miércoles, 1 de marzo de 2017

EL PRECIO DE LA TARDE

A veces las tardes tienen un precio, un breve estridulo:






Sentir el precio de la tarde,

cómo se deshace en derrota

                         su tenebroso adiós

y descuelga elipsis de figuras

                                         o un nombre,

las últimas gaviotas tierra adentro.

 


En los mares de la sed o del espanto,

apenas el grito de los pájaros

como preciado ungüento.

Pero me aploma el corazón, me hunde

su paso en la sombra,

su ansioso laberinto

                         o tristeza.



Tacto, ansío, evoco, de súbito

               tú - también -,

golondrinas al crepúsculo.

 

 


Del libro “Estridularia

Todos los derechos reservados.

Ad astra per aspera.

 

Jesús Cánovas Martínez©

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