos, pues, que nos traspasan, que nos inundan, que nos
envuelven y dan un sentido trascendente a nuestro existir; pero nuestro drama,
sin embargo, consiste en que no podemos encontrar una expresión exacta o
descripción conveniente de aquello a que se refieren. Aun así, si no podemos
decirlas, sí podemos cantarlas y expresar la dicha de sentirlas en el propio
canto. Y es aquí cuando aparece el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú</i>,
y ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú</i> se hace necesario: un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú</i> esencial sin el cual nuestro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Yo</i> no sería; un Tú de misterio y de
contraste. Toda la inmensidad convocada se hace pequeña cuando cristaliza en el
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú</i>, y es entonces, por una magia
desconocida, que ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú</i> con mayúscula
termina por volverse un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú</i> con
minúscula, se concretiza, se objetiva, se torna reconocido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Eduardo López Pascual reconoce la vida y el
amor en las cosas pequeñas, o, dicho con otras palabras, reconoce que
únicamente en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú</i> de lo pequeño se
traslumina la inmensidad de la<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Luz</i> o
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dios</i>, o de cualquier otro
monosílabo portador de lo inmenso e ignoto; por eso dialogará con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú</i> y lo convertirá en centro de su
atención y de su canto. En primer lugar, aludirá a su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú</i> más cercano, Eladia, su compañera, mujer única, que de modo
manifiesto o velado transita, perenne, a lo largo del poemario. Ahora bien, tal
y como sucedía en sus dos entregas anteriores —<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sólo os diré que estoy vivo</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario
de un ingenuo</i> que componen con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Glosario
de lo pequeño</i> una suerte de trilogía emotiva—, el poeta se detendrá también
en prodigar un gesto amable, una palabra amorosa, a familiares —el padre, la
madre, los abuelos, hermanos, hijos, nietos— y amigos, a todos ellos, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">los que están y los que se fueron con Dios”</i>,
envueltos en el misterio y la magia del amor. Pero definitivamente la palabra
de Eduardo terminará por convertirse en franciscana cuando ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú</i> con el que ha establecido el diálogo
mude de una referencia humana a otra referencia<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y pase a envolver la naturaleza toda, tanto los seres animados como los
inanimados, o incluso aquellos otros que son producto del artificio: la
avecilla, la hormiga, el bravo riachuelo, la pelota de trapo, el viento, las
olas, las montañas, las acequias, los libros, los pequeños parques, las
palabras, la lluvia, la fuente de piedra, las rosas, el collar de dos vueltas…
Glosario, vademécum de intenso Amor:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Amor es
una brevísima palabra<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">en el
idioma que hablamos, y sin embargo<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">guarda
la historia más grande del hombre.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Sin ella
tal vez no seríamos nada.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Amables poemas esperan al lector de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Glosario de lo pequeño</i>, cordiales,
llenos de una intensa calidez, en los cuales la palabra se adelgaza a su mínima
expresión, sin figuras que obstaculicen su amenidad. La forma expresiva del
poemario es llana, porque con tal llaneza Eduardo pretende llegar de forma
directa al corazón, tactando suavemente, acariciando, sin ningún tipo de
estridencias que estorben. Quiero resaltar, en este sentido, el carácter de
confesión que adquiere el libro, pues los poemas se desgranan como si fueran
confidencias que se hacen a un amigo en voz baja, paseando por el sendero de un
parque, o por la ribera en arco, flanqueada de cañares, que bajo la Atalaya
conforma el Segura en derredor de Cieza, con promesa de futuros frutos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig0TZLE2e7YTxtevETF9TDgEgGSV8jhnkzSb1rVq6Yx936w1ydXAV9N2Ei5DWyG3_WqKuBH8A0HCdqtsFjQXoxWjDtETcQZo-S8DRKE6shMh4WsLpYcxJ0dkAo2WRdyTobPP7vuvzojsc/s600/Eduardo+L+Pascual+2013.jpg" style="display: block; padding: 1em 0px;"><img border="0" data-original-height="504" data-original-width="600" height="538" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig0TZLE2e7YTxtevETF9TDgEgGSV8jhnkzSb1rVq6Yx936w1ydXAV9N2Ei5DWyG3_WqKuBH8A0HCdqtsFjQXoxWjDtETcQZo-S8DRKE6shMh4WsLpYcxJ0dkAo2WRdyTobPP7vuvzojsc/w640-h538/Eduardo+L+Pascual+2013.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-family: times; font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Y no podía ser de otro modo. Dicho
minimalismo expresivo, que recuerda al mejor José Agustín Goytisolo o al mejor
Gil de Biedma, es acorde con la sencillez pretendida y la trasmisión a baja voz
de una sabiduría de vida. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Glosario de lo
pequeño</i> es la confesión de un hombre que ha vivido y, desde su madurez, nos
comunica su experiencia vital y nos invita a participar de la misma para romper
ese cerco de soledad, que tantas veces nos oprime, y hacernos entender que en
el fondo todos somos uno, que lo que uno siente lo siente otro, que amamos y
nos dolemos de igual modo y merecemos el amor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Solo quien ha vivido disculpa; solo quien ha
amado comprende. La mirada de Eduardo sobre los otros es condescendiente; no
hay en ella reproche alguno, no hay acritud, no se deleita en resaltar el
defecto o lo negativo. Igualmente ocurre cuando interpela la naturaleza; de
ella recoge lo amable, el triunfo de la flor y su perfume, o la brisa oreada
que sosegada baja de los montes. El amor es silencioso, tal el himno que san
Pablo entona en la primera de Corintios. En la belleza no hay estridencias.
Eduardo aspira el misterio de lo pequeño y tranquilo lo interroga con las
ventanas abiertas de su alma; entonces, silenciosamente, oye un susurro
atardecido, largo y lejano, que le dice que la vida es bella, que merece la
pena vivir. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">Todo
fue como un largo y lejano espejismo<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;">iluminando
las sombras de la tarde.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times; font-size: x-large;"> Jesús
Cánovas Martínez</span><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span face="" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><o:p> </o:p></p>jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-50910597206214099252020-03-11T14:15:00.000-07:002020-03-11T14:15:04.768-07:00ANTES DE QUE LA LUZ ME FALTE<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: 12pt;"> </span><span style="font-size: 12pt;"> </span><span style="font-size: x-large;">ANTES QUE LA LUZ ME FALTE<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>PEDRO JAVIER MARTÍNEZ<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>LIBROS DEL MISSISSIPI Marzo 2020<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-7vCKBoiG9gQ/Xmk9pdagoiI/AAAAAAAAGoM/mhZdTe90VwIDrBv789vRw85rrWI_AzSRACLcBGAsYHQ/s1600/PORTADA%2BANTES%2BDE%2BQE%2BLA%2BLUZ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="686" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-7vCKBoiG9gQ/Xmk9pdagoiI/AAAAAAAAGoM/mhZdTe90VwIDrBv789vRw85rrWI_AzSRACLcBGAsYHQ/s640/PORTADA%2BANTES%2BDE%2BQE%2BLA%2BLUZ.jpg" width="456" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Portada del libro. El "queísmo" del título ha sido intencional por parte del autor, una suerte de provocación.</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Animaba
Unamuno a leer novelas con un lápiz rojo en la mano para así poder subrayar los
pasajes que nos parecieran más interesantes, e iba un poco más lejos cuando
recomendaba que cada uno de nosotros debía ser artífice de su propia novela,
esto es, que cada cual debía de novelar su vida y, novelándola, convertirla en
verdadera vida. Y no le faltaba razón, pues solo vivimos aquellos
acontecimientos a los cuales les damos un significado haciéndolos conscientes:
no hay otro modo de vivir con autenticidad la vida humana. De esta forma el
genial autor daba un espaldarazo al género literario de los Diarios, las
Memorias, las Autobiografías, y yendo un poco más lejos, al género Epistolar y
de Confesiones. Lo esencial de los relatos que aluden a estos géneros consiste
en que el sujeto literario se corresponde con el propio sujeto que escribe, con
el yo real o biográfico del autor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Rescataba
Unamuno, a mi modo de ver, el concepto hebreo de verdad, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">emet</i>”, que podríamos entender como lo que es sustancialmente real y
auténtico, lo consecuentemente real sin apariencia y definitivamente
consciente; y, por derivación, quien, por auténtico, porta la verdad: es la
verdad. Ciertamente, en esta acepción, ninguno de nosotros somos o estamos en
la verdad, pues la Verdad únicamente es Jesucristo, como Él a sí mismo se
define; aun así, como humanos creados a imagen y semejanza de Dios, podemos
apuntar hacia ella, es más, debemos apuntar hacia ella e intentar realizarla en
nosotros, aunque ayudados en todo momento por la gracia divina. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Sin
dejar de lado el contexto religioso, tan interesante, podemos deslizarnos hacia
el literario, ámbito tan especial si de la búsqueda de la autenticidad hablamos,
ya que en él tantas veces, aun bajo el artificio, pervive una interactuación
entre el yo real del sujeto biográfico, el autor, y el personaje de la trama,
