Estos días de fiesta son melancólicos. Sales a la
calle y, entre luces y adornos, encuentras los comercios abarrotados de gente
que intenta comprar una felicidad fácil, al alcance de la mano o del bolsillo.
Pasó el día de Navidad, pasó Nochevieja, y ahora, desde Oriente, llegan los
reyes. Su cabalgata acerca la ilusión, y los niños saltan y corren, gritan, se
alborozan de alegría.
Hace unos años compuse un poema de extraño amor.
Apareció en un libro que llevaba por título La
luz herida. Aquí lo reproduzco:
QUEBRADO
POEMA DE AMOR HERIDO, CON PRÓLOGO, NUDO EN CUATRO TIEMPOS, UN PARÉNTESIS Y TRES
DESENLACES ALTERNATIVOS.
Para todos los niños
desheredados
del mundo.
PRÓLOGO
Tú me pediste
extendiendo tu adelgazada mano
una ayuda.
“Una ayuda”, dijiste;
dijiste quedo, quedo…
Entonces huí.
NUDO
PRIMER
TIEMPO
En las esquinas, entre la gente,
un muro invisible separaba
tus ojos, en los escaparates.
Y tu mirada adosaba
la ilusión, ciertamente,
de paraísos soñada,
de juguetes, turrones,
golosos reyes.
Niña tú, hoy mirabas,
ausente entre la gente,
muchos soles.
SEGUNDO
TIEMPO
Estaciones de autobuses.
Se amontona, se adormece la tarde.
Esquinas. Sueños. Bares.
Por el vitral, la luna.
Resbalan cirios y moscas,
fanfarrias, músicas, zambombas,
sonoros cascabeles.
Navegan tus ojos
por la tarde
y los cristales,
y tu mirada me recuerda
la lejanía y la muerte.
TERCER
TIEMPO
Asfalto. Suelo. Farolas en la calle.
Nada
más.
Se despueblan abrigos,
sueños, voces, gritos.
Desde los altos andamios
abre una rosa,
se desmorona la tarde.
En el desdén, las manos;
la voz en mi garganta.
Tú, mi niña,
entre las esquinas pasas.
EL
PARÉNTESIS
( No tenías culpa,
no
supiste apenas
–
caída entre las moscas
que te devoran –,
el
último porqué de tu existencia.
Por
qué el dolor y el hambre
de tu
menuda figura.
No
supiste,
no
supiste nada.)
CUARTO
TIEMPO
Ahogado el silencio
en mi garganta, grito.
Heridas están mis manos.
Deshiladas esferas,
cambiantes luces.
Simulacros del orden rozan
verosímiles ausencias
de las rosas.
De cualquier rosa.
LOS TRES
DESENLACES ALTERNATIVOS
PRIMER
DESENLACE
La inteligencia pura
bien que lo prescribe:
no sentimentalismos.
Los ciegos números
son así, rentas, cuotas,
intereses de los bancos.
La inteligencia pura
no entiende de sentimentalismos,
ni la bolsa, ni la banca.
SEGUNDO
DESENLACE
Descalzo en el sol
aún mi recuerdo pervive.
Soñolencia, tiempo…
Tú te has ido.
Para siempre, es mucho;
lejano el camino…
TERCER
DESENLACE
Estoy cansado;
no puedo ir ni me atrevo.
Tan cansado estoy
que no sé si iré.
Pero sé que vendrás,
amarilla,
una tarde de Otoño;
una tarde de Otoño
gris y con lluvia…
Una tarde de Otoño
tú vendrás sin palabras
y yo me iré contigo
cogido de
tu mano.
La luz herida. Cuadernos Espartaria
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Jesús Cánovas Martínez©
Muy bonito
ResponderEliminarMuchas gracias, Laly
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