En las presentaciones de libros
ocurre que asisten las personas que sabes que iban a asistir, pero también
ocurre que asisten personas que no preveías su asistencia, o, por el contrario,
no asisten las personas que creías que iban a asistir. Es así. En cualquier
caso, siempre asisten menos de los que deberían haber asistido, o creías. Unos
se excusan, lo que es de agradecer, y es cierta su excusa; otros se excusan, y
es dudable su excusa, pero hay otros que ni siquiera se excusan. Estos últimos
son los más. Están los que te dicen que irán a pie juntillas, y no van; pero
también están aquellos que no te dicen nada, y van. Algunos querrían ir, pero
se lo impide la distancia; a otros se lo impide alguna circunstancia
sobrevenida; a otros simplemente se les olvida y cuando se acuerdan de que
tenían que haber ido a algún tipo de presentación resulta que es ya tarde.
Están los que van para que los vean, y no están los que no van por si los ven;
hay otros, encomiables, que bajo circunstancias adversas, contra viento y
marea, van, y otros, sin embargo, que no van bajo ninguna circunstancia, aunque
regales chuches. Hablo, claro, de los buenos, de los afines, de los amigos;
acerca de los tirriosos ni me molesto. Este mundillo de las presentaciones de
libros es un misterio. Concurren ahí muchos extraños y difícilmente medibles
factores, una fenomenología curiosa que puede ser acicate de estudio para
sociólogos y estudiosos. Por esto no puedo emitir juicios de valor, ni quiero.
¿Para qué? Yo sólo quiero daros las gracias a todos los que me habéis arropado,
hayáis ido o no. ¿Vale?
Por si a alguno interesare a continuación reproduzco la presentación que
me hizo Magdalena Cánovas —quien, para decirlo todo, es mi hermana, y por eso
lleva los mismos apellidos que el servidor— y, al hilo, intercalo también una
serie de fotos con la clara advertencia de que no son todas las que se tomaron
pues fatigaría ver a un par de gordos encaramados a una mesa y adoptando
diversas poses. Siento no poder reproducir lo que, cuando me tocó el turno,
dije, porque no lo llevaba escrito y tampoco ha quedado constancia de ello en
ningún triste y casero video.
Por último, deciros que, de
verdad, os quiero.
PERSENTACIÓN DE “EL QUINTO CAMINO”, A CARGO DE MAGDALENA CÁNOVAS
15-04-16 Museo de Bellas Artes
(Murcia), 20 h.
Buenas tardes a todos:
La cita de esta tarde es para presentarles la
última publicación de Jesús Cánovas, al que muchos de ustedes ya conocen. Para
los que no lo conocen he de decirles que Jesús es un excelente filósofo y un gran poeta.
Esto quiere decir que
tanto su poesía como su prosa se adentran por los intrincados caminos del Ser
con mayúsculas. La metafísica está presente en sus obras como no podía ser de
otra manera en un filósofo. Así como la teología.
¿Por qué “Ser” en lugar de nada? Es la pregunta que con Heidegger se
hacen los filósofos. Pero Jesús, a la vez que se pregunta por el Ser y lo
piensa, lo canta en sus poemas. Por eso sus poemas son tan existencialistas,
tan vitales, y su prosa tan elocuente y tan
humana.
Jesús Cánovas, canta también
la muerte, porque va unida de forma inextricable a la vida. La vida la
experimentamos todos los días pero la muerte sólo la experimentaremos una vez,
sólo una vez en la vida, la última.
El tema de la muerte es
transversal en toda su obra poética y se transluce o translumina en su prosa lírica. Pero Jesús es humano, muy humano,
no diría yo, demasiado humano como dice
Nietzsche. Por este motivo su canto más excelso, más llamativo, y que jalona todo lo que él hace, no sólo lo
que escribe es el AMOR. Amor con
mayúsculas.
El Amor en todas sus
formas y presentaciones es el tema
principal de su propio ser Jesús.
Platón habría tenido un
problema con Jesús Cánovas, en su sociedad ideal. Sociedad en la que como todos
saben, los políticos eran los filósofos,
los que buscaban la verdad, los que no amaban otra cosa que la única Verdad.
Mientras que los poetas eran una especie de cantamañanas que confundían a la
gentes presentándoles un mundo falso y a los que el divino Platón desterraba.