que deviene tan real como el mismo sujeto que lo crea por el acto de creación
de la escritura, hasta el punto de que sería difícil separar uno de otro porque
uno y otro son el mismo. Creo firmemente que esta es la esencia de la novela; y
ya desde la primera novela moderna. Me refiero a El Quijote, obra en la cual nos
sería difícil desentrañar su personaje central del autor que lo pergeñó: Alonso
Quijano, Cervantes, se convierte en hacedor de sí mismo al crear su otro, su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">alter</i>, en tan vigoroso caballero andante,
quien, a la postre, es el que perdurará y resistirá los embates del tiempo. <o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-63JqdWsCvOI/XmlCPz-qyaI/AAAAAAAAGo8/4yTunaP2t243hf7FqzflZHB58ZQc0HlCwCLcBGAsYHQ/s1600/PEDRO%2BY%2BJOSEFITA1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="774" data-original-width="774" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-63JqdWsCvOI/XmlCPz-qyaI/AAAAAAAAGo8/4yTunaP2t243hf7FqzflZHB58ZQc0HlCwCLcBGAsYHQ/s400/PEDRO%2BY%2BJOSEFITA1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Pedro Javier y Josefita</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Así
es la cosa: hay un personaje, y a este personaje le suceden aventuras conforme
navega por la temporalidad; estas aventuras, en el fondo, no hacen sino
confirmarlo como tal personaje, identificarlo, significarlo, convertirlo en
único, en él mismo. Pero si esto ocurre con la novela, no digamos con el género
a que aludimos. En las Memorias y Diarios el autor se busca a sí mismo de forma
explícita; hila recuerdos y vivencias, los ordena, y los convierte en el espejo
de sí que le devuelve el tiempo. No me voy a detener en los numerosos ejemplos
que ofrece la literatura al respecto, desde <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
diarios de un escritor</i> de Dostoievski a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
diarios íntimos</i>, tanto de Baudelaire como de Borges o del mismo Unamuno,
sin olvidar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las confesiones</i> de san
Agustín o los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diarios</i> de Anais Nin,
mencionando, cómo no, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La vida</i> de
santa Teresa de Jesús; y, en lo que se refiere a las Memorias propiamente
dichas, no me quedaré sin citar dos obras que para los poetas cobran especial
relevancia: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Confieso que he vivido</i> de
Pablo Neruda y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La arboleda perdida</i> de
Rafael Alberti. A todos estos autores los anima el afán de conocerse, de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">serse</i>; la literatura, entre otros,
otorga ese irredento don de la veracidad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Estamos
frente a un género de especial cercanía, donde la literatura se vuelve tan
íntima que se impregna y se entusiasma de una intensa cordialidad; el lado izquierdo
del pecho del autor comienza a latir con más fuerza y, por ende, el del lector
que se acerca a estas páginas. Hay algo que se emociona. Si antes he dicho que
la literatura en general, y el género de que tratamos en particular, atiende al
conocimiento de sí, a ese registro que el autor hace de su vida con la
finalidad de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">serse</i>, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>añadiré que tal conocimiento no se refiere a
un punto de vista meramente intelectual sino que involucra a la emoción, ¡y de
qué forma! El autor, como un todo, echa a caminar (utilizando una manida
metáfora, por ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mar proceloso de la
vida</i>), y no solo atiende a la descripción de lo que le ha sucedido para
inferirle sentido sino que pasa a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">recrearse</i>
todo él al hacer partícipe su emotividad en tal empresa. Más aún, por esta emotividad,
conquista su persona: por esta emotividad verdaderamente comprende la
dialéctica establecida entre lo que fueron sus circunstancias y la voluntad que
lidió con tales circunstancias. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Tiempo
y voluntad, yo y circunstancias, realidad y deseo, tres formas de decir lo
mismo. Alguien nace en un determinado momento de la historia, en una
determinada sociedad, en una cultura, y asumirá un modo de ver el mundo, de
circunstanciarse y tomarse como referencia ante el propio avatar de su vida. La
novela, que es biográfica, ya está dispuesta; la vida, que es novela, sucederá
de forma inevitable. La voluntad del sujeto se añadirá a la comprensión de sus
circunstancias hasta el punto de que lo volverán responsable, sujeto ya no ficticio
que atiende a su propia actuación en el teatro que le ha tocado vivir, esto es,
devendrá en sujeto verdaderamente humano.<o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-UHW8ezOSy5M/Xmk-W_tdw6I/AAAAAAAAGoc/gR5cKMLwD54OgYzhIxSaTuN7DUVfs0d0wCLcBGAsYHQ/s1600/LA%2BFAMILIA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-UHW8ezOSy5M/Xmk-W_tdw6I/AAAAAAAAGoc/gR5cKMLwD54OgYzhIxSaTuN7DUVfs0d0wCLcBGAsYHQ/s400/LA%2BFAMILIA.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">La familia al completo. De izq. a derecha: Arriba, Víctor y Pedro Javier; Sentados: José Antonio, Alejandro, Pedro Javier y Josefita.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Lo
dicho hasta este momento (si desde un punto de vista teórico o filosófico
correcto) quedaría falto de concreción o materialidad si inmediatamente no le
insufláramos cierto soplo, relacional y vital; pues innegable es también, y
cabe adjuntar, que cuando se sacan del cajón del corazón este tipo de escritos
y se hacen públicos, se somete al juicio de los otros, los futuros lectores, la
propia existencia. Hay, pues, una gran valentía en el autor ya que, al ofrecer
su vida, queda expuesto al ojo crítico de los demás. Esto es de agradecer.
Quien primero lo agradece es el autor, pues de esta forma propicia una catarsis
transformadora de sí; la mirada del otro le sirve de revulsivo para alcanzar
tanto el conocimiento como la posterior elevación de su persona. En segundo
lugar, lo agradece el lector, porque la catarsis de que hablamos opera en los
dos sentidos, autor/lector, de forma dialógica.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Pueden
variar las caras o los contextos pero los esquemas existenciales suelen ser los
mismos. Quien escribe de sí y muestra el periplo de lo que ha vivido, puesto
que las experiencias fundamentales por las que podemos pasar son arquetípicas,
ayuda a quien con mirada atenta se le acerca. El discreto lector siempre sacará
algo de ese pozo de sabiduría envuelto muchas veces en anécdotas que parecerían
triviales si no estuvieran dotadas de la oportuna profundidad. La memoria
individual de cada uno de nosotros se engarza con una suerte de memoria
colectiva de toda la humanidad, y lo que uno ha aprendido de las circunstancias
por las que ha transitado sirven para otro, abocado a pasar por semejantes
circunstancias. La memoria de uno sirve a la transformación de otro, porque,
remachando una idea expuesta, aun siéndolo, en el fondo no es tan importante el
conocimiento de sí como la transformación de sí por el conocimiento, único
medio de llevarla a cabo humanamente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-dSjwi9q_G-k/VyPZTfWk_ZI/AAAAAAAACTA/j8kAGlDrOuo8tSGEVIrpfbm79XgLDXGtQCPcBGAYYCw/s1600/jesus%2Bcanovas%2BCasino%2Bde%2BMurcia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="229" data-original-width="350" height="261" src="https://1.bp.blogspot.com/-dSjwi9q_G-k/VyPZTfWk_ZI/AAAAAAAACTA/j8kAGlDrOuo8tSGEVIrpfbm79XgLDXGtQCPcBGAYYCw/s400/jesus%2Bcanovas%2BCasino%2Bde%2BMurcia.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Velada poética en el Casino de Murcia. De izquierda a derecha: José Luis Martínez Valero, Pedro Santamaría, Pedro Javier Martínez, Dionisia García y quien esto escribe.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-IdwKWwCbdt8/XmlF3YuZvUI/AAAAAAAAGpo/YfFXVLUaGuce0YL4w46iuM0FlMMjXC4KwCLcBGAsYHQ/s1600/ENCUENTROS%2BDE%2BPOES%25C3%258DA%2B%25C3%2581GUILAS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="185" data-original-width="273" height="270" src="https://1.bp.blogspot.com/-IdwKWwCbdt8/XmlF3YuZvUI/AAAAAAAAGpo/YfFXVLUaGuce0YL4w46iuM0FlMMjXC4KwCLcBGAsYHQ/s400/ENCUENTROS%2BDE%2BPOES%25C3%258DA%2B%25C3%2581GUILAS.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Casa de Cutura Francisco Rabal de Águilas en la celebración del I Encuentro de Poesía ciudad de Águilas con el Grupo Espartaria de Poesía. De izquierda a derecha: De pie: Manuel Rodríguez de Vera, Pedro Javier Martínez, María José de Llanos, Pedro Felipe S. Granados, Joaquín Mateos, Mariano Valverde, Antonio Ortega, Antonio Soto, Reinaldo Jiménez, Juan Ramón Barat. En cuclillas: Clara Valverde (concejal de Cultura), el que esto escribe y Sergio Rodríguez.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pedro Javier Martínez en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antes de que la luz me falte</i>, las Memorias
en las que plasma su avatar por la existencia, nos sitúa en el atardecer de un tres
de diciembre de 1932, fecha en la cual nace el sujeto que nos escribe de sí
mismo. Y comienza la aventura:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">Eran las horas
del crepúsculo del sábado tres de diciembre de 1932. La tarde se adormecía
templada en el otoño de Lores de la Majada, un pueblo del Sureste enclavado en
el llano deltáico del Bajo Segura…</span></i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">La
cigüeña me depositó al anochecer, tras transitar los oscuros túneles de la
vida, en las seguras manos de Juana, la comadrona.</span></i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Certificado
el hecho, continúan unas descripciones preciosas:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">La casa que
habitábamos la familia, en el centro del pueblo, una familia numerosa como he
dicho, compuesta por mis padres, cinco hijos, tres hembras y dos varones, y dos
tías solteras hermanas de mi padre, perteneció antes a los abuelos paternos.
