domingo, 18 de septiembre de 2022

LA CONEXIÓN ITALIANA

 La CONEXIÓN ITALIANA

JUAN FRANCISCO DÍAZ NAVARRO

MALBEC

 


Una preciosa localidad del sudeste en el litoral murciano, marco para la trama: Águilas. Un asesinato a resolver, la muerte del dueño de una pizzería con claros signos de haber sido torturado. El pasado turbio de unos italianos arribados a la ciudad, gentes que quizá escondan algún tipo de secreto que no quieran hacer público y, por supuesto, no sean quienes dicen que son. Unos personajes inquietantes recién aparecidos por la localidad y, Sergio y sus compañeros, los policías locales de Águilas, que velan por la convivencia codo con codo con la Guardia Civil.

Quien escribe La conexión italiana, Juan Francisco Díaz Navarro, conoce de primera mano los entresijos policiales, el mundo del crimen y las investigaciones llevadas a cabo para esclarecer los delitos, no en balde lleva veinte años en el Cuerpo de Policía, y tal eventualidad se nota a la hora de dotar de verosimilitud al thriller policíaco que nos presenta en la novela. Desde el inicio envolverá al lector una atmósfera de misterio a la vez que cotidiana: cotidiana, porque la acción se desarrolla en el micromundo de la ciudad de Águilas, donde los personajes que integran la novela son conocidos y mantienen unas firmes relaciones familiares y de amistad con sus conciudadanos; de misterio, porque algo foráneo irrumpe, de forma tan repentina como salvaje, en la plácida convivencia de estas personas, hasta el punto de que, tras el asesinato de Federico Gentile el pizzero (o, mejor, cabría decir de Francesco Martelli),  se desvela el pasado inquietante de unos personajes sobre los que, en principio, no cabría ningún tipo de sospecha.



La Policía comienza sus indagaciones y paulatinamente irá descubriendo el doble rostro de unas personas que se supone participaron en el gran robo de uno de los bancos importantes de Italia en la ciudad de Livorno. No solo se llevaron un montón de billetes, sino que sustrajeron algo más: unos papeles que podrían comprometer seriamente a varias familias de la mafia. Por su seguridad, la Cosa Nostra necesita dichos papeles; arrasará con vidas y lo que haga falta para conseguirlos y, por descontado, no estará dispuesta a perdonar, incluso con el paso de los años, a quienes se los llevaron.

La novela pivota entorno a Sergio Navarro, el policía local que tuvo una infancia, por así decirlo, entre dos mundos: el mundo del orden y el de la delincuencia. En este sentido resaltaré la importancia de un personaje secundario muy interesante que vela por la seguridad del policía. Me refiero a Trinidad, la guapísima gitana que asume el liderazgo de la mafia aguileña y, por ende, levantina, tras la detención del Lucio, un traficante de droga. Trinidad fue el primer amor de Sergio, pero ya se sabe, el primer amor nunca desaparece… quien es capaz de ordenar la ejecución de un hombre, también es capaz de velar por su hombre. Lo curioso es que Sergio seguirá enamorado de ella como al principio, lo que vivamente contrasta con su amor por Raquel, ahora concejala del Ayuntamiento de Águilas, quien, a pesar de haber dejado la relación, aún le hace cosquillas en el pecho. Otro personaje interesante es Toño Morales, más que compañero, amigo de Sergio, quien sin dudarlo pondrá en juego su carrera y hasta su vida por cubrirle las espaldas. Toño (entre otras razones porque es mayorcito) ha corrido unos cuantos kilómetros; tras la separación de su mujer anda algo despendolado, pero guarda en sus adentros la fascinación por su amor platónico, Sonia Ricci, la despampanante rubia platino (antigua actriz, ahora escritora afincada en Águilas), por cuyo amor, tenerla cerca, admirarla, llegó a participar como extra en algún spaghetti western.

Juan Francisco Díaz irá tensando la acción de La conexión italiana (y, consiguientemente, la emoción suscitada en el lector) hasta el punto de que esta se acelerará conforme transcurran las páginas, llegando a un clímax en los capítulos finales. Diálogos fulminantes, interrogatorios precisos, tensiones que involucran a los mismos integrantes del Cuerpo, y acción, mucha acción, asaltarán al lector como cambios de plano o vueltas de tuerca que volverán más atractiva su lectura.



La conexión italiana no es la primera novela de Juan Francisco Díaz, pues con anterioridad ha publicado La muerte visita Águilas en la misma editorial, Malbec. Le deseo un futuro plagado de éxitos literarios a este joven autor, pues al conocimiento de los temas que trata, suma una habilidad literaria especial, una prosa rápida y eléctrica que enseguida cautiva al lector.

 

                        Todos los derechos reservados

                        Jesús Cánovas Martínez

                        Ad astra per aspera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario