ECOS
DE TU NOMBRE
A Mª José
Tu nombre, en los espejos
o las rosas
efímeras del agua o de la
brisa,
tanto así, tan en besos,
tan de niña,
se columpia, paloma,
donde flotas;
o en la lluvia rosada de
la aurora
que caminan descalzas tus
sonrisas
esmerila en mis labios,
que se irisan,
y te lanzan, tan tuya,
tan jocosa.
Me llenas, alma; vagas en
la arena,
en playas de mi cuerpo,
tan vencido
a ti, que eres cristal,
tan verdadera.
¡Tanto tuyo me queda,
transfinito!
De la vida, el silencio,
por respuesta;
o del eco, tu nombre,
repetido.
Del libro “A la desnuda vida creciente de la nada”
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Jesús Cánovas Martínez©