Era un caserón viejo, de gruesas paredes rezumando humedades y puertas altas y
desencajadas por el abombamiento de la madera causado por la humedad.</span></i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Pedro
Javier convoca al poeta que lo habita para ayudarse en la escritura.
Fundamentalmente, hombre bueno y cariñoso, afable, brutalmente sincero, directo
y socarrón como hombre del sur de la vega baja del Segura, tremendamente
familiar, extiende sus afectos desde el corazón mismo de su familia, de su
mujer, Josefita, y de sus cuatro vástagos, hacia el resto de familiares y
amigos. Su prosa y su verso son frescos, vivaces, plenos de hallazgos, galantes
tantas veces, a los que no les falta la ironía, punzante y traviesa, pero menos
el corazón, el entusiasmo; benevolencia y sentido de la jovialidad los
presiden. Salpicará estas Memorias de poemas que amenizarán el texto y, pertrechado
de él mismo y de tales recursos, año a año irá desgranando impresiones y
vivencias.<o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-q0xaWN0BWnU/XmlAhPceRhI/AAAAAAAAGoo/SaWazFGKgZMgR7_1fmBVHz5uRWTEvj0pACLcBGAsYHQ/s1600/RECIBIENDO%2BPREMIO%2BTORREVIEJA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="232" data-original-width="217" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-q0xaWN0BWnU/XmlAhPceRhI/AAAAAAAAGoo/SaWazFGKgZMgR7_1fmBVHz5uRWTEvj0pACLcBGAsYHQ/s400/RECIBIENDO%2BPREMIO%2BTORREVIEJA.jpg" width="374" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Pedro Javier Martínez el día que recibió el Premio Internacional de Poesía ciudad de Torrevieja.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Comienza por su niñez, deteniéndose en ella,
porque, no por pequeña o lejana deja de ser la verdadera patria del hombre; una
niñez que transcurre en un contexto paradisíaco, un vergel en aquella época no
contaminado, de rumorosos huertos donde sonaba el eco de la voz de Miguel
Hernández, o la Oriola de Gabriel Miró, diocesana y eclesial, proyectaba su
sombra de campanas y manteos, y donde el Segura, aquel Segral limpio y fluyente
hacia la mar, se remansaba en playas proclives al baño.<o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgknimL_2D-opCL29IwvRxskljDsg94ZATse60koz8wwH5-ArwnEhQDbAWyk2Wkbx4M5E7Rh4TVroMNxBwRtpiutmGdg335a-lEqNCzXFEERYOQXrF_pUJ7W1FwUMgtxk2WSTYz-56TjPc/s1600/RECITANDO+EN+MOLINA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgknimL_2D-opCL29IwvRxskljDsg94ZATse60koz8wwH5-ArwnEhQDbAWyk2Wkbx4M5E7Rh4TVroMNxBwRtpiutmGdg335a-lEqNCzXFEERYOQXrF_pUJ7W1FwUMgtxk2WSTYz-56TjPc/s400/RECITANDO+EN+MOLINA.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Recital en Molina de Segura con motivo de la publicación de la antología poética "Diez de diez".</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Pronto
advendrá la guerra que los historiadores han llamado civil, pero que fue
incivil. El niño con los ojos abiertos asiste a las tropelías que hicieron los
milicianos en retaguardia; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Dandy</i>,
un cobarde por antonomasia, cae como una peste en Lores de la Majada, y la
falta de valentía que es incapaz de mostrar en el frente, la vuelca en odio y
rencor contra la familia de nuestro poeta, hasta que el padre, ocupado en ayudar
a tanto necesitado, finalmente dará con los huesos en la cárcel; salva la vida
porque termina la guerra pero su salud quedará resentida para el futuro.
Acabada la fratricida contienda, tanto odio se volverá en contra de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Dandy</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4FTFoIZ5T459W4e5UgbkEbClgvERZsGPAOAFUN1rvrenMZZuz6DB9TXJzoh9GdV29fiuZ81EVT2PRYJ3Qkvg8_z1yHMcfoSQQv4Jd4jhoBjLj06pl2NlbyN-Ttyvtd88sbv5F8Jcm7t0/s1600/PORTADA+DE+NEGRO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="259" data-original-width="194" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4FTFoIZ5T459W4e5UgbkEbClgvERZsGPAOAFUN1rvrenMZZuz6DB9TXJzoh9GdV29fiuZ81EVT2PRYJ3Qkvg8_z1yHMcfoSQQv4Jd4jhoBjLj06pl2NlbyN-Ttyvtd88sbv5F8Jcm7t0/s400/PORTADA+DE+NEGRO.jpg" width="299" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Portada del primer libro de poesía: "Negro. Poemas para una novia muerta".</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y los años de la posguerra… Nuestro poeta nos
sigue descubriendo los entresijos y recovecos de su personalidad y, con
especial gracia, nos relata su ingreso y estancia en </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">el Seminario Conciliar de San
Miguel en Orihuela. Hay fotos del niño con alba y roquete, pero, a decir
verdad, no era esta, la eclesial, la vocación del futuro poeta; así que nos
dice que salió del Seminario<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">poco menos que escopetado por
culpa de las sorpresivas manifestaciones de un avispado compañero, que
consiguieron dar al traste con mi incipiente pero nada convincente, según pudo
constatarse más tarde, vocación sacerdotal.</span></i><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">No
es mi labor como prologuista detenerme en los diferentes episodios de la vida
de Pedro Javier, sus luces y sus sombras, sus alegrías y sus penas (ahí están,
tras este prólogo, para que el lector las sopese y disfrute debidamente), sino
la de hacer una apreciación de conjunto de sus Memorias. A mi modo de ver</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"> en ellas interactúan dos tipos
de tiempo: el tiempo cronológico de los acontecimientos y el tiempo psicológico
por el que el poeta hace diversas tomas de conciencia. Encontramos, en primer
lugar, el tiempo de la infancia y primera juventud, que se ubica en Lores de la
Majada (1932-1955); en segundo lugar, el tiempo que llamaré <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de la floruit</i>, que sucede en la Ciudad
Condal (1955-1972); en tercer lugar, el tiempo del retorno y del hogar, que se
sitúa entre Alicante (1972-1985) y Águilas (1985- hasta la fecha). <o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwVwLYhfrg3VNLmLrT_5nOND1-N0yi6qi8uyXWb_jETl9TAKTs7_l7dlKxMOube0LjGYbUt6G9qb5IxwlmmA-rXTfpJjcmBjtL62JdUzDyIEUPoGDPJ5pcpClK-ntBGkixRjiC7iDclCE/s1600/PRESENTACI%25C3%2593N+NAVIO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwVwLYhfrg3VNLmLrT_5nOND1-N0yi6qi8uyXWb_jETl9TAKTs7_l7dlKxMOube0LjGYbUt6G9qb5IxwlmmA-rXTfpJjcmBjtL62JdUzDyIEUPoGDPJ5pcpClK-ntBGkixRjiC7iDclCE/s400/PRESENTACI%25C3%2593N+NAVIO.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Los dos Pedros Javieres, padre e hijo, en la presentación de "El navío que nos lleva", en el Aula de Poesía de la Universidad de Murcia.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">En el
primer tiempo el poeta explora el mundo, todo es novedad y los acontecimientos,
aun los terribles, suceden bajo la férula de la inocencia; es el tiempo de su
formación en un sentido amplio del término. Pedro Javier descubre su vocación
poética y gana su primer concurso literario con el poema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Polvo de olvido</i> en 1949, el jurado está compuesto por numerosas
personalidades literarias y lo preside Antonio Sequeros. Haciendo la mili en la
ciudad del Aire de San Javier pergeña un poemario y, ni corto ni perezoso, se
lo envía a un poeta admirado, Dámaso Alonso, por entonces Director de la Real
Academia de la Lengua. Y Dámaso Alonso le contesta, felicita al poeta y
recomienda al padre que lo deje ir a la Ciudad Condal para cursar estudios de Literatura.