Pero claro, Platón no
conoció a Jesús. Jesús Cánovas es el poeta-filósofo, el que canta el AMOR
como la única Verdad. Es persona virtuosa en sentido socrático,
preparada, por lo tanto excelente y buena. Además en el sentido humano del término, también es una buena persona: noble, honesto,
excesivamente sincero y algo socarrón a la vez que reservado y afable. Tiene
una ironía tan especial que a veces los
que nos movemos en su entorno quedamos boquiabiertos, cuanto menos los que no
lo conocen, cuando ironiza normalmente quedan desconcertados. Esta forma de ser
a veces le acarrea algunos problemillas en
sociedad. Pero al mismo tiempo, ironía y verdad sin velos son una mezcla
explosiva que le da ese carácter suyo tan peculiar. O lo tomas o lo dejas, con Jesús
Cánovas no caben términos medios.
Jesús siempre está dispuesto a ayudar a cualquiera
que se lo pida. Pero sus virtudes más sobresalientes son la generosidad y la
sinceridad y éstos son los rasgos que mejor lo definen.
Como pueden ver les estoy presentando a Jesús Cánovas con
mucho amor, y sinceridad, como lo veo y como lo siento. Y para no ser
excesivamente empalagosa también tengo que decirles que tiene alguna cosita más
negativa, según se mire. Es una persona muy, muy tozuda. Si no defiendes tu
posición con un ejercicio de lógica perfecto no lograrás convencerlo jamás. Cabe
señalar también que es algo tragón, cosa que debe ser genética, porque a sus hermanos les
ocurre lo mismo. Cuando era pequeño semana
si y semana no, había que llevarlo al médico y éste siempre decía lo mismo: “Señora
el niño tiene un empacho enorme”.
Se preguntarán por qué
conozco tan bien a Jesús, pues porque soy su hermana mayor. Somos tres hermanos:
dos bastante moviditos, lo que ahora se llama hiperactivos, y uno muy tranquilo, Jesús, que siempre ha sentido pasión por la lectura y los libros.
Desde muy pequeño, ya consideraba un libro como una joya.
En la adolescencia, cuando vivía en Madrid,
con los escasos haberes de los que podía disponer, se iba a la cuesta Moyano a
buscar y rebuscar entre los libros, y venía a casa cargado y a veces con alguna
edición especial. En cuanto recibía su pequeña asignación se la gastaba en
libros. Así que siempre estaba a dos velas pero feliz.
La imagen que tengo de él
desde muy pequeño era verlo llegar del colegio pidiendo la merienda. Después de
comerse un buen bocadillo, se ponía parsimonioso a hacer sus deberes con mucho
cuidado, por eso los hacía perfectos. Después veía un rato la tele, los dibujos
animados de su época, pero pronto cogía
un libro y se sentaba en el sofá a leer. Todo lo que caía en sus manos lo leía.
Los libros han hecho de él un hombre
bueno y sensible, con una gran curiosidad por aprender y capaz de ver por
detrás de las apariencias e ironizar. A veces se le va la mano con la ironía,
pero siempre se le va de forma elegante. Y a pesar de lo pesados que se ponen
los padres cuando te dicen: “Mira tu hermano qué buenas notas saca”, “mira lo
responsable que es”, “Si te parecieses un poquito a él” etc., etc., (cosa que
resulta odiosa), siempre lo hemos tenido como ejemplo de inteligencia
privilegiada y de buen hacer en todos
los sentidos.
![]() |
Con dos secretarias: Laurita (izq.) y Patri (dech.) |
![]() |
Con Francisco Martínez Hidalgo y Antonio Campuzano |
![]() |
De izq. a dech.: Mi novia, Mª José, Ana María Alcaraz, el servidor y Pepe Izquierdo |
![]() |
La pareja feliz con Miguel Ángel Luján y Maribel Martínez Romero |
![]() |
El servidor, Magdalena y Lola Díaz |
![]() |
Con Magdaleni Campuzano |
![]() |
Con Mari Carmen Cayuela |
BIBLIOGRAFÍA
Jesús nació un frío
noviembre de 1956 en Hellín. Es Catedrático de filosofía en el IES Juan Carlos
I. Tiene publicados algunos poemarios y también prosa:
El primero: A
la desnuda vida creciente de la nada, Edit. Betania, Madrid 1989, 1ª edición, y la 2ª edición
también en Betania en 1991. Un poemario sorprendente, compuesto por 61 sonetos
blancos, no al uso, luminosos, de una belleza deslumbradora; en su 2ª parte,
titulada: “Del fondo de tus ojos”, insuperable a mi modo de ver, tal y como debe ser de un enamorado que canta
y expresa en imágenes y metáforas, el amor hacia su prometida entonces, ahora
su mujer, María José.