<o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-7j28EpoODJU/XmlGR5p7xmI/AAAAAAAAGpw/hz3VwMlrLtEg3HDphCX7wivIGJNrF0YDQCLcBGAsYHQ/s1600/PORTADA%2BDE%2BPADRE%2BENSE%25C3%2591AME.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-7j28EpoODJU/XmlGR5p7xmI/AAAAAAAAGpw/hz3VwMlrLtEg3HDphCX7wivIGJNrF0YDQCLcBGAsYHQ/s400/PORTADA%2BDE%2BPADRE%2BENSE%25C3%2591AME.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Portada de "Padre, enséñame a ser corrupto".</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">El
segundo tiempo, supone en la biografía del poeta una explosión vital. Recién
llegado a Barcelona, frustrada la posibilidad de matricularse en Literatura,
cambia de planes y lo hace en Periodismo. Desempeña los más diversos empleos,
desde portador de sacas en Correos a periodista en La Vanguardia, empleado de
Banco y, finalmente, corrector de pruebas, traductor y representante de la
editorial Caralt; Pedro Javier se multiplica, toma contacto con numerosas
gentes del cine y del teatro y representa alguna obra teatral, así como
participa en determinadas películas, de las que cabe resaltar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Trigo Limpio</i> de 1962 junto a Ismael
Merlo y Nuria Espert. Conoce a los poetas que, transcurrido el tiempo, pasarán
a la historia literaria como la Generación del 50, de un modo particular a
Goytisolo, Carlos Barral y Gil de Biedama. Entretanto, especialmente significativa
es la noticia que le llega de la muerte del padre y el consiguiente viaje que
realiza a Lores de la Majada. En una tertulia donde se dan cita escritores y
artistas se fijará en una chica rubia y de ojos azules, Josefita Albentosa
Llofríu; la rondará con poemas y, el 13 de septiembre de 1972, fecha de
especial significado, frisando los cuarenta años, se casará con ella, la mujer
que le acompañará en lo sucesivo. Enseguida comenzaran a llegar los hijos,
cuatro vástagos como robles: Pedro Javier, Alejandro. José Antonio y, el
benjamín, Víctor Manuel. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-41qV0AOmbBE/ViJC5PZ2NWI/AAAAAAAABr4/GKwJ4DfX5bkgseUpOmbOoI1WOA3iJsOnACPcBGAYYCw/s1600/Rastreando%2Btus%2Bhuellas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="693" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-41qV0AOmbBE/ViJC5PZ2NWI/AAAAAAAABr4/GKwJ4DfX5bkgseUpOmbOoI1WOA3iJsOnACPcBGAYYCw/s640/Rastreando%2Btus%2Bhuellas.jpg" width="460" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Portada de "Rastreando tus huellas".</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">El tercer
período ocupa los espacios de Alicante y Águilas; en él se nos revela un Pedro
Javier, familiar y hogareño, preocupado por los suyos y atento con las
necesidades de la familia. Emma, una de las dos tías de Josefita (la otra es Victoria),
solicita la ayuda del joven matrimonio; por lo que, sin pensarlo dos veces,
deciden vender los dos pisos que tienen por la zona de Pedralbes y se desplazan
a Alicante, donde en el barrio de San Blas montarán una librería, Lucentum; y
ahí tenemos a Pedro Javier de librero. El matrimonio pronto entra en contacto
con el grupo con el grupo Hermes, y bajo la guía de dos maestros, Saturnino
Cabrera y Pepe Carrión se adentrarán “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">en los
rudimentos de asuntos impactantes</i>”. Interesante es el relato donde el poeta
cuenta cómo llegó a convencerse de la existencia de la vida en el más allá; el
pequeño Víctor, al que le cuesta dormirse, de repente ve a los pies de la cama “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">a un señor que se parece a un santo”</i>;
era el padre de Josefita, recién fallecido. <o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-dLC831xlHb0/VyPNMHRoIRI/AAAAAAAACR0/e_yFHg7BSxcgfocXgLkgEhCv0HPtQiCAgCPcBGAYYCw/s1600/Primeros-encuentros-poesia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="220" data-original-width="463" height="190" src="https://1.bp.blogspot.com/-dLC831xlHb0/VyPNMHRoIRI/AAAAAAAACR0/e_yFHg7BSxcgfocXgLkgEhCv0HPtQiCAgCPcBGAYYCw/s400/Primeros-encuentros-poesia.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">III Encuentro de Poesía ciudad de Águilas en la Casa de la cultura Francisco Rabal de Águilas. De izquierda a derecha: Pedro Vera, Antonio García Soler, Juan Luis López Precioso, Juana J. Marín Saura, quien esto escribe, Juan Ramón Barat, Pedro Javier Martínez y José Luis Abraham López.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">A nuevas
instancias de la tía Emma, la familia vuelve a trasladarse. Esta vez a Águilas
donde el matrimonio termina por fijar su residencia y donde el que esto escribe
(casi recién llegados ellos, recién llegado él, a esa ciudad que abre sus dos
alas en la luz del Mediterráneo) los conoció allá por el año 1986. Si en la
Ciudad Condal Pedro Javier ya había publicado sus tres primeros poemarios (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Negro: poemas para una novia muerta</i>; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú, en mi mano derecha</i>; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hay una paz que espera</i>), esta última
etapa supone el período de los frutos. Se suceden ininterrumpidamente las
publicaciones y premios literarios de nuestro poeta: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Padre, enséñame a ser corrupto!, Poeta en la cocina, Una dulce manera
de morir, Alborada del gozo, Rastreando tus huellas: Reflexiones ante Cristo crucificado</i>
y otras. Entre los premios, por su importancia en el panorama internacional,
resalto en especial el Premio Internacional Poesía de Torrevieja de 2003,
concedido por su poemario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Jinetes de lo
impuro</i>, cuyo jurado estaba presidido por Caballero Bonald. En el año 2013,
Pedro Javier recibe una gran alegría; el motivo es que su primogénito, dirigido
por el profesor Francisco Javier Díez de Revenga, termina su tesis doctoral
sobre la obra del padre. No puedo terminar esta sección sin hacer mención al
emotivo poema que nuestro poeta compuso en el cien aniversario de su madre,
fallecida poco después, el cual queda reproducido en estas páginas. <o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-SdGhhiKU1nI/XmlEY1tPPsI/AAAAAAAAGpU/GPMuJMGqdek7MH9zzu85NrzHSJ15n2-4wCLcBGAsYHQ/s1600/PEDRO%2BY%2BJOSEFITA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-SdGhhiKU1nI/XmlEY1tPPsI/AAAAAAAAGpU/GPMuJMGqdek7MH9zzu85NrzHSJ15n2-4wCLcBGAsYHQ/s400/PEDRO%2BY%2BJOSEFITA.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Pedro Javier y Josefita.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Y, al
final de todo, con tanto bagaje escrito como vivido, ahí lo encontramos, en su
despacho, hilvanando la escaleta para sus Memorias, cuyo título será, a
sugerencia de Josefita, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antes de que la
luz me falte</i>, primer verso de un profundo poema, tras el cual el poeta
decide comenzar a escribir:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif;">Eran las horas
del crepúsculo del sábado tres de diciembre de 1932…</span></i><span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aunque Pedro Javier me cita en varias
ocasiones (ya desde cierta tertuliana noche que denominaré <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la noche</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de la micción</i>),
al pedirme que le companga este prólogo para sus Memorias me ha hecho un gran
honor, pues de esta forma ha querido participarme en su vida más íntimamente.
Un sentimiento de una gran responsabilidad me traspasa porque sé que no es un
libro más del amigo (cuya obra publicada me precio de conocer, también parte de
la sin publicar, y he tenido la gustosa oportunidad de reseñarla en tantas
ocasiones). Este es un libro de trascendencia especial; es el libro en que
humanamente todo él se ofrece, abierto el corazón, como hombre que grita: «¡Familiares,
amigos, aquí me tenéis, formad parte de mí!», y tiende los brazos de su vida, intensa
y compleja, dilatada en el tiempo, pletórica de acontecimientos y vivencias, ya
desde la más tierna infancia, a todo aquel que de repente se encuentre con
estas páginas. ¡Qué más diré, salvo que con su vida Pedro Javier ofrece su
obra, proteica, rica en temas y registros! Aquí está, a la vuelta, palpitante,
ávida por entregar sus dones. <o:p></o:p></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4Kay_Japtb6Zr-SQmYMk1ObhNQQxyAlPwQJMg9gDxOwA0Tj-dqgiStIHJAaoa7COnJ-9PhNxpi4nwLKJ6qpInfMKA-qU4ldybIJ0FuxmTjbYElvwBRNqJM8pLM7Eetx4E4osAT7rYNWM/s1600/CARTEL+ANUNCIADOR.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="960" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4Kay_Japtb6Zr-SQmYMk1ObhNQQxyAlPwQJMg9gDxOwA0Tj-dqgiStIHJAaoa7COnJ-9PhNxpi4nwLKJ6qpInfMKA-qU4ldybIJ0FuxmTjbYElvwBRNqJM8pLM7Eetx4E4osAT7rYNWM/s400/CARTEL+ANUNCIADOR.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Cartel anunciador de "Antes que la luz me falte"</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">He
disfrutado, he aprendido; ahora siento a Pedro Javier más cerca. Por tales
razones invito a todo el mundo a demorarse e estas Memorias con la certeza de
que le serán de mucho provecho.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">No
quiero dejar pasar esta oportunidad para agradecer profundamente, a Pedro
Javier y Josefita, el matrimonio amigo, la bondad que tuvieron al acogerme en
su casa numerosas tardes ante la taza humeante de café, departir conmigo,
sencillamente hablar, estar, cuando un episodio especialmente doloroso me puso
en el brete de la locura, o casi (tenía a Plutón encima de mi Sol natal).
Espero no haber defraudado la amistad que tan generosamente en su día me
brindaron, y que está haya crecido, madurado y dado sus frutos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Jesús Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.45pt; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;"> Filósofo y
poeta</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-49938139759313257942019-06-22T12:28:00.001-07:002019-07-02T02:36:57.767-07:001314. LA VENGANZA DEL TEMPLARIO<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">1314.
LA VENGANZA DEL TEMPLARIO.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">FRANCISCO
JAVIER ILLÁN VIVAS<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">M.A.R.
EDITOR, 2019<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-yz1BlRsGXWY/XQ6APcC8eqI/AAAAAAAAGT0/9SVFpkCX_DE6iBQAB82Wkel2KB2GMMdyACLcBGAs/s1600/LA%2BVENGANZA%2BDEL%2BTEMPLARIO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="272" data-original-width="186" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-yz1BlRsGXWY/XQ6APcC8eqI/AAAAAAAAGT0/9SVFpkCX_DE6iBQAB82Wkel2KB2GMMdyACLcBGAs/s400/LA%2BVENGANZA%2BDEL%2BTEMPLARIO.jpg" width="273" /></a></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">Un
conocimiento histórico riguroso y una prosa ágil y plástica, confieren a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1314. La venganza del templario</i>, última
novela dada a la luz por Francisco Javier Illán Vivas, la amenidad y la
verosimilitud necesarias para que el lector disfrute de la lectura a la par que
pueda entrar con segura mano en un tema tan escabroso y lleno de enigmas como
la condena y consiguiente desaparición de la orden del Temple.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">Estamos
a inicios del siglo XIV, una época especialmente convulsa por la que pasa la
cristiandad. La orden del Temple ya había perdido la custodia de los lugares
santos (pérdida de Acre, último baluarte Templario, en 1291, donde murió en
heroica defensa el Gran Maestre Guillaume de Beaujeau) y en 1302 se retira
definitivamente a sus cuarteles de París. Son muchos los que la cuestionan y
traman leyendas sobre la misma, y no pocos los que piensan que tal vez haya
sido dejada de la mano de Dios; a esta sensación hay que añadir la cantidad de
tesoros y posesiones de los que es poseedora. Estas circunstancias constituyen
un campo abonado para que ciertos personajes con poder y sin escrúpulos entren
en acción, la gran mayoría títeres del rey Capeto, monarca de Francia en aquel
momento, que pasará a la historia como Felipe IV <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Bello</i>, y al que se le imputa la dudosa gloria de dar el golpe
mortal a los Templarios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">La
intriga se urde en las sombras. Felipe IV ha dado órdenes precisas para que
durante la noche del 12 al 13 de octubre de 1307, viernes para más señas, sean
capturados los caballeros del temple y requisados sus bienes en toda Francia
(Parece que esa fatídica noche fueron apresados, junto con Jacobo de Molay,
casi 3.000 caballeros sin resistencia alguna, de los cuales solo doce lograron
escapar a la redada.) Comienza, de este modo, un largo calvario para los
componentes de la Orden, que terminará siete años más tarde cuando su vigésimo
tercero y último gran Maestre, Jacobo de Molay, junto con Godofredo de Charnay,
maestre de Normandía, sean quemados vivos el 19 de marzo de 1314 en la isla de
los judíos frente a la catedral de Nôtre Dame.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-oV8YU8baMnc/XQ6AZzfG_5I/AAAAAAAAGT4/LgouJhCE55AD7E9ppp3wz5OwXjzPF22cQCLcBGAs/s1600/ramon-caballero-templario--620x450.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="620" height="232" src="https://1.bp.blogspot.com/-oV8YU8baMnc/XQ6AZzfG_5I/AAAAAAAAGT4/LgouJhCE55AD7E9ppp3wz5OwXjzPF22cQCLcBGAs/s320/ramon-caballero-templario--620x450.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">Hay
que retrotraerse en el tiempo para intentar comprender la génesis de tan magno
acontecimiento. A casi un siglo después del papado de Inocencio III, momento en
que culmina el teocratismo medieval, en el seno del catolicismo se producen
fuertes disensiones; la razón es porque, quebrado el sistema feudal, los reyes
reclaman no solo una autonomía con respecto al poder papal, sino una efectiva
toma de decisiones en lo que se refiere a los asuntos eclesiales. En lo que se
refiere a Francia, Felipe IV <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Bello</i>
es el rey que consolida definitivamente la monarquía en este país; pero se
enfrentará para ello a un papa temible, de los que precisamente no han dejado
alto el solio de Pedro, Bonifacio VIII, y, tras la muerte de este, en 1303,
será quien nombre a unos papas satélites del trono de Francia, Bonifacio IX, y
para lo que a nuestra historia concierne, Clemente V (1305-1314), auténtica
marioneta en manos del rey Capeto. Este papa será quien traslade la sede papal
de Roma a Avignon en 1307, propiciando así el futuro cisma, y quien, con sus
sucesivas bulas (entre las que cobran especial importancia la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pastoralis praeminentiae</i>, de 1307, como
la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Vox in excelso</i> de 1312 —ambas
reproducidas en la novela—), ayude al monarca a suprimir y confiscar los bienes
de la Orden del Temple, bajo las graves acusaciones de “herejía, idolatría,
brujería, sodomía y toda clase de blasfemias contra la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.”<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">Los
templarios eran incómodos para el rey francés. Para empezar, constituían un
reino dentro de su reino ya que en sus ordenanzas se estipulaba que solo
debían obediencia al Papa; a esta merma considerable del poder real sobre la
Orden, se añadía la cantidad de préstamos monetarios que el monarca había
solicitado a la misma y era renuente a devolver. Endeudado hasta las cejas, el
colmo fue cuando, con motivo de las nupcias de su hija con el futuro rey de
Inglaterra, Eduardo II, el monarca francés solicitó un nuevo préstamo a la
Orden y este le fue denegado. Quizá fue ese el detonante por el cual los
Templarios pasaron a ser sus acérrimos enemigos: si Felipe IV elimina a la
Orden, deja de pagar las deudas; más aún, puede echar mano a los ingentes
tesoros y posesiones que posee la misma. Personajes moralmente lisiados como
Guillermo Imbert, hermano dominico confesor del rey y Gran Inquisidor del Reino,
el jurisconsulto Guillermo de Plaisians, el canciller del reino Guillermo de
Nogaret (un personaje más que inquietante por varias razones), amén de Beltrán
de Got, el nombrado Clemente V, le ayudarán en tales propósitos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-0kJyh1jiY5U/XQ6AihLRpPI/AAAAAAAAGUA/SUiP9mjrg24qCDx5ZYECELgE5mcVamJ1QCLcBGAs/s1600/templario--644x775.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="774" data-original-width="644" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-0kJyh1jiY5U/XQ6AihLRpPI/AAAAAAAAGUA/SUiP9mjrg24qCDx5ZYECELgE5mcVamJ1QCLcBGAs/s320/templario--644x775.jpg" width="266" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Delimitado el marco histórico de la trama, la
novela se centra en un personaje: un templario, cuyo nombre solo se nos revelará
al final, ajeno a lo que está ocurriendo en Francia. El autor deja traslucir
que es de origen aragonés y que debemos suponer que ostenta un alto rango en la
Orden, pues el mismísimo Jacobo de Molay le ha encomendado una misión especial
antes de sufrir la celada que le llevará a la hoguera. Apoyado en el
conocimiento secreto que posee, el Gran Maestre ha descifrado en los textos
sagrados, en especial en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Génesis</i> y
el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Apocalipsis</i>, que es llegado el
tiempo de la recolección de determinado fruto. Parte el templario a tierras
lejanas con tal misión, la recolección de dicho fruto, grabada entre ceja y
ceja, y pasará por aventuras que no a todo mortal le están reservadas, ni todo
mortal las coronaría con éxito. Pero el templario es alguien, valga la
redundancia, con temple: un freile guerrero, diestro con la espada y cuya fe es
inquebrantable. No en vano es denominado como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sha nagba imuro</i>, aquel que vio el abismo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">Regresa
el templario a Francia tras siete fatigosos años de pericias con el objeto de
su búsqueda a buen seguro dentro de su crumena. Sin embargo, se encuentra con
un escenario que es de todo menos idílico para la Orden del Temple, cuyos
caballeros o han huido de Francia, o han muerto, o se hallan prisioneros y
sometidos a torturas. El Gran Maestre, Jacobo de Molay, a quien debe entregar
el fruto recolectado para coronar con éxito su misión, al igual que otros
grandes dignatarios de la Orden, se encuentra prisionero y sometido casi a
diario a torturas insufribles. Ha confesado los cargos que se le imputan, pero
también se ha retractado de ellos; la fortaleza del anciano está continuamente
puesta a prueba por el odioso Guillermo de Imbert, el Inquisidor General del Reino.