Kyrie Eleison, también publicado en
Betania, Madrid, 1994. En él canta el sentimiento religioso y profundo que sale
del corazón. Está escrito a golpes: en un primer momento, por el camino,
durante una peregrinación a Santiago. En un segundo momento: En un retiro, en un
convento del Desierto de las Palmas (Benicasim). Tengo que señalar, que Jesús es un hombre muy
religioso, lo que explica también la manera de abordar los temas de la Vida y
la Muerte, que hemos mencionado
anteriormente.
Estridularia, publicada por ediciones
Myrtia, Murcia 1999. Es un canto de grillos, muy original y simpático a la vez
que dramático.
La Luz Herida, publicada en Espartaria,
en Lorca, 1999. Espartaria es uno de los grupos poéticos de la región de Murcia
más vitales y productivos; y del que Jesús fue cofundador.
Fanal de la Aventura, en Hipocampo, Águilas 2000.
Quizá sea éste su poemario más hermético, aunque su poesía por metafísica en sí
misma es hermética, los poemas de este libro se acercan a los caligramas.
Transluminaciones y
presencias,
en Editora Regional, Murcia 2005. Es un libro de sabor existencial y metafísico
donde rinde homenaje a sus poetas preferidos. Valga la redundancia diré también
que es otro libro de mis preferidos. Se percibe a lo largo de sus poemas la
influencia notable de su formación filosófica, no sólo en la transmisión de
ideas, sino también en el tono reflexivo que impregna toda la obra. Es un grito
de la conciencia que incide especialmente en la preocupación por la muerte y la
trascendencia del espíritu, aliñado con un impulso surrealista. Lo mejor del
poemario es la desgarrada tortura existencial que no es más que una tortura
metafísica, ámbito en el que se mueven los versos tratados sabiamente y con
naturalidad.
Dulcísimas hebras de oro, publicado por Ediciones
Tres Fronteras, Murcia 2009. Es un librito de relatos atormentados que se entrelazan
en una trama donde el amor, la soledad, el egoísmo, el sexo, la obsesión y
otros sentimientos son llevados hasta el paroxismo. En una urdimbre exagerada,
hipertrófica colorista, angustiada y doliente, cuyos protagonistas parecen
clamar a un padre desconocido: ¿Por qué nos habéis abandonado?
Y el penúltimo libro
editado ha sido el poemario: Otra vez la luz, palomas, galardonado
con el primer premio en el decimonoveno
“Premio Aurelio Guirao” de poesía, publicado
por el grupo de poesía La sierpe y el Laúd, en Cieza en 2015.
También ha sido primer
premio en el II concurso de cuentos
Ciudad de Hellín, con el relato Tercer
nivel.
No voy a mencionar ahora las
antologías, libros colectivos y revistas en las que ha participado, pues sería abusar
mucho de su paciencia, la de ustedes. Pero he de decir que lleva tres años
publicando un Blog que lleva por título: “El Arco del Triunfo” (http://elarcodeltriunfocanovas.blogspot.com.es/), tal vez un
título irónico, al que merece la pena asomarse por la agudeza de los temas que
trata y las excelentes exposiciones que hace de la lectura de libros.
Por último, diré aunque
no le guste a él, que es bastante desordenado. Es un escritor incansable. Tiene
los cajones de su escritorio repletos de papeles con poemas y relatos, también
la mesa y el suelo. Su mujer puede dar fe de lo que digo, y de la lucha que
lleva con él en este tema. Entre tanto papel, tiene varios borradores de libros
dados ya como definitivos.
![]() |
Con Ricardo Cáceres |
![]() |
Con Conchita García-Bayonas Blánquez |
![]() |
Magdalena, Francisco Giménez Gracia y el servidor |
![]() |
Con Pepa Sánchez Saura |
![]() |
Con Elvira Vicente Bernabeu |
![]() |
Con Lauri Campuzano |
![]() |
Con Pablo Ayuso |
Pero ahora vamos a hablar
de su última publicación en Tres fronteras, Murcia 2016:
El
Quinto camino.