Felipe IV no se conforma con finiquitar la orden, quiere algo más; sabe de la
misión de ese anónimo templario y a toda costa quiere sonsacar al Gran Maestre su
paradero. Necesita ese fruto traído de lejanas tierras para afianzar algo más
que su poder.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-J9HulGK4dfI/XQ6ArW8ZlXI/AAAAAAAAGUI/u6fuNIgiby4HIjbGeyqnoXPlZnEOuvUBgCLcBGAs/s1600/jacq-de-molay.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="467" height="239" src="https://1.bp.blogspot.com/-J9HulGK4dfI/XQ6ArW8ZlXI/AAAAAAAAGUI/u6fuNIgiby4HIjbGeyqnoXPlZnEOuvUBgCLcBGAs/s320/jacq-de-molay.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">El
templario decide rescatar a Jacobo de Molay y tomar venganza de los agravios
inferidos a la Orden. En esta nueva misión se encontrará con dos benefactores
inesperados, sin la ayuda de los cuales le sería imposible llevarla a feliz
término. Aparecen así en escena la condesa D´Artois y Francisco de Beaujeau. La
imponente condesa D´Artois, tanto por su belleza como por la fortaleza de su
temperamento, representa a una auténtica Mata Hari de la época que jugará un
papel fundamental en la trama de la novela, e introducirá al lector en un
erotismo medieval no apto para almas cándidas. Francisco de Beaujeau, heredero
de un antiguo linaje, pues es sobrino del que fuera Gran Maestre Guillermo de
Beaujeau, se constituye, por expresa voluntad de Jacobo de Molay, en el depositario
de las reliquias y tesoros del Temple, y cuya misión, casi imposible, será la
de reconstruir la Orden en el exilio. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">Fracasa
el templario en el intento de rescatar a Jacobo de Molay, pero no en la
venganza. Antes de la incineración del Gran Maestre, ya ha dado buena cuenta
tanto de Guillermo de Nogaret, como de Guillermo de Plaisians; tras la muerte
del Gran Maestre, llevará a cumplimiento la maldición que desde las llamas de
la hoguera este ha lanzado contra los dos grandes artífices de la destrucción
de la Orden: el papa Clemente V y el rey Felipe IV. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">El
autor, Francisco Javier Illán Vivas, hábilmente enhebra las peripecias del templario
con los hechos históricos, en un oportuno ensamble entre lo que Unamuno
distinguía como historia e intrahistoria. Nada, pues, rechina en la trama, a
pesar incluso de los elementos fantásticos que en ella acontecen, pues el
lector los percibe como naturales, acordes con los mitos medievales o con las
leyendas que desde antiguo envolvieron a la Orden. A esto hay que añadir una
forma de composición, a mí manera de ver, bastante afortunada. El autor va
ofreciendo los sucesivos episodios por los que discurre la trama a modo de las
teselas de un mosaico; le corresponde al lector ir encajándolas para que al final
revelen su sentido de conjunto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-ULSaGl6cwpk/XQ6AxSZns6I/AAAAAAAAGUM/HKeVect9aNgPpALicMyFMb-f_htnWrUyQCLcBGAs/s1600/ILLAN%2BVIVAS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1461" data-original-width="1600" height="292" src="https://1.bp.blogspot.com/-ULSaGl6cwpk/XQ6AxSZns6I/AAAAAAAAGUM/HKeVect9aNgPpALicMyFMb-f_htnWrUyQCLcBGAs/s320/ILLAN%2BVIVAS.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">Añado,
como coda, que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1314. La venganza del
templario</i>, obtuvo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Accésit del VI
Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica</i>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Jesús Cánovas
Martínez©<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 42.55pt; margin-right: 47.3pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 28.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: large;"> </span><i><span style="font-size: large;">Ad astra per aspera</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
<br />jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-55574788069122357622019-04-05T13:06:00.000-07:002019-04-05T13:06:16.243-07:00LA CARA OCULTA DE LA LUNA<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">LA CARA OCULTA DE LA
LUNA</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Ana María Alcaraz
Roca<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Editorial Pluma
Verde, 2019<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLzDgTU8G4RXgi0abToz3vYT4_YeIvaPrdPURItfjqPlndAIGOXMiywuZlwXbL1lcl10bFDZ4Jp5Q5uBrFNGQuoiAZ0-tSe1qgbWMknVBQt-kANAD8LjwAlDXlg-1Jqeko5lfh7eHzaXM/s1600/LA+CARA+OCULTA+DE+LA+LUNA+PORTADA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-large;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1019" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLzDgTU8G4RXgi0abToz3vYT4_YeIvaPrdPURItfjqPlndAIGOXMiywuZlwXbL1lcl10bFDZ4Jp5Q5uBrFNGQuoiAZ0-tSe1qgbWMknVBQt-kANAD8LjwAlDXlg-1Jqeko5lfh7eHzaXM/s400/LA+CARA+OCULTA+DE+LA+LUNA+PORTADA.jpg" width="317" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">El
mundo de la infancia es lunar y, como tal, está construido por la magia, esto
es, por unos esquemas de pensamiento que son alógicos, tremendamente simbólicos
y que significan el mundo como una totalidad donde cualquier cosa es posible,
pues en él se hace efectiva la interrelación entre lo imaginario y lo real; la
voluntad del niño se evade de la causalidad de hierro que concatena los
acontecimientos y crea posibilidades de sentido, propugna hechos, conexiones y
convicciones, que, si inverosímiles para el adulto, no se evaden a las íntimas
convicciones del infante. Hay en esta actitud una desmedida integridad: el niño
es inocente, y, por inocente, es puro. Sin embargo, tal inocencia pronto se
verá defraudada por el engaño. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">La
luna efunde una luz prestada, por eso, tal luz es fantasmagórica y equívoca;
ilumina el mundo, pero en ese mundo se agazapan no pocas añagazas entre las
difusas sombras. La inocencia del niño le protege de determinados males, le
amortigua la crudeza con que tantas veces se muestra la vida, pero tal
protección, conforme deambula por paisajes muchas veces inhóspitos
paulatinamente va desmoronándose. El niño comienza a exigir respuestas claras a
sus demandas, quiere aventar las sombras y las dudas que poco a poco le van
habitando y terminan por confundirle. Las cosas no eran como él pensaba, máxime
si el adulto las disfraza con una verdad impostada. La luna muestra una faz,
pero tal faz es engañosa; posee otra cara, y en el niño crece tal certeza:
posee la luna una cara oculta que no muestra nunca. El niño entonces, al
percibir tal impostura, siente perplejidad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Una
niña, Ana María Alcaraz Roca, nos abre su alma y nos cuenta sus vivencias, que
no por suyas dejan de ser paradigmáticas. Nos habla del paso de ese mundo lunar
de resonancias mágicas, a otro mundo, el solar, donde los objetos o vivencias
vienen definidos por contornos precisos, rotundos. En los poemas que componen <i>La cara oculta de la luna</i> aparecerá esa
tensión entre lo engañoso y lo real, entre la magia que cubre y encubre la
infancia y la objetividad del mundo del adulto, entre lo imaginario o alógico y
lo causal, entre lo simbólico y lo conceptual. Por eso muchos poemas parten de
la vivencia de un hecho por parte de Ana María niña y se deslizan hasta
alcanzar la forma conclusiva de una <i>desvelación</i>,
cuando el engaño haya sido puesto de manifiesto ante la nueva mirada de Ana
María adulta. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">No
se hurta la ternura en tal proceso, ni la mirada condescendiente, ni a veces la
sutil ironía. Ana María gasta amabilidad ante los adultos engañosos, nunca
reproche; al fin y al cabo los adultos también tienen sus prisiones y no pocas
veces estas prisiones aluden a una precariedad material. En este sentido, me
gusta especialmente el poema que lleva por título <i>La Muñeca</i>, en cuyo inicio ya se nos advierte: <i>Eran aquellos años pródigos/en penurias e infortunios</i>. Tal muñeca,
que encanta a la niña, aparece una mañana de Reyes, pero, dotada de la magia de
los objetos, entrado el verano va desaparece… <i>Tal vez el “Tío del Saco”/se la hubiese llevado a su guarida</i>… Lo
curioso resulta cuando un nuevo seis de enero vuelve a aparecer, aunque con un
vestido diferente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Temerosa,
la niña se entera de que los tres enemigos del hombre son el <i>demonio</i>, el <i>mundo</i> y la <i>carne</i>, por tal
razón, y para no pecar, se negará a comer carne en lo sucesivo. El aljibe que
diligentemente limpia el abuelo, esconderá un extraño y blanquinoso monstruo; a
un viejo molino destartalado, <i>al
contemplar sus rotas alas desflecadas,/desterradas de los besos insomnes de la
luna</i>, le insuflará el alma en su día deshabitada. Un cofre, cargado de años
y recuerdos, con los tesoros que transitan de generación en generación, donde
la abuela guarda <i>las sábanas bordadas con
esmero/a punto de festón o con vainicas/que consumieron muchas de sus
horas/ante la luz caduca de un quinqué</i>, le hace evocar esa antiguas manos <i>como ramas de un almendro</i>, la presencia adherida a los enigmas que
custodia. Un cofre, unas fotografías, unas conchas, misterios que evocan la
persistencia de los objetos frente al paso efímero de la existencia humana.
Ellos, los objetos, quedan; los ancestros, lo que fue, permanecen en cuanto
huellas de la dulce nostalgia del recuerdo que los evoca desde el tiempo de la
niñez tan definitivamente ido. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-jiGpGPWGkQg/XKepdeVwb8I/AAAAAAAAFlY/8xQ959lacJMUGbg6N6BUv3uKBN6jlXkFgCEwYBhgL/s1600/ANA%2BMAR%25C3%258DA%2BALCARAZ%2BROCA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-large;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="320" height="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-jiGpGPWGkQg/XKepdeVwb8I/AAAAAAAAFlY/8xQ959lacJMUGbg6N6BUv3uKBN6jlXkFgCEwYBhgL/s400/ANA%2BMAR%25C3%258DA%2BALCARAZ%2BROCA.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Muchos
son los poemas que pivotan entre un determinado engaño que albergaba la
infancia y, tras la anécdota relatada, concluyen con un rapto de racionalidad y
una moraleja que supone casi una advertencia para futuros navegantes; porque
los espejismos de la luna, en última instancia, pese a lo que un observador
poco avisado pudiera pensar, terminan por fraguar en Ana María un carácter
rebelde y tremendamente asertivo. Es la sana reacción ante tantas absurdas
líneas <i>Maginot</i>, ineficientes en sí
mismas, tal y como lo fue la original, que intentan delimitar lo posible de lo
imposible, el espejismo dado como veraz de la realidad entendida como ilusoria,
y en el fondo no suponen sino un límite a la propia libertad y al ser. Muy
ilustrativo me parece el poema que lleva por título <i>La Raya Azul</i>. La autora concluye de este modo dicho poema:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Por eso ahora,<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">con la irreverencia que me han prestado<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">los muchos años consumidos,<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">no hay rayas azules que no traspase<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif;">y, ay, del que ose siquiera dibujarlas.</span></i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Dentro
de la complejidad del poemario, el cual me llevaría tiempo deslindarlo, quiero
subrayar tan solo, como bien corresponde a una reseña, otra línea de sentido
que me parece importantísima. No es sino el enfrentamiento de la autora con la
muerte (tema este, por otra parte, que traspasa la totalidad de su obra
escrita); muerte que, desde el mismo inicio de <i>La cara oculta de la luna</i> está agazapada entre sus páginas y se
mostrará de manera más o menos patente, algo que no resulta extraño si pensamos
que la evocación forma parte de la sustancia del poemario. La luna es la pálida
del cielo, y su luz fría es trasunto de la muerte y de los muertos. El poemario
se enmarca entre dos citas significativas: en su inicio, la de García Lorca,
que nos muestra el rapto que hace la luna de un niño, al que lleva de la mano
por los cielos, y, antes del magnífico poema <i>Velas</i> con que termina, otra de Kavafis; en medio, una sucesión de
motivos a modo de tablillas que evocan el remoto pasado desaparecido en los
esteros del tiempo, polvo apenas del recuerdo en los ojos de una niña. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">Son
tremendos los poemas </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">Misina</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">La muerte de mi abuela</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">Dudas</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;"> (por este orden). En ellos la
certeza de la muerte avanza, desde su primer e inopinado contacto con la niña,
al llevarse desesperanzadamente a su primera amiga de pelaje blanco y negro,
hasta el duelo y dolor que le producirá la extinción de los abuelos: en primer
lugar, la de la abuela, acuciada por el dolor insoportable de una terrible
enfermedad; en segundo, la del abuelo, querido y casi idolatrado por la niña,
cuyo presagio tomará la forma, silenciosa y dramática, de una personificación.
Cito el final de </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">Misina</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">:</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Recuerdo con dolor<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">el amado tacto de mi
amiga<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">que adquiría la yerta
textura de las aguas.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Velé, entre caricias,
su agonía,<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">arena y lágrimas.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">El cielo de febrero,
bondadoso,<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">colocó todo su azul<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">en la vidriosa
geografía<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">de sus pupilas
asombradas<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">y en las mías todo el
espanto<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">de la contemplación
primera<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 78.0pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">de la terrible cara
de la muerte.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">La
luna tiene una faz oculta, y esta no siempre es amable… Aun así, la única
patria que tenemos es la infancia, pues para responder a lo que ahora somos
irremediablemente debemos preguntarle y encarar un diálogo con ella. Esto lo
sabe muy bien Ana María Alcaraz Roca. Quizá sea esta la razón por la cual el
poemario, al contemplar o vivenciar los de la autora, no solo remueve en el
lector adulto emotivos recuerdos, sino que adquiere un trasfondo metafísico de
inquisición y búsqueda del sentido de la propia vida. Impresiona de estas
evocaciones que todas ellas, por su carga de significado, son dignas de una
segunda memoria, de tal forma que suponen puentes tendidos entre cualquier
lector-contemplador y Ana María. Y aquí lo dejo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-jFsmXsUgwAM/XKepkYnGUyI/AAAAAAAAFlc/1ObQFvxB_GwnR7Qy2-fiODWc-thGKmjQQCEwYBhgL/s1600/ANA%2BMARIA%2BCON%2BLIBRO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-large;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="300" src="https://4.bp.blogspot.com/-jFsmXsUgwAM/XKepkYnGUyI/AAAAAAAAFlc/1ObQFvxB_GwnR7Qy2-fiODWc-thGKmjQQCEwYBhgL/s400/ANA%2BMARIA%2BCON%2BLIBRO.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">Resalto,
por último, la dedicatoria de <i>La cara
oculta de la luna</i>. Ana María dedica el poemario a un ser muy querido y muy
pequeño todavía, a un ser con una gran promesa de futuro: me refiero a Ariadne,
su primera y, hasta la fecha, única nieta. Veo en este gesto un evidente guiño. Otra
infancia, nueva y por consumir, recibirá un precioso legado como un ariete
contra el olvido y contra la muerte, cargado de la experiencia, y de la
consiguiente sabiduría, de una abuela que ha vivido.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"> Jesús Cánovas
Martínez©<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"> Filósofo y
poeta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;"> </span><i><span style="font-size: x-large;">Ad astra per aspera. </span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4164396844010012545.post-17200814124791219262019-03-24T06:45:00.002-07:002020-10-28T11:57:21.554-07:00FUERA DEL CALDERO DEL DIABLO<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;">FUERA DEL CALDERO DEL
DIABLO<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;">(UN VIAJE DE LAS
TINIEBLAS A LA LUZ)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;">JOHN RAMÍREZ<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;">HEAVEN AND EARTH<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-7wWRibJUnUw/XJeIJ5EZ1CI/AAAAAAAAFkU/MaYZcAaIFvUJikshvFWKHQeHM6dvmLS1ACLcBGAs/s1600/PORTADA%2BFUERA%2BDEL%2BCALDERO%2BDEL%2BDIABLO.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="324" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-7wWRibJUnUw/XJeIJ5EZ1CI/AAAAAAAAFkU/MaYZcAaIFvUJikshvFWKHQeHM6dvmLS1ACLcBGAs/s400/PORTADA%2BFUERA%2BDEL%2BCALDERO%2BDEL%2BDIABLO.jpg" width="258" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Cuando una familia
emigra de Puerto Rico a Estados Unidos quizá no encuentre la prosperidad y el
bienestar que buscaba. Puede ser que su destino sea un barrio marginal de una
gran ciudad donde la vida de sus miembros se convertirá literalmente en un
infierno. Y esto mismo es lo que nos relata John Ramírez en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuera del Caldero del Diablo</i>, obra
escrita en un estilo directo pero altamente sugestivo. Porque John Ramírez,
hijo de emigrantes puertorriqueños, no solo nos contará la dureza de la vida en