Esta novela la forman 146
páginas, aunque su brevedad queda compensada por su prosa de enorme calidad, y
un tempo fluido a lo largo de sus
trece capítulos donde aparece una gran densidad conceptual y sobre todo una
enorme densidad emocional. Sus páginas, la mayoría de veces están transidas de
lirismo con las que mueve intensas emociones
y en las que nos podemos ver reflejados e identificarnos con ellas cada
uno de nosotros, seamos hombres o mujeres.
Fundamentalmente es un
canto de amor de pareja. Tremendamente dramática, la salpican no obstante la
ironía, que muchas veces cogerá desprevenido al lector, y la ternura con la que
es tratado su personaje principal: Una mujer de mediana edad, todavía con la
herida de una depresión que no acaba de curar, que habla en primera persona y
recuerda a modo de flashback su vida pasada; sobre todo la relación con Jorge,
su marido, en el período de noviazgo donde juntos intentaron recorrer el
“Quinto camino”, que es el camino del
amor.
Esta historia busca la
unión espiritual de tal forma que nada pueda afectar a la pareja de jóvenes
amantes, ellos se hacen uno y todo lo demás les sobra, todo es ajeno a la
realización que por el amor pretenden llegar. Con insólitas prácticas, o por lo
menos con prácticas no al uso, van proyectándose hacia dicha realización conjunta. Este es el
hilo conductor de la historia, toda ella contada con esa narrativa
lírico-poética a la que Jesús nos tiene acostumbrados. Surgirán una serie de
situaciones con un personaje masculino un tanto excéntrico y el femenino de una
candidez extrema. Ambos se empeñan en un equilibrio entre lo hylico y lo pneumático, no exento de juegos, sensuales y sexuales, con el fin
de escapar al Destino, abriendo en el universo una especie de plan excepcional
sólo para ellos.
El enamoramiento como es
natural deja paso a la cruda realidad que sólo
puede ser salvada por el verdadero amor aunque a veces es necesaria una
auténtica catarsis de la persona. Así, se
van sucediendo cambios profundos en el propio convivir de la pareja. Ese impulso inicial se debilita y asoma el Yo
subjetivo con su problemática más egoísta. De forma obsesiva en la
protagonista, de la que no se nos dice el nombre. El subconsciente pugnará por
salir con su propio lenguaje de sueños, para evitar de este modo un estallido
integral de la persona. Pero hay más: ella sólo podrá salir de la depresión en
que se haya cuando se enfrente de forma,
tan radical como caótica, con la muerte.
Un aspecto importante es
el “Voluntarismo” del personaje
masculino, que trata de traer a la actualidad y de llevar a la práctica lo que
podríamos considerar el amor caballeresco medieval, o si consideramos la
alquimia, una transmutación o conjiucto oppositorum de las polaridades
masculina y femenina. También aquello que en nuestra Tradición esotérica
occidental llama y tematiza Boris Mouravieff como el quinto camino. Otro aspecto es la fingida pasividad del personaje
femenino con la que secunda las ideas de su joven y poco convencional amante.
La novela conscientemente
deja espacios abiertos con el fin de hacer partícipe al lector de su trama, y
enredarlo de alguna manera, de hacerlo vibrar. Involucra su sensibilidad y
reflexión, la que perfectamente puede proyectar a su propio discurrir en la
vida, pues El Quinto Camino trata de
temática vital, como no podía ser de otra forma en la escritura de un enorme filósofo poeta.
Y hasta aquí las
pinceladas sobre la novela. Tan sólo me tocaba descorrer las cortinas del
proscenio donde se desarrolla la trama. Léanla, les va a sorprender y, ténganlo
por seguro, les va a encantar.
Ahora le cedo la palabra
a Jesús.
Gracias a todos por su
asistencia.
![]() |
Con José Antonio Frutos realizando el ejercicio (bueno para la salud) de subir un libro a la cabeza |
![]() |
Con Pepe Ortiz |
![]() |
Dos Campuzanos: Antonio y José María |
![]() |
Con Alfonso Flores |
![]() |
Con Fuensanta Ródenas |
![]() |
De izq. a dech.: Pablo Ayuso, Pepe Ortiz, Mª Teresa, Conchita García-Bayonas Blánquez, Magdalena Cánovas, Francisco Giménez Gracia y el servidor |
![]() |
Es hora de irse |
No hay comentarios:
Publicar un comentario