el Bronx, sino que añadirá algo inquietante: su trato con la Santería, el
Espiritismo, y, finalmente, con el Palo Mayombe, la práctica más perniciosa de
una mal llamada religión.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Un padre adorador del
diablo que se desentiende de su mujer y sus cuatro hijos; al poco dinero que
aporta a la familia suma sus grandes ausencias, ya que está ocupado en cortejar
mujeres y beber de bar en bar. La familia apenas subsiste con ayudas sociales,
pero pasan hambre y frío, puesto que carecen de lo más elemental para
sobrevivir, y cuando el padre aparece hay tunda para la mujer y los hijos. John
es el mayor de los cuatro hermanos y pronto desarrollará un odio cerval contra
el padre, por eso se alegrará cuando a este le vuelen la cabeza de un disparo a
la salida de un bar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Es lo que hay en el
Bronx: dureza, drogas, impiedad. Y tanto es así que una diversión de los
vecinos consiste en contemplar desde las ventanas de sus pisos como las bandas
rivales pelean entre sí y se ajustan las cuentas; después de estas peleas
algunos no se levantarán del suelo. Los asesinatos están a la orden del día y
suceden en plena calle; la policía apenas interviene, y cuando lo hace, es de
manera meramente protocolaria.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Una tía de John, hermana
de su padre, lo inicia en la Santería a la edad de diez años. Descubre John un
submundo en el que están implicados individuos de la más diversa índole y
extracción social: abogados, jueces, policías, comerciantes, periodistas,
políticos… Aun con miedo, John queda fascinado por las posibilidades que le
ofrece la Santería. Con los años irá ganando poder y estatus; el precio, vender
su alma a Satanás (a quién llamará <i style="mso-bidi-font-style: normal;">papá</i>)
y convertirse en su servidor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Guiado por brujos de alto
rango, comienza a conocer John ese mundo de los espíritus malignos, sus nombres
y las funciones que cumplen. Conoce los principados que gobiernan las diversas
regiones de la tierra y los diversos espíritus que causan daño de múltiples
maneras. Por medio de la intermediación de determinados rituales de magia roja
y negra, fundamentalmente, aprende a operar en el mundo intermedio para causar
daño en el mundo material. Trabaja por encargo y por dinero, y no rehúye
realizar maleficios de muerte. Conforme crece su prestigio y su poder, crece su
odio; odio que dirige fundamentalmente contra los cristianos. En este sentido,
cuenta cómo llega a realizar gratis maleficios de muerte contra estos, aunque,
paradójicamente y para sorpresa de él, algunos no dan el resultado previsto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Es de agradecer que John
Ramírez no se detenga en los ritos de la magia (la utilización de ese temible
caldero, instrumento por antonomasia, en cuyo interior hay huesos humanos y
sangre sacrificial), aunque de refilón cuenta cómo los santeros saltan las
tapias de los cementerios para captar las almas de los recién fallecidos o cómo
merodean por los tanatorios con el mismo fin. Ciertamente son prácticas
macabras, pero atienden al propósito de ganar almas para el diablo. Otro modo
como lo consiguen es fascinando a la gente con determinadas mancias, ocasión
para revelarles el estado de sus vidas y mostrarles un previsible futuro. Todo
vale si se trata de apartar a las gentes de Dios y ganarlas para el diablo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Conseguido por méritos
propios un puesto elevado en la Santería (la cual tiene un orden jerárquico y
una organización parecida a la de un ejército), ahíto de prestigio y poder, en
una situación en la que no le escasea el dinero ni las mujeres, ni los bares ni
los coches lujosos (le tienen miedo y respeto, su presencia impone), a John
Ramírez todavía le falta algo, y quizá sea lo más importante. John no es feliz,
su vida personal es un fracaso. Ha perdido a su mujer y a su hija, y siente un
gran vacío interior. Se da cuenta de que hace lo mismo que su padre hacía, a
quien tanto odiaba. Quizá con un resto de lucidez, indudablemente tocado por la
gracia, intenta dejar ese mundo y comprueba que no puede. Será castigado
incluso con un año de ceguera. Consciencia que no es libre y su interior se
escinde. No puede escapar pero lo desea. La sensación que experimenta es la de
estar atrapado por barrotes invisibles. Se angustia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> No voy a entrar a
deslindar el arduo proceso que lleva a John a caminar desde las tinieblas hacia
la luz. Sí diré que es dramático y pasa por una visión del infierno. John no
escapa tampoco a los ataques de los demonios y de sus antiguos correligionarios,
pues cualquier deserción o desvío de la Santería o el Palo Mayombe se paga con
la muerte. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Por una serie de
circunstancias John visita una iglesia evangélica; allí es poseído por los
demonios y se produce una escena dantesca. Pero John insiste en las visitas a
la iglesia porque resulta un reto para él echar un pulso a los cristianos y a
ese tal Jesús. Tal pulso termina con su bautismo y conversión. A partir de ese
momento John Ramírez se convierte en un servidor de Jesucristo y en un
predicador del Evangelio. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-qkcP8lt9_Gw/XJeIVzXRN0I/AAAAAAAAFkY/icp2hpnR96QWRFZ3k-aJI8y_wa3Y8i-1gCLcBGAs/s1600/IMAGEN%2BJOHN%2BRODR%25C3%258DGUEZ.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="225" src="https://2.bp.blogspot.com/-qkcP8lt9_Gw/XJeIVzXRN0I/AAAAAAAAFkY/icp2hpnR96QWRFZ3k-aJI8y_wa3Y8i-1gCLcBGAs/s400/IMAGEN%2BJOHN%2BRODR%25C3%258DGUEZ.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Hay personas que habitan
en un sueño extraño. O no se enteran o no quieren enterarse, mientras sufren los
embates del mal y caminan hacia la muerte, de que el mundo sensible tiene algo
de espejismo y es otra realidad la que acecha tras la trastienda de las
apariencias. Ponderar testimonios como el de John Ramírez a estas personas les
puede llevar a cierto despertar. A mí me resulta muy chocante que personas con
formación intelectual y con criterio todavía sigan enclaustradas en las concepciones
de un burdo materialismo. Hace cuarenta o cincuenta años la “solidificación”
del mundo todavía podía hacer comprensibles este tipo de posturas; pero hoy en
día intelectualmente resulta imposible mantenerlas porque el mundo en que
vivimos se ha “licuado”, siguiendo la metáfora de Zygmunt Bauman, y no solo en
cuanto a instituciones y estructuras sociales o, si a cambios psicológicos se
refiere, en cuanto a la asunción sin mayores complicaciones por grandes masas
de población de la posverdad, sino, lo que resulta aún más grave, por la pérdida
de todo asidero o protección con respecto a las fuerzas disolutorias. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Que el ciego siga en su
ceguera, pero recuerdo que hace años René Guenón advertía de las fisuras en La
Gran Muralla; si en los albores del Kali Yuga eran reparables con cierta
facilidad, no sucede así en esta época de fin de ciclo que nos ha tocado vivir,
ya que el materialismo ha creado una capa que impide el influjo de las
influencias benéficas, mientras que, como contrapartida, se abren las brechas
por donde penetran las influencias demoníacas. Es así que “la licuación” del
mundo únicamente atañe a las protecciones contra la influencia de lo bajo, y
tal circunstancia se agrava porque las organizaciones de orden espiritual cuyo cometido,
por lo menos en parte, era la defensa, se repliegan sobre sí mismas. El viaje
de John Ramírez desde las tinieblas a la luz, me lleva a considerar que La Gran
Muralla tiene lienzos derruidos y parte de sus bastiones han sido tomados, pero,
aun así, cabe la esperanza, porque sigue resistiendo los embates del mal. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"> Si quieres ver un
documental en el que John Ramírez habla de sus experiencias, pincha aquí: <a href="https://youtu.be/8ZuBDCVQTuA" target="_blank">Documental sobre John Ramírez</a><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif" style="font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Jesús Cánovas Martínez©<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 40.2pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 40.2pt 0cm 1cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: large;"> <i>Ad
astra per aspera</i>.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/aPbDjlqn5hY" width="320" youtube-src-id="aPbDjlqn5hY"></iframe></div><br />jesus canovas martinezhttp://www.blogger.com/profile/12653157350943336332noreply@blogger.com0